El legado económico de Macron: reducción de impuestos y el paro más bajo en 15 años

Le Pen defiende que el poder adquisitivo de los franceses ha caído, pero las cifras lo desmienten

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron.

París"Soy la candidata del poder adquisitivo". La frase es, seguramente, la que más ha pronunciado durante la campaña de la elección presidencial francesa la populista Marine Le Pen. La guerra en Ucrania y el consiguiente aumento de los precios han estallado en plena campaña y una habilidosa líder de extrema derecha lo ha aprovechado para cargar contra su rival en las urnas, el presidente Emmanuel Macron, y hacerse con los electores más afectados por el incremento de la inflación. Según una encuesta reciente, el tema que más preocupa en estos momentos a los franceses –más que la guerra o la pandemia– es la pérdida de poder adquisitivo.  

Le Pen no se cansa de decir que durante el quinquenato de Macron, el poder adquisitivo de los ciudadanos del país ha disminuido. Las cifras lo desmienten: en los últimos cinco años, no solo se ha creado ocupación y han aumentado los salarios a pesar de la pandemia, sino que la inflación en Francia, derivada del aumento de precios de la energía, es una de las más bajas de la Unión Europea (4,5%) y notablemente menor que la media de la zona euro (7,5%). Según un informe del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE), el poder adquisitivo de los franceses durante el mandato de Emmanuel Macron ha aumentado un 0,9% anual por hogar, el equivalente a 300 euros cada año. Francia, además, aumentará el 1 de mayo el salario mínimo un 2,65%, hasta 1.645,58 euros brutos mensuales, gracias a un mecanismo que prevé un incremento automático del SMI cuando sube la inflación.

Globalmente, la economía francesa va bien. Ha soportado con nota el impacto de la pandemia: la tasa de paro se sitúa en el 7,4%, el nivel más bajo en 15 años, y el crecimiento del PIB ha sido del 2,9% en el primer trimestre del año. Además, el paro juvenil ha caído al 15,9%, la tasa más baja desde hace 40 años. “Cuando fui nombrada en 2020, nadie imaginaba este resultado”, se congratulaba hace unas semanas la ministra de Trabajo, Élisabeth Borne. 

Rápida recuperación

La economía francesa se ha recuperado más rápido que la de los países vecinos del choque que supuso la crisis del covid. "El PIB ya ha vuelto al nivel precrisis e incluso es algo más elevado, mientras que el mercado laboral también se ha recuperado de una manera sorprendentemente rápida y fuerte, incluso más de lo que esperaba el propio Macron", explica el economista en cabeza de la Oxford Economics de Francia, Daniela Ordonez. Desde 2017 hasta ahora en Francia se han creado un millón de puestos de trabajo. Según el analista, no solo el nivel de paro ha bajado rápido, sino que la tasa de actividad también se ha recuperado muy rápidamente y ya está por encima de los niveles precrisis. “Esto es casi inédito en la eurozona”, afirma.

Camareros en un restaurante de París.

En materia de ocupación y actividad económica, Francia ha borrado en un tiempo récord las trazas de la pandemia y lo ha hecho gracias a importantes medidas que ha puesto en marcha para sostener la ocupación durante los confinamientos y para evitar la quiebra de empresas. Pero las medidas han dejado las cuentas públicas sin sanear: en 2021 cerró con un déficit público del 6,5% y una deuda que supera el 112%. “A diferencia del inicio de su mandato, para Macron bajar el déficit por debajo del 3% ya no es una prioridad. De hecho, pide a la Unión Europea una reforma fiscal para flexibilizar las normas y ya no se plantea volver al 3% hasta 2027”, destaca Ordonez. 

Reducción de impuestos

En los cinco años en el poder, Macron ha impulsado recortes de impuestos y reformas no previstas inicialmente, arrastrado por crisis como la de los chalecos amarillos. Durante su mandato ha reducido el IRPF, ha suprimido el IBI para las residencias principales, ha bajado el impuesto sobre sociedades y ha aprobado nuevas ayudas sociales, por poner solo algunos ejemplos. En total, las medidas han costado al estado 50.000 millones de euros. Según el informe del OFCE, las medidas han beneficiado especialmente a las clases medias, pero también al 10% de familias con ingresos más bajos y al 10% de familias más ricas. El analista de Oxford Economics ha destacado que el presidente de la República ha sido un dirigente “pragmático” que ha sabido adaptar su agenda de reformas a las crisis que ha habido. “Macron ha entendido que para hacer ciertas reformas impopulares tenía que ceder en otros aspectos. Ha sido su técnica y le ha funcionado”, subraya Ordonez.

Macron, que ahora defiende alargar la edad de jubilación de los actuales 62 años a los 65, reprocha a Le Pen que su programa económico es inviable porque integra medidas populistas con un elevado coste económico para el estado –como rebajar a los 60 años la edad de jubilación o una reducción de impuestos– y no especifica cómo se financiarían. Según un estudio de Oxford Economics, el programa electoral de Le Pen reduciría el crecimiento potencial del PIB un 3% a medio plazo, la deuda pública se elevaría hasta el 120% del PIB y la tasa de paro sería superior al 9%. “Bajar la edad de jubilación a los 60 años sería una de las propuestas económicas más problemáticas, puesto que reduciría la población en edad de trabajar y la mano de obra disponible, lo que haría disminuir el crecimiento potencial”, afirma el estudio.

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