Unión Europea

El plan de Alemania y Francia para reformar la UE: suficiente unanimidad y menos comisarios

La propuesta francogermánica plantea poner un límite al incremento del número de eurodiputados, aunque el bloque crezca

3 min
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz

BruselasAlemania y Francia son los dos gigantes de la Unión Europea que, pese a sus constantes tira y aflojas, se ven obligados a entenderse ya cerrar filas, sobre todo en momentos históricos como es la potencial ampliación de los Veintisiete. Sea por la pandemia y la guerra de Ucrania o para evitar abrir la caja de Pandora y salir mal parado, el ejecutivo comunitario liderado por Ursula von der Leyen se ha mantenido al margen de las reformas estructurales que necesita el bloque europeo , pero el eje franco-alemán ha vuelto a tomar la iniciativa y en el marco del Consejo de Asuntos Generales ha presentado un informe que quiere marcar el camino a la UE y prepararla para absorber nuevos estados miembros.

Suficiente unanimidad

Muchas iniciativas que requieren unanimidad quedan varadas en las tablas de negociación por el veto de uno o dos estados miembros, lo que afecta a la eficiencia del blog. En el caso de la guerra de Ucrania, por ejemplo, Hungría ha bloqueado a menudo las ayudas a Kiiv y las sanciones contra Rusia, y lo ha aprovechado para chantajear a Bruselas y al resto de estados miembros. Polonia también a menudo ha tropezado con la aprobación de presupuestos comunitarios.

Berlín y París temen que, si con 27 ya cuesta sacar adelante algunos dossieres legislativos, con la entrada de nuevos estados, como Ucrania y distintos países de los Balcanes, el funcionamiento de la UE aún puede complicarse más. No son las únicas capitales que han planteado estas dudas e, incluso la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, en la previa del discurso del estado de la Unión de Von der Leyen, dijo que la UE "necesita reformas" y que, "tal y como la conocemos ahora, no puede funcionar con 32, 33 o 35" estados miembros.

En este sentido, París y Berlín quieren acabar con la unanimidad en el Consejo Europeo en cuestiones relativas a la política fiscal, tributaria y presupuestaria y en decisiones que afecten a la ampliación del blog, menos cuando se tenga que aceptar definitivamente un nuevo socio , cuando sí debería contarse con el visto bueno de todos los Estados miembros. De esta forma, se podrían aprobar leyes sólo con cuatro quintas partes de los apoyos. Sólo se mantendría la obligatoriedad de la unanimidad en defensa y asuntos exteriores.

Una Unión a diferentes velocidades

El informe propone cuatro círculos concéntricos de unión. En primer lugar, los países más históricamente integrados, que tienen el euro como moneda y forman parte de la zona de libre circulación Schengen. En segundo lugar, todos los Estados miembros que forman parte de la Unión Europea. Ya sólo con una simple "asociación", principalmente económica, se encontrarían los países amigos del blog y geográficamente más cercanos, como Suiza o Reino Unido. Por último, todos los estados occidentales que forman parte de la nueva Comunidad Política Europea, una plataforma recientemente creada por el presidente francés, Emmanuel Macron, que más allá de la UE también contiene los Balcanes, todas las repúblicas exsoviéticas e, incluso, Turquía .

Menos comisarios y eurodiputados

Otra de las medidas que propone el texto para mejorar el funcionamiento de la UE es reducir el número de comisarios –una figura similar a los ministros españoles o los consejeros catalanes– que configuran el ejecutivo comunitario. Ahora mismo, contando la presidenta Von der Leyen y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, son 27. Es decir, uno por cada estado miembro.

Francia y Alemania proponen que, tal y como ya recoge el tratado de Lisboa, deje de ser obligatorio que cada país tenga un representante en la Comisión Europea y que, en todo caso, sí haya cargos de segunda línea que sigan siendo de todos los estados. De esta forma, se conseguiría que los Colegios de Comisarios, que son los encuentros oficiales donde acuerdan las grandes decisiones, sean más eficientes y, si se amplía la UE, no se acaben formando ejecutivos multitudinarios de treinta o más miembros.

En cuanto al Parlamento Europeo, el eje franco-alemán también quiere detener el incremento constante del número de eurodiputados y quiere poner el máximo a 751 o menos, aunque se vayan añadiendo estados miembros y cada vez haya más habitantes comunitarios. Sin embargo, en estos momentos el Parlamento Europeo está relativamente lejos de llegar a este límite y está formado por 705 escaños, y en las próximas elecciones europeas del 6 al 9 de junio se escogerán once más, hasta 716.

Sin embargo, hay que recordar que el texto planteado por Francia y Alemania no se trata de una propuesta oficial y es sólo un informe hecho por expertos de los dos gobiernos sobre el que los Estados miembros empezarán a discutir y negociar cómo debe ser la reforma de la UE. De hecho, aseguran fuentes diplomáticas, existen muchos puntos en los que los Estados miembros tienen visiones completamente opuestas. En todo caso, la mayoría de socios coinciden en que se necesitan cambios estructurales y, según fuentes diplomáticas, todos mostraron una actitud "constructiva".

Los otros puntos de la propuesta

Aumentar la defensa del estado de derecho

El texto quiere que se sancionen a los Estados miembros –los sospechosos habituales son Polonia y Hungría– que no respeten el estado de derecho a través de la congelación de las inversiones comunitarias que les correspondería. De hecho, ya se ha actuado así con los fondos postcóvido, y se propone que se repita con el resto de fondos comunitarios que se salgan adelante.

Más presupuesto

Francia y Alemania proponen que el presupuesto de la Unión Europea vaya aumentado de forma proporcional al incremento del producto interior bruto del conjunto de los estados miembros. Así pues, se garantizaría que el presupuesto del blog comunitario al menos no se reduce de un año para otro. Sin embargo, hay países, como los llamados frugales –con los Países Bajos como máximo exponente–, que siempre se oponen a incrementos presupuestarios.

Fiscalidad justa

El eje franco-germánico también quiere poner fin a uno de los problemas endémicos de la Unión Europea y que les afecta más directamente: las diferencias fiscales entre estados miembros. Quieren armonizar el cálculo y cobro de las tasas y, de este modo, evitar que grandes multinacionales acaben evadiendo impuestos y situando sus sedes fiscales en países con poca presión fiscal, como Irlanda, Países Bajos o Luxemburgo. Ahora bien, precisamente estos estados miembros, los que se benefician a costa de ellos, son los que siempre se han negado y lo han bloqueado.

stats