Menos unanimidad y comisarios: Bruselas prepara la próxima gran ampliación de la UE
La Comisión Europea apuesta por ya tener en cuenta en los próximos presupuestos la potencial adhesión de nuevos socios europeos
BruselasLa invasión rusa en Ucrania ha acelerado los procesos de ampliación de la Unión Europea. Y no sólo con el país ucraniano, sino también hacia los Balcanes Occidentales y Moldavia. Hace años que estos estados se encuentran en la sala de espera de adhesión de los Veintisiete, y el bloque europeo teme que se acabe agotando la paciencia y caigan del lado de la influencia del régimen de Vladimir Putin. Por eso la voluntad de la UE es ahora admitirles al club lo antes posible y, por tanto, quiere prepararse para otra gran ampliación.
Con este objetivo, la Comisión Europea ha presentado este miércoles un plan sobre el que discutir qué medidas habría que tomar antes de aceptar nuevos socios, tal y como le pedían los estados miembros. Uno de los puntos más destacados es el de reducir los campos en los que se requiere unanimidad entre todos los países para llevar a cabo iniciativas. Esto, por ejemplo, ha afectado a la rapidez con la que se envían ayudas a Ucrania, porque da derecho a países como la Hungría del ultraderechista y euroescéptico Viktor Orbán, que nada a contracorriente del resto de socios, a vetar decisiones de gran importancia.
Bruselas también toma el guante de una de las principales preocupaciones de estados miembros que se benefician, y mucho, de la política agraria común (PAC), como Francia o Polonia. Temen que, con la potencial entrada de Ucrania, Kiiv se lleve una parte importante de la tarta de estos fondos y, de rebote, se reduzca la financiación europea destinada a su campesinado. Por eso la Comisión Europea apunta que en los próximos presupuestos ya hay que tener en cuenta una posible ampliación, especialmente en lo que se refiere al "reto clave" que supondría el despliegue de la PAC con nuevos países con un gran sector agrícola, como Ucrania.
Por otra parte, el ejecutivo comunitario también abre la puerta a reducir el número de comisarios europeos, que serían el equivalente a los ministros de un gobierno estatal. Ahora mismo cada país designa uno de estos cargos y, por tanto, hay 27 carteras, una cifra que algunas voces de la UE ya critican por demasiado elevada. Y sería aún más problemático si la UE acaba siendo un club de más de 30 estados miembros, tal y como ha señalado en más de una ocasión la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.