Cuatro días de disturbios en Suecia acaban con tres heridos de bala por disparos de la policía

El ultraderechista danés Rasmus Paludan organiza encuentros para quemar el Corán y desata la ira en varios puntos del país

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Un autobús incendiado durante disturbios a Malmö el 16 de abril.

BarcelonaCuatro días de disturbios en varias ciudades suecas han acabado este domingo con una respuesta más dura de la policía, que ha disparado fuego real y ha herido a tres personas en Norrköping, unos 160 kilómetros al sur de Estocolmo. Lo que ha encendido los disturbios han sido las convocatorias del ultraderechista danés Rasmus Paludan, líder del partido Stram Kurs (Línea Dura), que desde el jueves hace gira por Suecia para hacer lo que siempre hace: quemar copias del Corán mientras lanza proclamas contra el islam y los musulmanes. En Norrköping ya estuvo el primer día, cuando empezaron los disturbios, y este domingo ha vuelto. En total, en estos cuatro días ha pasado por seis ciudades, entre las cuales Malmö y Estocolmo, y en todas ha desatado la ira, que ha provocado actos violentos, sobre todo contra la policía.

Hacia las tres de la tarde de este domingo, la violencia ha estallado en Norrköping, donde unas 150 personas se han reunido y han empezado unos "altercados violentos" y ataques con piedras contra los agentes. La policía ha confirmado que ha hecho disparos de advertencia y que tres personas han resultado heridas probablemente por el rebote de las balas. Las tres están siendo atendidas en el hospital y están detenidas. En total, diez personas han resultado heridas, la mayoría leves, en los disturbios que han tenido lugar en esta ciudad y también en Linköping, a unos 40 kilómetros. La policía ha informado que ha detenido a 25 personas.

Un herido en los disturbios de Norrköping.

Durante estos cuatro días se han repetido las imágenes de incendios de mobiliario urbano, autobuses e incluso coches de policía. "Son delitos extremadamente graves", ha dicho el jefe de la policía sueca, Anders Thornberg, que ha añadido: "Hemos visto disturbios violentos antes, pero esto es otra cosa. Es una violencia muy grave contra vidas y propiedades, especialmente contra agentes de policía".

Todo empezó el jueves, cuando Paludan quemó un ejemplar del Corán en Jönköping. Había pedido permiso para hacerlo ante la mezquita de la ciudad, pero la policía no se lo permitió y lo situó ante una iglesia que no paró de tocar las campanas, cosa que le impidió de hacer su arenga racista habitual. Allí no hubo problemas, pero horas después empezaron los disturbios en Linköping y también en Norrköping, donde hubo hasta 15 coches quemados, entre los cuales coches patrulla de la policía. El día siguiente, Paludan hizo lo mismo en Estocolmo, en uno de los barrios con una proporción más alta de inmigrantes y en otra ciudad cercana, y el sábado en Malmö.

¿Quiénes son los que se sublevan? "A menudo son chicos jóvenes de origen inmigrante, de zonas pobres", explica al diario Dagens Nyheter el criminólogo Manne Gerell. El experto apunta que puede haber un elemento de indignación genuina por las provocaciones de Paludan, pero añade que entre estos colectivos también hay una gran aversión hacia la policía porque se sienten discriminados.

Prohibir el islam y expulsar a los no europeos

Todo ello satisface las intenciones del político ultraderechista danés, que busca justamente provocar una respuesta violenta. "La cuestión es intentar crear una situación que al final se acaba desbordando para después poder argumentar que así es como se comportan los musulmanes", explica Daniel Poohl, redactor jefe de Expo, medio sueco especializado en la extrema derecha. "Su mensaje se resume en culpar al islam y a los musulmanes de todos los problemas de la sociedad", dice a la cadena SVT, y añade que "lo que quiere es mostrarse como una víctima que solo quiere defender la libertad de expresión, cuando de hecho él es quien quiere prohibir toda una religión".

Paludan, un abogado danés que también tiene la ciudadanía sueca, creó el partido Stram Kurs en 2017, básicamente con un objetivo: prohibir el islam en Dinamarca y expulsar a los ciudadanos no europeos. "Solo los daneses y las personas que recuerdan a los daneses tendrían que vivir en Dinamarca. Las otras personas que no se asemejan a los daneses pueden vivir en otros países", argumenta la página web de la formación. "La política del partido es que el islam es una religión estúpida y una ideología política invasiva que nunca será capaz de vivir con armonía con los daneses en Dinamarca", añade.

El ultraderechista -que hace años que organiza este tipo de actos provocadores, siempre profanando el libro sagrado del islam- consiguió suficientes avales para presentarse a las últimas elecciones danesas, el junio del 2019, pero se quedó a las puertas de entrar en Parlamento, puesto que solo recibió un 1,8% de los votos, cuando el mínimo para obtener representación es un 2%.

Las provocaciones de Paludan han tenido eco a miles de kilómetros de distancia: este domingo el gobierno del Irán ha convocado al embajador de Suecia en Teherán para condenar los actos del ultraderechista, y lo ha seguido el ejecutivo iraquí, que ha convocado al encargado de negocios sueco en Bagdad. También el ministerio de Exteriores de Malasia ha publicado un comunicado en que condena la quema "provocativa" del Corán y considera que la acción "ha superado los límites morales y las normas del derecho a la libertad de expresión".

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