Unión Europea

Bruselas abre una investigación contra WhatsApp por los servicios de inteligencia artificial

La Comisión Europea sospecha que Meta abusa de su posición dominante

04/12/2025

BruselasNueva investigación de la Comisión Europea contra Meta. Bruselas ha anunciado este jueves que ha abierto un procedimiento para averiguar si los servicios de inteligencia artificial que ofrece el gigante tecnológico en WhatsApp vulneran las normas de competencia de la Unión Europea. En concreto, el ejecutivo comunitario teme que la compañía estadounidense niega el acceso a otros proveedores de inteligencia artificial (IA) a su aplicación de mensajería, lo que supone un incumplimiento de la libre competencia que propugna la normativa europea.

De esta forma, la Comisión Europea cree que la nueva política de Meta prohíbe que empresas competidoras del sector de la inteligencia artificial, como OpenAI o Copilot, utilicen WhatsApp Business, y sólo les deja utilizar su tecnología por cuestiones que considera menores, como la comunicación con la atención al cliente, pero no para desarrollar nuevas herramientas que puedan hacer sombra.

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Bruselas critica que, mientras que "los proveedores de IA competidores pueden quedar bloqueados para llegar a sus clientes de WhatsApp" y, por tanto, desarrollar su tecnología y modelo de negocio en la Unión Europea, el servicio de la misma empresa, Meta AI, seguirá teniendo acceso, lo que puede suponer una ventaja competitiva. "Debemos asegurar que los ciudadanos y las empresas europeos puedan beneficiarse plenamente de la revolución tecnológica de la IA y debemos actuar para evitar que los actores digitales dominantes abusen de su poder para desplazar a los competidores innovadores", declara en un comunicado la vicepresidenta y titular de Competitividad de la Comisión Europea, Teresa Ribera.

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Este tipo de investigaciones pueden alargarse hasta un año y, en caso de que la Comisión Europea concluya que Meta ha incumplido la legislación comunitaria, puede aplicar una multa que suponga como máximo el 10% de la facturación total del gigante tecnológico a escala internacional. Más adelante, si la compañía estadounidense desestima tomar medidas para dejar de incumplir la ley de Servicios Digitales, la sanción económica puede elevarse hasta el 20% del volumen de negocio de la compañía. Sin embargo, es habitual que las grandes tecnológicas estadounidenses acaben coordinándose y trabajando de la mano con las autoridades comunitarias para evitar la sanción económica o acabar en los tribunales de Luxemburgo.