Se informan por internet, van a manifestaciones y quieren vivir fuera de Rusia: la generación Putin

Nacidos cuando la URSS ya era un fantasma del pasado, los postmillennials rusos no ven el mundo como sus padres

Leandro Gutiérrez
20/03/2022

Tbilisi (Georgia)Son los que difunden las convocatorias de protestas en las redes sociales y los primeros en ser detenidos. Son los que viven con el miedo de ser movilizados al ejército y los primeros que vivieron sin el miedo de los años 90, una década marcada por la inestabilidad, el crimen organizado y la inseguridad. El único líder de la Federación Rusa que han conocido ha sido el actual presidente, Vladímir Putin. Son los jóvenes rusos de la generación Putin.

Rusia ya lleva 20 años con el exagente de la KGB al frente, con la excepción de los cuatro años en los que el segundo de a bordo, Dmitri Medvédev, fue el presidente. Pero incluso en este periodo Putin fue el primer ministro. Por este motivo, hay toda una generación que no sabe qué es vivir sin Putin en el poder. Todas las personas que han hablado con este diario para esta pieza han preferido no dar su nombre real por temor a posibles repercusiones.

Cargando
No hay anuncios

Una de ellas, Masha, de 22 años, explica que no se puede imaginar otra vida: "Es muy difícil". "La vida [antes de la guerra] no era muy mala, me sentía protegida en Rusia”, dice. En general lo que ha escuchado de la URSS no le gusta, porque “no se podía viajar al extranjero, había pocos productos y pocas cosas de otros países, y ahora teníamos más oportunidades que en la época soviética”. Pero admite que hay cosas que le gustaría reformar en su país. “Me gustaría sobre todo cambiar las relaciones que tenemos con otros países, llevarnos mejor con ellos”, comenta. Entre otras cosas, se queja de que “con el pasaporte ruso no se puede ir a ninguna parte”. Actualmente vive en el extranjero.

Cargando
No hay anuncios

Desconfianza en el gobierno

El segmento de edad de los menores de los 30 años son los que más recelo tienen del gobierno y las élites rusas. Son los que miran menos medios estatales –suelen preferir internet para informarse–, los que menos apoyo dan a Putin (un 32%) y los que más apoyo dan al opositor Alekséi Navalni (con un 25%). También son los que más recelo tenían respecto a la vacuna Sputnik (60-65% en contra del fármaco ruso).

Cargando
No hay anuncios

Pero, a pesar de ser los que más rechazo tienen a las autoridades, salen poco a protestar: tienen miedo de hacerlo. “Yo nunca he ido a protestar. Creo que las protestas no cambian nunca nada y me siento incómoda en la multitud”, dice Masha. A pesar de que conoce a mucha gente que sí que participa en este tipo de acciones, reitera que “no cambian nada y es mejor no arriesgarse”. Entre la población rusa es habitual este sentimiento de apatía política. Cree que Putin “seguirá más tiempo siendo presidente después de los cambios constitucionales (de 2020)". "No me sorprende mucho, siempre he vivido con Putin de presidente, ya nos estamos acostumbrado los de mi edad”, añade.

Pero, a pesar del miedo, son un grupo con peso en todas las manifestaciones que se han visto en Rusia. Yulia, por ejemplo, cree que “es bueno que se intenten cambiar las cosas”. Añade que “la gente quiere saber qué pasa y luchar por sus derechos”. En definitiva, cree que para que se pueda realmente modificar el país “mucha gente tendría que protestar: se tendría que ser una gran cantidad de personas para poder cambiar cosas". Confía en que en un futuro próximo Putin abandone el poder. “Si se mantiene en el poder, estoy segura al 100% de que esto será malo para nuestro país. E irá a peor, a peor y a peor. Y seremos más pobres”, razona.

Cargando
No hay anuncios

Llamados a filas

Es habitual que la gente más joven tenga en la cabeza vivir en otro país. Según datos del Centro de Opinión Levada, cerca del 50% de los jóvenes rusos quieren abandonar el país, mientras que solo el 22% de los rusos de todas las edades quieren hacerlo. Uno de los que sí que quiere irse es Yuri. Él ya tenía en la cabeza salir del país para tener una vida mejor. “Lo tenía todo pensado, quería irme para poder trabajar en mi campo (informática) en Ucrania, en Kiev. La guerra ha acelerado la necesidad de buscar la manera de irse”. Según explica este joven de veintipocos años, le corre prisa porque lo han llamado para el servicio militar y a la vez ha tenido que cambiar de destino por motivos evidentes. Cuando se le pregunta por otros temas, prefiere no hablar más. Si encuentra un trabajo podrá justificar que no puede ir al frente, pero, si no fuera capaz, le tocaría participar en la invasión de Ucrania. La alternativa que le queda es ir a prisión.

Cargando
No hay anuncios

Los países preferidos para estos jóvenes rusos suelen ser los de la UE y Estados Unidos, pero también hay importantes comunidades de la diáspora rusa en Latinoamérica, China y Asia Central. Los que actualmente viven en Occidente sufren rusofobia, como es el caso de estudiantes universitarios que han sido expulsados o que han sido invitados a “irse” del país, como ha pasado en la Universitat de València.