De población mayoritariamente armenia, en 1923 Yosif Stalin incorporó el territorio del Alto Karabaj en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. En 1988 la población de este enclave –entonces un oblast de Azerbaiyán– votó a favor de la anexión a Armenia. En 1991, con la caída de la Unión Soviética, Armenia y Azerbaiyán declararon la independencia y se inició una guerra entre ambos países por el control de ese territorio. El conflicto causó entre 20.000 y 30.000 muertos y cerca de un millón de desplazados, finalizando en 1994 con un acuerdo de alto el fuego patrocinado por Rusia. Aunque los armenios ganaron la guerra y se anexionaron una serie de territorios, la autoproclamada República de Artsakh —de la que se expulsaron a casi medio millón de azeríes— nunca fue reconocida internacionalmente, tampoco por Armenia. Desde entonces, las tensiones han sido constantes, llegando al punto álgido en el 2020, cuando Azerbaiyán bombardeó el enclave con el apoyo de Turquía y recuperó parte del territorio que había perdido en los años 90.
El Alto Karabaj se rinde 24 horas después del inicio de la ofensiva de Azerbaiyán
La república autoproclamada acepta, con la mediación rusa, un alto el fuego a cambio de su desarme
EstambulLas autoridades del Alto Karabaj, territorio de mayoría armenia dentro de Azerbaiyán, han anunciado un alto el fuego y han aceptado su propio desarme, para poner fin al ataque azerí que empezó el martes. En la práctica, supone la rendición de la autoproclamada república solo 24 horas después del inicio de la ofensiva azerí, que dejó imágenes de dolor y destrucción en varios puntos del Alto Karabaj, como en la capital, Stepanakert.
"Gracias a la mediación del mando del contingente ruso de mantenimiento de la paz desplegado en el Alto Karabaj se ha llegado a un acuerdo sobre el cese total de las hostilidades a partir de las 13.00 horas [las 11.00 en Cataluña]", ha indicado el Centro de Información karabajiano en un comunicado.
Ha explicado que se ha pactado "la retirada de las unidades restantes y el personal militar de las fuerzas armadas de la República de Armenia de la zona de despliegue del contingente ruso de mantenimiento de la paz y la disolución y el desarme completo de las formaciones armadas del "ejército de defensa del Alto Karabaj".
Desde que el martes comenzó lo que Azerbaiyán califica de "operación antiterrorista", hay noticias de al menos 32 muertos (siete civiles) y más de 200 heridos, según fuentes de la disputada región del Cáucaso Sur. La presidencia de Azerbaiyán había dicho que los ataques continuarían hasta que las "formaciones militares armenias ilegales" se rindieran y el gobierno separatista del Alto Karabaj se desmantelara.
Con el gobierno del Alto Karabaj desintegrándose, el ARA no ha podido contactar con ninguno de sus miembros, de hecho, según la prensa armenia, todo aquel que haya estado involucrado en las sucesivas guerras entre ambos países figuran en una “lista” y Azerbaiyán ha empezado el registro. Y Bakú lo celebra. Al conocer la noticia sobre la más que posible anexión, las calles de la capital estallaron. Banderas arriba, banderas abajo, porque ahora sí, pueden pronunciar la palabra victoria.
"Reintegración"
Según la versión de Bakú, este jueves representantes del gobierno azerí se reunirán en la ciudad de Yevlakh con representantes de la comunidad armenia en el Alto Karabaj "para discutir cuestiones de reintegración según la Constitución y las leyes de Azerbaiyán". Es una máxima que Azerbaiyán ha repetido en innumerables ocasiones: recuperar el Karabaj. Pero las 120.000 personas que viven allí también han reiterado que nunca aceptarán formar parte del dominio azerí.
Un analista armenio, bajo anonimato, explica al ARA que este miércoles todavía había explosiones en Stepanakert, y que la posible “reintegración” del territorio había caído como una losa entre la población. “Éxodo”, es la palabra que pronuncia cuando se le pregunta por la posibilidad de que el Alto Karabaj acabe formando parte de Azerbaiyán. “Si abren el corredor [de Lachin], todo el mundo se irá”, explica. Sin embargo, el bando azerí asegura que intentará que no lo hagan. "Ya se ha preparado un plan económico y social dirigido a la población armenia dentro del Karabakh", ha explicado en rueda de prensa el asesor presidencial, Hikmet Haciyev.
En Yerevan, capital de Armenia, el primer ministro Nikol Pashinyan ha replicado a la agencia rusa Interfax que no han tenido voz ni voto en la redacción de una tregua en el conflicto. Por otro lado, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha explicado a través de la agencia Tass que el presidente Vladimir Putin tendrá una conversación con su homólogo armenio y ha dejado en el aire la posibilidad de hacer lo mismo –“Todavía no”, ha dicho– con Aliyev, por la parte azerí.
Los hechos ocurren después de que Stepanakert haya soportado durante meses la presión del hambre. Cuando Bakú bloqueó el corredor de Lachin –la única conexión que el Alto Karabaj mantenía con Armenia bajo la vigilancia del Kremlin–, los habitantes de Stepanakert entendieron que el problema se alargaría. Sin ayuda humanitaria desde hace meses, con decenas de camiones parados en las puertas del Alto Karabaj, miles de personas se han visto en situación de hambre y la comunidad internacional ha interpretado que el plan de Aliyev pasa, según denuncian, por el "genocidio".
Ahora la pregunta que se hacen muchos habitantes de la autoproclamada República de Artsaj es si aceptarán formar parte de Azerbaiyán o se decantarán por la huida. En este sentido, ya se han visto imágenes donde las fuerzas pacificadoras rusas comenzaban el plan de evacuación, dirigiendo a cientos de personas a la base que tienen cerca de Stepanakert. No podrán hacerlo a través del corredor de Lachin, que sigue bajo control azerí. Y esa última opción también depende de Aliyev.