Rusia cava trincheras en Kursk ante el avance del ejército ucraniano

BarcelonaLas tropas ucranianas siguen avanzando por noveno día consecutivo en territorio ruso. Imágenes satélite de Kursk, verificadas por la BBC, muestran que Rusia ha estado cavando trincheras en la región desde el inicio de la incursión del ejército ucraniano. Las trincheras, que se utilizan para defenderse del ejército enemigo, estarían situadas a menos de 10 kilómetros de la central nuclear de Kursk ya unos 45 kilómetros de la frontera, lo que confirmaría definitivamente el avance de Kiiv en territorio ruso . Según las mismas imágenes, las tropas ucranianas se encuentran, al menos, a 28 kilómetros de la frontera.

En una estampa inédita, soldados ucranianos patrullaban –incluso a pie– el miércoles por las calles de los municipios rusos capturados, donde ya cuelga la bandera ucraniana y donde la mayoría de la población ha sido evacuada. El avance de Kiiv tiene lugar "en múltiples direcciones" en la región de Kursk, según afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El balance de la operación sería tan positivo que el presidente considera la posibilidad de implantar oficinas militares en la región de Kursk. Ahora Ucrania quiere abrir rutas para evacuar a la población civil rusa y ha dicho que admitirá que organizaciones humanitarias internacionales accedan a ella para ofrecer ayuda a quien la necesite.

Zelenski, que ha conseguido dar la vuelta a la narrativa de la guerra con esta incursión sorpresa, ha felicitado en un vídeo compartido a X a un general que afirmaba que sus tropas ya han capturado al menos 100 soldados rusos. Un activo que, junto con la toma de territorios, podría convertirse en relevante para una eventual negociación.

Aunque Moscú asegura de puertas afuera que han logrado frenar los avances de Ucrania, sí ha reconocido el control de Kiiv en al menos 28 municipios. Ucrania dice que ya controla 74, mientras que analistas de la plataforma DeepState determinan que son 44 las localidades rusas controladas por Kiiv en la región de Kursk. Paralelamente, el máximo comandante militar de Ucrania, Oleksandr Sirski, sostiene que las fuerzas de Kiiv controlan unos 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso. Una cifra que los analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra reducen a unos 800 kilómetros cuadrados. Puesta en perspectiva, este dato es significativo, ya que los expertos de esta plataforma estiman en 1.175 los kilómetros cuadrados que ha capturado Rusia en Ucrania entre enero y julio de este año.

Sirski también ha confirmado el miércoles que las tropas que participan en la incursión en territorio ruso controlan la ciudad de Sudja. Con 6.000 habitantes, es la ciudad más grande del distrito y tiene un interés estratégico porque se encuentra en el cruce de dos gaseoductos por los que Rusia exporta su gas natural.

Además de la ofensiva terrestre, la noche del martes al miércoles Ucrania ha lanzado un ataque aéreo que describe como "el mayor" desde el inicio de la invasión, sobre bases aéreas rusas. El ministerio de Defensa de Rusia ha dicho que Ucrania había disparado 117 drones, sobre las regiones de Kursk, Vorónej, Bélgorod y Nizhny Nóvgorod. Esta última alberga la base de Savasleika, donde las fuerzas de Moscú albergan aviones equipados con misiles hipersónicos Kinzhal, que informes de medios locales aseguran que fue el objetivo de algunos proyectiles.

Preocupación en Rusia

Los primeros nueve días desde la incursión ucraniana también han dejado tiempo para que Moscú reorganizara sus tropas. Según el portavoz del ejército ucraniano, Dmitró Likhovi, Rusia habría trasladado algunas unidades de las regiones del sur de Ucrania de Zaporíjia y Dnipró a otras zonas de los combates. No ha concretado dónde. Sin embargo, todo indica que el movimiento pretende reubicar a estas tropas para repeler la ofensiva a Kursk, pero todavía es demasiado pronto para saber si esto puede tener un impacto significativo en el frente del Donbás. Varios analistas explicaron que uno de los principales objetivos de la penetración ucraniana en territorio ruso era precisamente alejar las defensas rusas de los otros frentes de Ucrania y atacar a una de las grandes debilidades de Rusia: la inmensidad de sus fronteras.

Rusia sigue enviando un mensaje de tranquilidad a su población, ante la incertidumbre que provocan las imágenes que llegan del frente. Moscú ha afirmado que Ucrania ha perdido hasta 2.300 militares, 37 tanques y varios vehículos militares desde que lanzó la incursión hace poco más de una semana, y acusa a Kiiv de haber descarrilado deliberadamente cualquier posible negociación de paz. Moscú hace bandera deestar dedicando esfuerzos a organizar el traslado de la población a zonas más seguras. Las autoridades rusas apuntaban el lunes que 121.000 personas habían sido evacuadas de las zonas fronterizas con Ucrania, y que otras 60.000 serían trasladadas más adelante.

Más allá del valor de intercambio que podría tener la región de Kursk en un futuro escenario de negociaciones, el mayor impacto del avance de Ucrania es psicológico. Para los ucranianos, supone una inyección de moral necesaria después de dos años de desgaste, y les demuestra que su ejército todavía es capaz de obtener victorias en el frente. En Rusia, en cambio, se tambalea la imagen de invencibilidad del Kremlin y pone en entredicho la invulnerabilidad de la potencia nuclear.