Macron no se ve favorito y recuerda las votaciones del Brexit y Trump
El presidente cierra la campaña advirtiendo que Le Pen representa la extrema derecha
ParísLlega la hora de la verdad. Este domingo Emmanuel Macron y Marine Le Pen se lo juegan todo a cara o cruz. Las últimas encuestas publicadas este viernes –está prohibido publicar el día de reflexión– apuntan a la tendencia de los últimos días: el presidente ha aumentado su ventaja ante la candidata de extrema derecha. Los sondeos otorgan entre un 53% y un 57% a Macron y entre un 47% y un 43% a Le Pen, una ventaja para el candidato a la reelección mayor que hace 12 días, cuando empezó la campaña de la segunda vuelta. Entonces algunas encuestas auguraban una victoria de Macron por la mínima.
A pesar de que el presidente ha ampliado la distancia con la líder de Reagrupamiento Nacional, no se puede descartar un accidente que lleve a Le Pen al Elíseo. Macron todavía no se ve vencedor, no confía en los sondeos y ha hecho un llamamiento este viernes a los electores a acudir a las urnas para frenar a la extrema derecha. "Las encuestas no son las elecciones", ha advertido. El candidato a la reelección ha recordado que los sondeos no vaticinaron ni el "sí" en el Brexit del referéndum británico ni la victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. "Pocas horas antes del Brexit, millones de personas daban por hecho que ganaría el no y no creyeron necesario ir a votar. Lo mismo pasó con la elección de Trump. El día siguiente muchos se despertaron con un disgusto", ha afirmado.
En el último día de campaña, los dos candidatos han entrado en el cuerpo a cuerpo. Ante el populismo que exhibe Le Pen presentándose como "la candidata del pueblo" e intentando quitarse la etiqueta de extrema derecha, Emmanuel Macron ha querido desenmascarar a su rival. "La operación formidable de transformismo que ha hecho la ultraderecha este último mes y estos últimos años es haber hecho creer que será el partido de la gente –ha afirmado Macron en una entrevista a BFMTV–. ¡No! Es la candidata de un clan, la heredera de una aventura familiar. Es la octava vez que un Le Pen se presenta a las elecciones presidenciales".
"Macron o Francia"
Le Pen, que domingo se presenta a su tercera elección presidencial y, probablemente, la última, no ha encajado bien las críticas de Macron y ha vuelto a su habitual lenguaje grosero y a una cierta agresividad verbal. "Que me desprecie a mí me da igual. Pero que desprecie a los franceses, que los maltrate, que los trate, como ha hecho, con desprecio, con arrogancia, es inadmisible", ha sentenciado. La líder de extrema derecha ha vuelto a dirigirse a los electores para defender que el voto de domingo será para escoger entre "Macron o Francia". Aun así, gane o pierda, Le Pen ha asegurado que ha hecho "la campaña que deseaba".
De cara a domingo, algunos medios de comunicación han pedido el voto para Macron para evitar que Le Pen se mude al Elíseo. El diario Libération, considerado de izquierdas, critica a Macron en un editorial publicado este viernes por algunas de sus medidas "antisociales" y "liberticidas". Pero admite que solo un voto "masivo" para Macron servirá para frenar la extrema derecha y plantea la elección como un "referéndum antifascista". Para el diario, que Marine Le Pen gane la elección querrá decir que Francia tendrá "una presidenta xenófoba y revisionista climática". "Ante una eventual victoria de la extrema derecha en Francia, no es posible abstenerse, es imposible votar en blanco. Debemos votar por Macron", reclama.
Alianza de izquierdas
Los partidos de izquierda, perdedores de la primera vuelta, ya miran hacia las elecciones legislativas de junio. Después de la derrota de las presidenciales, ahora el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, apuesta por una alianza de izquierdas para conseguir una mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional. Mélenchon, tercero en la primera vuelta con un 22% de los votos, está liderando las conversaciones –todavía informales– para presentar una candidatura única entre su formación, el partido de los Verdes (EELV), el Partido Comunista (PCF) y los anticapitalistas (NPA).
"Las discusiones avanzan mejor de lo previsto", ha asegurado el insumiso. El líder de la izquierda radical aspira a ser nombrado primer ministro si la unión de izquierdas consigue ser mayoritaria en la Asamblea. En este caso, tendría que convivir un gobierno liderado por la izquierda con Macron como presidente del país.
Si el presidente es reelegido domingo, el primer ministro, Jean Castex –y con él todos sus ministros en bloque–, dimitirá en los próximos días. Es una dimisión "de cortesía", un gesto habitual cuando hay la elección presidencial. Posteriormente, Macron tendrá que nombrar un nuevo primer ministro y un nuevo gobierno a pesar de que el presidente ha asegurado que esperará unos días, que necesita al menos una semana "de transición". Dependiente de las mayorías que salgan de las legislativas, el presidente se podría ver obligado a volver a cambiar el gobierno en verano si no obtiene la mayoría parlamentaria. Castex, en cambio, no dimitirá ahora si la ganadora de la elección presidencial es Marine Le Pen.