Putin se organiza un baño de masas para defender su guerra

Con motivo del octavo aniversario de la anexión de Crimea, el presidente convoca a decenas de miles de personas en un estadio de fútbol

Leandro Gutiérrez
4 min
El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a un concierto conmemorativo del octavo aniversario de la anexión de Crimea por parte de Rusia al estadio Luzhniki de Moscou

Tbilisi (Georgia)Baño de masas de Vladímir Putin para conmemorar el octavo aniversario de la anexión a Crimea por parte de su Rusia. También para defender la guerra en Ucrania. Cerca de 80.000 personas han recibido al presidente, erigido en gran estrella del acontecimiento, en el estadio de fútbol Lujnikí, que acogió la final de la copa del mundo en 2018. Bajo el lema "Por Rusia, por un mundo sin nazismo", se ha organizado un concierto seguido por 200.000 personas más en el exterior del recinto. Las gradas y el alrededor del estadio, llenísimos de banderas rusas. Aclamado constantemente por un público casi enloquecido, Putin ha subrayado que la invasión contra los vecinos ucranianos es una misión "liberadora". También ha hecho referencia a la Biblia para justificar la ofensiva. "Liberar a la gente del sufrimiento, del genocidio, es la principal motivación de la operación militar que ha empezado en el Donbás y en Ucrania. Este es el objetivo. ¿Sabéis? Recuerdo estas palabras de la Biblia: «No hay mayor amor que alguien que da su alma por sus amigos», ha asegurado. Además del líder ruso, también han asistido otras grandes voces del oficialismo putiniano, como Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores; Margarita Simonián, directora del canal estatal RT, y Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.

Además de banderas rusas también han abundado pancartas o camisetas con la letra Z, símbolo del apoyo al ejército ruso por la expresión “Za pobedu” (por la victoria), que se ha popularizado desde el inicio de la ofensiva contra Kiev. La Z no solo es un símbolo de apoyo a la guerra y al gobierno, también se está usando para marcar a los que se posicionan contra la guerra, como por ejemplo pintando las puertas de los domicilios de los disidentes. Cada vez hay menos espacio para la disidencia en Rusia. Además, y según agencias occidentales como Reuters, muchos funcionarios estatales, como profesores o trabajadores del metro de Moscú, han sido obligados a asistir al acontecimiento, presionados por la administración local o por sus superiores. También había una importante presencia de niños y jóvenes entre el público. Otros medios como la BBC explican que los estudiantes han recibido permiso para saltarse clases si asistían a “un concierto”.

"No habíamos tenido esta unidad desde hace mucho tiempo", ha dicho Putin. No ha hablado de la cifra de soldados rusos muertos en Ucrania, desconocida porque el Kremlin continúa sin compartirla. Tampoco ha hablado de la creciente persecución a todos aquellos rusos que denuncian la guerra, ni de los medios de comunicación que cierran o huyen asustados por una nueva ley que puede castigar con 15 años de prisión aquellas informaciones que no digan lo que su gobierno quiere escuchar y que, por ejemplo, hablen de guerra o invasión, y no de operación militar especial. Tampoco ha hablado de la fuga de grandes multinacionales que ha dejado a los rusos sin Mc Donald's o Starbucks, ni de las sanciones que llegan desde Occidente y que amenazan de muerte la economía de Moscú.

El presidente ruso Vladímir Putin pronunciando el discurso durante el concierto celebrado para conmemorar el octavo aniversario de la anexión de Crimea por parte de Rusia en el estadio Lujnikí.

"Traidores a la patria"

El baño de masas ha sido repentinamente cortado en la retransmisión de televisión que se ha hecho. Testimonios presenciales han asegurado que no había habido ningún problema y que el presidente ruso había acabado su discurso con normalidad. El Kremlin, posteriormente, ha hablado de problemas técnicos en la retransmisión, que después se ha emitido entera. Una posible razón de los problemas técnicos, sin embargo, ha emergido a través de las redes sociales. Porque de las imágenes captadas con los teléfonos móviles se desprende que Putin ha pronunciado su exaltación patriótica detrás de una enorme mampara antibalas. En la retransmisión oficial de la televisión rusa, sin embargo, la mampara no se veía.

"Yo crecí en la URSS, mi vida está en la URSS. Cohetes, el mejor ballet, las chicas más guapas del planeta y la victoria en la Segunda Guerra Mundial”, ha cantado una de las bandas que ha participado en el gran concierto. El público también cantaba a viva voz. Otros grupos han interpretado viejas canciones bélicas. “¡Adelante, Rusia!", decían. Han actuado cantantes como Grígori Leps y Liubé, y algunos grupos de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, los territorios separatistas de Ucrania que el Kremlin reconoció para justificar el inicio de la invasión.

El lenguaje hace días que es especialmente bélico, polarizador. El miércoles el presidente ruso, Vladímir Putin, pronunció un discurso contundente, intimidatorio, contra sus propios compatriotas en el que cargaba duramente contra los “traidores a la patria”. Afirmaba que “el pueblo ruso sabe distinguir entre los verdaderos patriotas y la escoria”, y cree que “Occidente quiere utilizar a los quintacolumnistas, que buscan conseguir su objetivo, la destrucción de Rusia”. Sin matices, concluyó: “Esta limpieza de nuestra sociedad fortalecerá todavía más nuestro país, nuestra solidaridad, nuestra cohesión y nuestra preparación para cualquier reto”.

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