Francia

El Senado de Francia aprueba una ley para prohibir los matrimonios con inmigrantes en situación irregular

El alcalde de Béziers será juzgado por negarse ilegalmente a casar a un argelino sin papeles con una francesa

Dos jóvenes cruzando una calle de noche, en París
20/02/2025
2 min
Regala este articulo

ParísFrancia desea prohibir los matrimonios entre franceses y extranjeros en situación irregular, aunque no sean matrimonios de conveniencia. El Senado -dominado por la derecha- ha aprobado este jueves una proposición de ley para vetar que cualquier extranjero que no tenga permiso de residencia pueda casarse con una persona de nacionalidad francesa. A excepción de la izquierda, los partidos de todo el arco parlamentario, incluidos los del gobierno, votaron a favor.

El texto es muy probable que se apruebe también en la Asamblea pero, según apuntan los expertos citados por la prensa francesa, su constitucionalidad es cuestionable. Los socialistas ya han anunciado que si la ley se aprueba definitivamente, la llevarán al consejo constitucional. Según la jurisprudencia de esta institución guardiana de la carta magna, en Francia el matrimonio es una "libertad fundamental" protegida por la Constitución. En una decisión de 2003, el consejo se oponía a que "el carácter irregular de la situación de un extranjero sea un obstáculo" para contraer matrimonio.

El ecologista Mélanie Vogel considera la ley "un ataque a gran escala en la Constitución, en la Declaración de los Derechos del Hombre y, por tanto, en el estado de derecho", según ha denunciado. "Hacer la misma pregunta dos veces al juez constitucional con 20 años de diferencia no es ni insolente ni kamikaze. Es reconocer que la sociedad está evolucionando", se ha defendido Gérald Darmanin, el ministro de Justicia.

Prohibir un matrimonio

La aprobación del texto en el Senado coincide con la convocatoria ante la justicia del alcalde de Béziers, Robert Ménard, independiente cercano a la extrema derecha, por haberse negado a casar a una pareja en el 2023 entre una mujer francesa y un hombre argelino en situación irregular y una orden de expulsión de Francia. Ménard argumentó que se trataba de un matrimonio de conveniencia.

El caso es que en Francia un alcalde no tiene la potestad de prohibir un matrimonio. Si sospecha que es un matrimonio de conveniencia, debe trasladarlo a la fiscalía, que estudiará el caso y decidirá si autoriza o prohíbe la boda. Ménard no lo hizo y tendrá que responder ante la justicia. Se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel.

Además, la mujer ha denunciado públicamente que no se trataba de un matrimonio de conveniencia y acusa al alcalde de Béziers de haberle "destrozado" la vida. El hombre, de 23 años, fue expulsado de Francia poco después de la boda fallida. Según el relato de la mujer, llevaban dos años viviendo juntos y su hija -de una pareja anterior- lo consideraba su padre. "No era un matrimonio de conveniencia y no soporto esa acusación", afirma la mujer en una entrevista en BFMTV. "Vivíamos juntos, mi hija le conocía desde pequeña y le decía papa", explicaba por denunciar su situación.

stats