¿Por qué uno de cada tres franceses vota a la extrema derecha?

Marine Le Pen podría convertirse en presidenta de Francia por el auge del voto extremista

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La líder  de Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, con seguidores.

ParísCasi uno de cada tres franceses votó a favor de un candidato de extrema derecha en la primera vuelta de la elección presidencial celebrada el domingo 10 de abril. El 32,3% de las papeletas que sumaron los ultraderechistas Marine Le Pen, Éric Zemmour y, el menos conocido, el líder de Debout la France, Nicolas Dupont-Aignan, es notablemente superior a las elecciones del 2017, cuando los tres candidatos no llegaron al 20%. Y las encuestas muestran que en la segunda vuelta, que el domingo enfrentará a Le Pen con el candidato a la reelección, Emmanuel Macron, el resultado será muy ajustado. Macron es favorito, pero los analistas coinciden en que el accidente es posible: Marine Le Pen podría ser presidenta.

¿Por qué la popularidad de la extrema derecha ha subido a Francia hasta el punto de que Le Pen podría ganar la elección? Los expertos apuntan a una serie de factores. El primero son las crisis sociales que ha habido en los últimos años, como la de los chalecos amarillos, pero el auge de la ultraderecha también está ligado al fenómeno de los efectos negativos de la globalización. “En la globalización hay perdedores: trabajadores que pierden su trabajo por la deslocalización de empresas, gente que pierde su estatus social, etc.”, explica el politólogo experto en extrema derecha Jean-Yves Camus.

En Francia, el voto de castigo al gobierno, el voto del ciudadano descontento, a menudo se va a la extrema izquierda pero también a la extrema derecha. Y, de hecho, alrededor de un 23% de los votantes que apoyaron al líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon en la primera vuelta, en la segunda votarán por la líder de extrema derecha. "Hay franceses que saben perfectamente quién es Le Pen y no tienen intención de que llegue al poder, pero quieren demostrar, a través de su voto a la candidata del Reagrupamiento Nacional (RN), que no quieren que Emmanuel Macron gobierne cinco años más", sostiene Camus.

Estrategia para ensanchar la base

El otro factor que explica el auge de la extrema derecha en Francia, y más concretamente el aumento de la popularidad de Marine Le Pen, es su operación maquillaje para parecer más moderada. La líder de la RN hace años que puso en marcha una estrategia para suavizar su discurso y ampliar su base de votantes. Zemmour, con un discurso más duro que Le Pen, ha contribuido a ello involuntariamente.

Una encuesta de Kantar Public publicada recientemente revela que solo el 50% de los franceses cree que Le Pen es un peligro para la democracia, mientras que en el caso del líder de Conquista, la cifra se eleva al 62%. “Se puede decir que Zemmour ha ayudado a Le Pen: le ha hecho aparecer ante la opinión pública como una moderada. Además, ella ha hecho una campaña más centrada en las cuestiones sociales que en la inseguridad o la inmigración”, subraya Emiliano Grossman, politólogo e investigador del Centro de Estudios Europeos SciencePo de París.

Programa contra la inmigración

Camus destaca que el líder de Reconquista "ha llegado a la campaña con propuestas aún más duras sobre inmigración e identidad, a la vez que Le Pen intentaba suavizar su imagen con entrevistas explicando cosas personales y dejando de reclamar la salida de Francia de la Unión Europea". Según el politólogo, Marine Le Pen es menos extremista que su padre –por ejemplo, no es antisemita– pero no es, en ningún caso, moderada. “Las principales cuestiones sobre inmigración en su programa no han cambiado: defiende el cierre del país a cualquier forma de inmigración y quiere dar a los franceses y extranjeros derechos diferentes sobre prestaciones sociales, acceso al mercado laboral o a la vivienda –afirma–. Es un programa radical”.

Los analistas coinciden en que una eventual victoria de Le Pen en la elección presidencial está determinada por la papeleta que elijan el domingo los electores de la derecha radical. Si los votantes de Jean-Luc Mélenchon –fue tercero en la primera vuelta con el 21% de los votos– mayoritariamente se abstienen o votan en blanco, Le Pen tiene opciones. Una abstención más elevada que en la primera vuelta facilitaría el camino de la líder de extrema derecha en el Elíseo. En otras palabras, o Macron logra movilizar a la izquierda o su reelección estará en peligro. Camus avisa: "Si Le Pen gana, la democracia en Francia está amenazada".

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