Municipios de Kursk cambian la bandera rusa por la ucraniana

Kiev dice que la ofensiva no se detendrá hasta que Rusia acepte la paz

ARA
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Un vehículo militar en un punto de control fronterizo con Rusia en la región de Sumi, en Ucrania.

BarcelonaLas fuerzas ucranianas van consolidándose en territorio ruso. Desde la incursión inédita del martes, ya son 28 las localidades controladas por Kiiv en la región de Kursk, según admitió el gobernador de la región rusa. En un gesto simbólico -que en contexto de guerra cuenta tanto como un gesto táctico-, los soldados ucranianos han ido sustituyendo a las banderas rusas de los edificios oficiales por banderas ucranianas. La rápida ofensiva ha insuflado ánimos a las tropas ucranianas, ávidas de una victoria en la frente tras meses de estancamiento, que han llenado las redes de vídeos en las que se deshacían de los colores de Moscú y los cambiaban por el amarillo del trigo y el azul del cielo que representan Kiiv.

Este movimiento parece contradecirse con las declaraciones que ha hecho hoy el portavoz de Exteriores de Ucrania, quien ha asegurado que la incursión en la región de Kursk no tiene el objetivo de "tomar el territorio de la región" sino de "proteger las vidas de nuestra gente". En cambio, ha añadido que la ofensiva no se detendrá hasta que Rusia acepte la paz. "Cuanto antes Rusia acepte restaurar una paz justa, más bien se detendrán las incursiones de Ucrania en territorio ruso. Mientras Putin continúe la guerra, recibirá estas respuestas de Ucrania", ha declarado en una rueda de prensa en Kiiv.

La presencia militar de Ucrania en territorio ruso es ya de 1.000 kilómetros cuadrados, según asegura el líder de sus fuerzas armadas, Oleksandr Sirski. Deep State, un grupo analítico ucraniano que trabaja estrechamente con el ministerio de Defensa, explicaba el martes en un informe que las fuerzas del país habían "avanzado en Sudja y capturado a Guevo, y que estaban atrincherados por completo en Gopcharovka". Tanto Guevo como Gopcharovka son dos pueblecitos que rondan los 1.000 habitantes, pero la presa de Sudja es más relevante: con 6.000 habitantes, es la ciudad más grande del distrito y su centro administrativo. Además, tiene un interés estratégico, ya que se encuentra en el cruce. de dos gasoductos por donde Rusia exporta su gas natural.

Mientras tanto, los municipios rusos cercanos a Kursk siguen en alerta. Este martes las autoridades de otro distrito de la región de Kursk, el de Bolchesoldatsky, anunciaron que iniciaban la evacuación de la población civil ante la inestabilidad de la situación en la zona. El Kremlin dice haber habilitado 400 refugios temporales en todo el país para acoger a 30.000 evacuados, y se calcula que hasta ahora 121.000 personas han abandonado su casa. De éstas, unas 200 han llegado a Moscú.

Desde el ejecutivo ucraniano han justificado esta penetración en territorio ruso por los más de 2.000 ataques contra la región ucraniana de Sumi, junto a la frontera, procedentes de Kursk. "Por desgracia, Ucrania no puede llevar a cabo ataques de largo alcance con las armas existentes para protegerse de ese terror", dijo el portavoz de Exteriores, quien lamentaba que los aliados occidentales de Kiiv no le dieran permiso para hacer servir cierto tipo de armamento en territorio ruso.

Esta versión de los hechos de Ucrania difiere diametralmente de la que ofrecen las fuerzas armadas rusas. El general Aptín Alaudinov ha asegurado este martes que las tropas rusas tienen bajo control la situación de la región de Kursk. "La mayor parte del territorio donde estaba el enemigo está vallada", ha dicho Alaudínov a una televisión rusa, y ha añadido que "difícilmente el enemigo podrá seguir avanzando", ya que "la guerra relámpago de Zelenski en principio ya es 'ha terminado'.

Sube el tono de las amenazas

"Rusia ha llevado la guerra a los demás, ahora la guerra le viene a casa", declaró la noche del lunes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Zelenski dijo que la incursión en la región de Kursk era una cuestión de seguridad para Ucrania y que podía ser "útil para acercar la paz". "Hay que forzar a Rusia a hacer la paz si realmente Putin quiere luchar -declaró-. Ucrania siempre ha querido sólo la paz y, sin duda, la vamos a garantizar", sentenció.

Al otro lado de la frontera, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha acusado a Ucrania de haber cometido "crímenes contra el pueblo ruso" y ha advertido que Kiiv recibirá una "respuesta justa". Ante este cruce de amenazas, la ONU mostró su preocupación por el aumento de las tensiones entre Kiiv y Moscú y pidió que "proteger a los civiles" sea una prioridad.

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