Macron y Meloni intentan encontrar puntos de acuerdo en el momento más bajo de sus relaciones
El presidente francés viaja hasta Roma para recoger apoyos en su plan de enviar tropas europeas a Ucrania
RomaLa primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se han reunido este martes para acercar posiciones en cuestiones como Ucrania, Oriente Medio y las relaciones con Estados Unidos, en medio de las crecientes tensiones entre París y Roma.
Los dos principales temas sobre la mesa han sido Ucrania y la ofensiva militar de Israel en Gaza. El presidente francés intenta recoger apoyos para reforzar una futura coalición de voluntarios para Ucrania, según fuentes del Elíseo. Macron quiere implicar a Meloni en la coalición que impulsa junto a Alemania, Reino Unido y Polonia, pero la líder del ejecutivo italiano rechaza esta fórmula. "Hay que abandonar los personalismos que pueden poner en riesgo la unidad de Occidente, fundamental para resolver el conflicto", declaró recientemente la primera ministra italiana.
Para Francia, Roma es "un socio importante" que también debería contribuir a ofrecer "garantías de seguridad para Ucrania" tras la firma de un hipotético futuro acuerdo de paz con Rusia. Estas garantías podrían incluir la posibilidad de un despliegue de tropas en territorio ucraniano para garantizar el mantenimiento de la paz. Y es precisamente en ese punto en el que los planes de París y Roma chocan frontalmente.
Meloni rechaza enviar soldados italianos a Ucrania, así como la posibilidad de implantar el artículo 5 de la OTAN en Ucrania, que implicaría la defensa automática del país en caso de una nueva agresión en el futuro, aunque Kiiv no es miembro de la Alianza Atlántica.
La líder de Hermanos de Italia estuvo a punto de no asistir a la primera reunión del grupo, que se celebró en París, ya la que llegó tarde para mostrar precisamente su oposición a esta iniciativa. La ausencia en el viaje a Kiiv del presidente francés; el primer ministro británico, Keir Starmer; el canciller alemán, Friedrich Merz, y el polaco Donald Tusk fue una nueva señal de que las relaciones bilaterales entre París y Roma no pasaban por su mejor momento. Pero su exclusión de la reunión celebrada recientemente en Tirana al margen de la cumbre de Albania –en la que los cuatro mandatarios europeos y el ucraniano Volodímir Zelenski mantuvieron una conversación telefónica conjunta con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump– acabó de enrarecer aún más la relación.
Ante las críticas a Italia, Meloni, que también asistió a la cumbre albanesa y presume de haber llevado a su país a ser socio preferente de la Casa Blanca en la Unión Europea, se justificó asegurando que no tenía sentido participar en una reunión en la que se discutiría el envío de tropas. Unas declaraciones que desde el Elíseo desmintieron de inmediato, dejando entrever que la líder italiana no había sido invitada. "No hemos hablado de tropas, sino de un alto el fuego. Basta ya de las informaciones falsas de los rusos", declaró el presidente francés.
Además de Ucrania, Macron y Meloni abordaron la situación en Libia, el reto de la inmigración y la guerra en Gaza. París busca la sintonía de Roma en el conflicto de Oriente Medio, pero también aquí la distancia entre ambos países es profunda. Francia presidirá junto a Arabia Saudí una conferencia internacional en Nueva York a mediados de junio para promover el reconocimiento cruzado de Israel y Palestina, con el objetivo de impulsar la solución de ambos estados. Macron afirmó recientemente que reconocer a un estado palestino "no es sólo un deber moral, sino una exigencia política", mientras que Italia no es partidaria del reconocimiento unilateral de Palestina sin un acuerdo con Israel.