Francia

Macron da un ultimátum a los partidos: si mañana no hay acuerdo, convocará elecciones a la Asamblea

La extrema derecha de Le Pen, que podría ganar los comicios, rechaza sentarse a negociar con Lecornu

El presidente francés, Emmanuel Macron.
07/10/2025
4 min

ParísEl presidente de la República, Emmanuel Macron, se encuentra en el momento más crítico desde que vive en el Elíseo. Tras ver pasar a cinco primeros ministros en sólo dos años, la situación empieza a ser insostenible. Lleva días sin hablar públicamente –las explicaciones de todo el caos del lunes, cuando el primer ministro, Sébastien Lecornu, dimitió, las dio en una corta nota de prensa– pero su entorno ha filtrado a la prensa que si los partidos no se ponen de acuerdo para formar un gobierno que no sea censurado de inmediato, "asumirá sus responsabilidades". En otras palabras, convocará elecciones legislativas anticipadas.

La mayoría de partidos hace tiempo que le reclaman que las convoque para acabar con la inestabilidad política, provocada esencialmente porque las elecciones legislativas del 2024 dejaron una Asamblea Nacional sin mayoría clara alguna. Pero, en realidad, ni a Els Republicans (derecha tradicional) ni a los socialistas les interesa que se convoquen ahora elecciones. Tampoco a los macronistas. Las tres formaciones viven momentos complicados, alguna por falta de liderazgo interno, otras porque las encuestas pronostican que van a perder diputados. Los macronistas, debilitados por el desgaste de Macron, también podrían obtener peores resultados que en el 2024.

En cambio, la formación que se está haciendo fuerte y que está sacando más rédito político de los problemas de Francia es el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Incluso si ella no puede presentarse a las elecciones –está condenada a cinco años de inhabilitación y el proceso de apelación no es hasta enero–, el partido de extrema derecha podría ganar terreno a la Asamblea Nacional y convertirse en la primera fuerza. Ante esta situación, el hecho de que Macron haya sugerido que convocará elecciones es un ultimátum para la mayoría de fuerzas.

Negociar los presupuestos

El primer ministro dimitido, al que el presidente le ha encargado que intente un acuerdo de gobierno antes de este miércoles por la tarde, ha invitado a los líderes de todos los partidos a negociar sobre todo dos cuestiones importantes y urgentes: los presupuestos y el futuro institucional de Nueva Caledonia. El acuerdo sobre las cuentas de 2026 es clave para poder nombrar a un gobierno que no sea censurado. Lecornu lamentaba el lunes que las formaciones pongan "demasiadas líneas rojas" y les pidió que piensen más en los intereses de los ciudadanos y no en los de su partido. La amenaza de unas elecciones podría mover estas líneas rojas entre los partidos moderados.

Le Pen, sin embargo, ha rechazado este martes la invitación. "Estas enésimas negociaciones ya no tienen por objetivo preservar el interés de los franceses, sino los intereses del propio presidente de la República", aseguró la líder de extrema derecha. Le Pen ha vuelto a reclamar al presidente que dimita o disuelva la Asamblea y convoque elecciones legislativas anticipadas. Este martes por la noche colgó un vídeo en X con una alocución dirigida a los franceses con una puesta en escena similar a la de una presidenta de la República. "La solución a esta crisis política, que es una crisis de régimen, está más que nunca en manos del presidente [...]. El jefe del estado dispone de dos vías posibles: la dimisión o la disolución", decía en el vídeo.

La izquierda reclama gobernar

Tanto si Lecornu logra un acuerdo para formar gobierno, previsiblemente apoyado por los aliados habituales de los macronistas y Los Republicanos, como si no lo hace, ya ha avanzado que él no será primer ministro, según la prensa francesa citando fuentes de su entorno. Los partidos de izquierdas, que ganaron las elecciones unidos en la alianza Nuevo Frente Popular, lo han aprovechado para volver a reclamar a Macron que nombre a un primer ministro de la izquierda. Es una de las opciones que hay sobre la mesa y que en las últimas horas ha cogido bastante.

Sin embargo, los cuatro partidos que formaban parte de la coalición –Francia Insumisa (LFI), los socialistas, los ecologistas y los comunistas– llevan ya tiempo enfrentados, especialmente los insumisos con los socialistas, una situación que complica el nombramiento de un primer ministro progresista. LFI, el partido de la izquierda radical liderado por Jean-Luc Mélenchon, ya ha confirmado que no van a participar en el gobierno. Su objetivo es que Macron se marche del Elíseo y reclama a la Asamblea que se estudie la moción de destitución del presidente que han presentado.

Por ahora la prioridad del primer ministro dimitido es reponer puentes con la derecha tradicional para que siga apoyando al gobierno. El lunes Los Republicanos amenazaron con salir del ejecutivo argumentando que Lecornu había nombrado ministro al macronista Bruno Le Maire. El exministro de Economía daba el lunes un paso al lado para facilitar que la derecha siga en el gobierno. Un ejecutivo con republicanos y socialistas parece improbable. Pero un gobierno con un primer ministro socialista, sin la derecha, y apoyado por ecologistas, comunistas y macronistas, es viable. La dificultad es encontrar un acuerdo antes del miércoles por la noche.

Suspensión de la reforma de las pensiones

A última hora de este martes trascendió que Lecornu estudia ofrecer a los socialistas una suspensión de la reforma de las pensiones -que alarga la edad de jubilación hasta los 64 años-, una de las principales reivindicaciones de la izquierda. El primer ministro en funciones pidió al ministerio de Economía un estudio de impacto para evaluar las consecuencias de frenar la reforma.

La idea sería dejar de aplicarla hasta que haya un nuevo presidente, en el 2027, que debería decidir si la mantiene, la reforma o la deroga. "Si esta es la condición para la estabilidad del país, es necesario examinar las modalidades y las consecuencias concretas de una suspensión", ha destacado la ministra de Sanidad en funciones y ex primera ministra, Élisabeth Borne, en una entrevista en Le Parisien.

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