Ucrania lanza una contraofensiva para intentar salvar a uno de sus últimos bastiones en Donetsk

El máximo responsable de la inteligencia militar del país supervisa un contragolpe en Pokrovsk, la máxima prioridad de Kiiv

Militares ucranianos inspeccionan una zona residencial de Pokrovsk para evacuar a los civiles, este viernes.
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BarcelonaUna pequeña ciudad del este de Ucrania se ha convertido en las últimas horas en el centro de toda la atención de los ejércitos ruso y ucraniano. La defensa de Pokrovsk, en la provincia de Donetsk, es ahora mismo el principal objetivo de las fuerzas de Volodímir Zelenski, que intentan frenar el avance de las tropas rusas que, con muchos más efectivos, están cerca de rodear esta localidad clave para la logística bélica. Este sábado, el ejército ucraniano ha lanzado un contragolpe con fuerzas especiales, que han penetrado en la ciudad con helicópteros, según han publicado varios medios ucranianos.

El jefe del estado mayor ucraniano, Oleksandr Sirski, ha detallado en una publicación en redes sociales que en el contragolpe participan la dirección general de Inteligencia (GUR), el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y grupos consolidados de las fuerzas de operaciones especiales. Según explicaron fuentes del ejército ucraniano a la BBC, las fuerzas especiales de la inteligencia militar y los grupos de asalto se utilizan como infantería regular para proteger las líneas de suministro a las tropas de Pokrovsk, uno de los últimos bastiones ucranianos.

Medios locales han asegurado que el propio jefe de la GUR, Kirilo Budánov, está en el frente supervisando la operación. El ejército ucraniano no especificó la envergadura de la ofensiva, pero sí desmintió las informaciones rusas según las cuales un grupo de once militares ucranianos habían sido eliminados cuando intentaron aterrizar en helicóptero a un kilómetro de la ciudad. Sin embargo, Sirski admitió que Pokrovsk es el punto de frente de batalla "donde las cosas están más complicadas".

"Pokrovsk es nuestra prioridad", ha resumido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El ejército de Vladimir Putin lleva un año intentando capturar esta pequeña ciudad, que antes de la guerra tenía una población de sólo 60.000 habitantes. Lo principal es su ubicación, ya que es un centro clave de transporte y suministro. Si las tropas rusas logran tomar el control de Pokrovsk y del otro gran escenario de combates, ahora mismo, Kostiantínivka, lo tendrían más fácil para avanzar dentro de la provincia de Donetsk, en concreto hacia las dos grandes ciudades todavía en manos ucranianas: Kramatorsk y Sloviansk.

Putin exige al gobierno de Kiiv la cesión de todo el Donbás (que comprende las provincias de Donetsk y Luhansk) para aceptar un acuerdo de paz, lo que significaría la cesión de territorio que en estos momentos se mantiene bajo control ucraniano.

El Pentágono da luz verde para enviar misiles Tomahawk a Kiiv, pero debe aprobarlo Trump

El Pentágono ha dado luz verde para enviar misiles de largo alcance a Tomahawk a Ucrania, pero la decisión final la tiene el presidente Donald Trump. La CNN, que cita a tres funcionarios estadounidenses y europeos, ha informado de que el departamento de Defensa de EEUU aprobó el suministro de este armamento a Kiiv tras determinar que esto no afectaría negativamente a las reservas estadounidenses.

Según la cadena, el estado mayor informó a la Casa Blanca de su evaluación a principios de octubre, antes de que Trump se reuniera con Zelenski. En ese encuentro, el presidente de EEUU descartó entregar misiles Tomahawk a Ucrania: "No queremos regalar cosas que necesitamos para proteger a nuestro país", dijo. Este tipo de misiles tiene un alcance de unos 1.600 kilómetros, con lo que el ejército ucraniano podría atacar objetivos en el interior de Rusia muy lejos de la frontera, incluso Moscú.

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