Gana el turismo nacional
Carné de vacunación, bonos para familias, visitas del presidente y otros esfuerzos de los países europeos para promocionar las vacaciones en el propio país
Berlín / Milà / Londres / ParísGracias a la aceleración de la vacunación y a la clara evolución a la baja de los contagios, los europeos este verano no se quedarán tanto en casa pero la mayoría no saldrán de su país.
Más campings y menos Mallorca para los Alemanes
A los alemanes, si hay que generalizar, no les gusta improvisar, ni arriesgarse ni ir contra las normas. Pero hasta hace pocos días no han empezado realmente a planificar las vacaciones de verano, que en función de la región federal empiezan, si se tiene en cuenta el calendario escolar, entre el 21 de junio y finales de julio. Y parece que siguen las recomendaciones del ministerio de Asuntos Extranjeros. Más y más países han dejado de ser zonas de riesgo esta semana, lo que hace modificar los planes. Muchos optan, más que antes del covid, por territorios vecinos como Dinamarca y los Países Bajos.
Lo ha notado la asociación de campings alemana y el ADAC, el homólogo alemán del RACC. Las reservas este verano son más altas que antes del covid, sobre todo en la costa del mar del norte y en el Báltico, pero no tanto como el verano pasado. Se detectó un boom de reservas en campings los fines de semana largos en la primavera, cuando se pudo reservar por primera vez desde otoño, también en hoteles. Pero ahora los alemanes empiezan a reservar destinos que la mayoría evitaron el verano pasado: Croacia, Grecia, España, Chipre y Portugal. Hace un año la mayoría renunciaron a las vacaciones. Este año la mayoría quieren irse.
Las asociaciones y federaciones de gastronomía y hoteleria hace meses que presionan al gobierno de Angela Merkel para que promueva el turismo interior. Fue una bofetada abrir la temporada en las Islas Baleares mientras destinos turísticos en los Alpes de Baviera o la costa alemana continuaban cerrados herméticamente. Hace unos días el ministerio de Sanidad anunció que tenía el carné de vacunación digital a punto, un paso que parecía utópico en un país donde la digitalización ha llegado a la fuerza con la pandemia. Un 46,5% de la población está vacunada con una dosis y un 23% con las dos.
Los italianos se quedan en casa este verano
Con casi el 23% de la población inmunizada, los italianos volverán a viajar este verano para intentar dejar atrás más de un año de pandemia. El sector turístico aspira a recuperarse gracias a la reapertura de la mayoría de actividades económicas y la caída de los contagios desde que el país empezó la desescalada a finales de abril. Aún así, uno de cada dos italianos, según una encuesta reciente, dice que este año no se irá de vacaciones. La incertidumbre por la crisis económica o el miedo a contagiarse pesa sobre la decisión de quedarse en casa.
Por el contrario, casi diez millones y medio de italianos ya han reservado las vacaciones, según un estudio de la Confederación General Italiana de empresas. En espera de la puesta en marcha del pasaporte Covid, el 86% de los que tienen pensado hacer las maletas estas próximas semanas han elegido un destino nacional, con la Puglia, Sicilia y la Toscana como las regiones preferidas, mientras que solo el 14% viajarán a otros países europeos. Una decisión que penaliza a España, destino turístico tradicional de los veraneantes italianos, que este año baja hasta la tercera posición en sus preferencias, por detrás de Grecia y Francia.
Para incentivar los viajes de interior y ayudar al sector turístico, el gobierno concederá un bono de hasta 500 euros para las familias con tres o más miembros con ingresos inferiores a 40.000 euros, que podrán gastar en hoteles, campings, casas rurales y agencias de viajes en Italia. También podrán solicitarlo personas individuales (150 euros) y parejas (300 euros). La ayuda fue aprobada el año pasado para intentar parar la hemorragia del sector y, a pesar de la tibia acogida, el ejecutivo ha decidido prorrogarla hasta el 31 de diciembre de 2021.
Pendientes de la variante Delta y del semáforo
El pasado jueves la exprimera ministra británica, Theresa May, denunció en el Parlamento que “el Reino Unido estaba cerrado para los negocios”. La razón: la política del gobierno Johnson, su sucesor, de reabrir la industria aérea y permitir que los británicos se desplacen libremente donde quieran. Para May es injustificable que uno de los países con un nivel de inmunización más alto del mundo -casi el 78% de la población con una primera dosis y el 55% con la pauta completa- continúe imponiendo todo tipo de restricciones a sus ciudadanos.
De hecho, unos cuantos ministros del gobierno Johnson han reiterado una idea muy clara hace pocos días: “La mejor opción este verano es hacer vacaciones por dentro de las islas Británicas”. Tiene un doble efecto: se fortalece el sector turístico interior y se evita lo que pasó en verano de 2020, cuando en septiembre los casos de covid empezaron a subir exponencialmente hasta conducir al segundo confinamiento de noviembre. Y todavía más en un contexto en que la variante Delta, un 60% más contagiosa que la Alfa, está siendo importante sobre todo en el norte de Inglaterra.
Para disuadir a los británicos de viajar al extranjero, de momento solo once países y territorios -ninguno de los grandes destinos habituales- están en la lista verde, que evita que cuando se vuelva al país de orígen haya que hacer una cuarentena de diez días y un mínimo de dos PCR, tres si se quiere reducir el tiempo de reclusión. Teniendo en cuenta lo que pasó la semana pasada, cuando Portugal pasó a la lista amarilla y miles de turistas tuvieron que correr -y pagar precios abusivos para volver antes de lo previsto para esquivar la cuarentena-, si las circunstancias no cambian radicalmente -y no lo parece- lo más probable es que la inmensa mayoría de británicos se queden en casa.
"Este 2021 las vacaciones están en Francia"
Los franceses no harán tanto turismo interior como en el primer verano pandémico, pero a pesar del regreso progresivo a la normalidad mayoritariamente optarán por volverse a quedarse en el país. Según el último sondeo de la consultora Ipsos, Francia es el estado europeo con más turismo interior: un 69% de los franceses que se irán de vacaciones no atravesarán ninguna frontera. El año pasado fueron el 81% y antes del coronavirus el 56%.
El gobierno francés está dedicando muchos esfuerzos a retener a los ciudadanos, como por ejemplo las visitas que el presidente Emmanuel Macron está haciendo en pueblos turísticos para promocionarlos. “Tenemos estos lugares absolutamente magníficos, estos campos, estos pueblos sublimes para acoger a nuestros compatriotas en las mejores condiciones. Este 2021 las vacaciones están en Francia”, dijo.
Pero el covid-19 ha cambiado los destinos turísticos interiores y los tipos de alojamientos. Las regiones más rurales y menos pobladas vieron crecer la clientela en plena pandemia. En cambio, las zonas de turismo masivo son las que sufrieron más la bajada y las reservas de este año parecen indicar que la tendencia se mantendrá. Más allá de la Francia continental, muchos franceses optarán por visitar Córcega o los territorios de ultramar.
Ahora bien, ¿cuál es el país preferido de los franceses (después del suyo, evidentemente)? España, y sobre todo las Baleares y las Canarias, que según eDreams son los destinos que concentran hasta ahora el 65% de sus reservas en el estado español. El mismo operador turístico apunta a que los franceses están reservando al mismo ritmo que antes del covid en Grecia y en Túnez, mientras que Marruecos continúa la tendencia a la baja. También se interesan por grandes ciudades como Dubai, Estambul y Lisboa.