Policías, camareros y periodistas se alzan contra los Juegos Olímpicos de París

ParísEs poco habitual ver a policías protestando en la calle, pero esta semana miles de agentes se han manifestado en diferentes ciudades francesas para reclamar al gobierno una mejora de las condiciones laborales durante los Juegos Olímpicos de París, que se celebran este verano. Para garantizar la seguridad del evento, el ministerio del Interior ha notificado a los miembros de la policía que durante los juegos estarán movilizados el 100% de los agentes en todo el país.

Estará prohibido realizar vacaciones durante buena parte del verano y muchos de ellos serán desplazados forzosamente a París durante dos semanas. Los que se queden en el territorio, tendrán que trabajar en condiciones excepcionales, con las comisarías medio vacías, con menos efectivos que habitualmente.

Los sindicatos policiales se quejan de la falta de planificación y reclaman primas más elevadas para trabajar durante los juegos. El ministerio del Interior todavía no ha comunicado qué agentes tendrán que desplazarse a París ni cuándo podrán hacer vacaciones, algo que ha levantado muchas críticas. "Los policías necesitan saber dónde van a trabajar, en qué servicio, en qué horarios. Es extremadamente importante para poder gestionar las obligaciones familiares", advertía el sindicato Alliance Police en France 3. Los sindicatos también piden ayudas económicas para los policías con hijos pequeños que hayan de ir a París durante los Juegos y amenazan con una gran movilización si no se atienden sus peticiones.

Máxima alerta terrorista

La seguridad durante los juegos representa un reto enorme para el gobierno: Francia está en máxima alerta terrorista y está previsto que la capital francesa y su área metropolitana acojan a 15 millones de visitantes durante los Juegos Olímpicos y paralímpicos. Sólo para la ceremonia de inauguración, que se realizará en el río Sena, al aire libre, se desplegarán 35.000 policías para garantizar la seguridad de los 400.000 espectadores y de los atletas que desfilarán por el río en barcos.

Interior movilizará a la policía nacional , la gendarmería y 20.000 militares durante los Juegos, pero no serán suficientes. Está previsto que se contraten a miles de agentes de seguridad privada, pero las empresas reconocen que tienen problemas para reclutar el número de trabajadores necesarios, unos 25.000. Interior no descarta movilizar a personal administrativo del ministerio para realizar tareas de seguridad, mientras que las empresas de seguridad privada han hecho un llamamiento a los estudiantes universitarios. "Sólo que un 1% de los estudiantes que hay en Francia trabajaran en labores de seguridad para los Juegos, el problema estaría resuelto", afirmaba hace unos días el presidente de la federación francesa de seguridad privada, Pierre Brajeux.

Sin descanso semanal

Los trabajadores de otros sectores también están preocupados por sus condiciones laborales en los Juegos. El gobierno ha aprobado un decreto que permite a las empresas vinculadas directa o indirectamente al evento deportivo –seguridad privada, hostelería, servicios audiovisuales y periodismo, etc– suprimir los descansos semanales por sus trabajadores durante los Juegos Olímpicos. El gobierno también permitirá abrir los comercios de 15 distritos de París los domingos durante todo el verano.

"Las empresas tendrán a los trabajadores a su disposición durante 14 días seguidos", denuncia Amar Lagha, secretario general de la CGT Comercios y Servicios . Lagha asegura que su sindicato no está en contra de los Juegos, pero sí se vean penalizados a los trabajadores más precarios. La CGT asegura que en muchos sectores las empresas impiden a sus trabajadores hacer vacaciones durante los Juegos, pero considera el decreto un paso más allá y promete "un incendio social" si el gobierno no da marcha atrás. "Haremos huelga en todas partes donde sea posible", amenaza el sindicato.

Primas para los sanitarios

El sector sanitario de París y su área metropolitana también se verá afectado por el alud de turistas que visitarán la ciudad. En el caso de la red de hospitales públicos, sus responsables pidieron a los trabajadores de algunos servicios que voluntariamente renuncien a sus vacaciones durante el verano. A cambio, proponen una prima de 1.200 euros brutos por semana trabajada para las enfermeras y hasta 2.500 euros por médicos. Sin embargo, los sindicatos han criticado la propuesta y amenazan con hacer una huelga de celo.