Estados Unidos

Kamala Harris vuelve a ponerse bajo los focos

La vicepresidenta gana protagonismo para demostrar que también está preparada para liderar el país si es necesario

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La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, junto al presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Mike Johnson, aplaude a Joe Biden durante una inervención al del Congreso

WashingtonKamala Harris llegó a la vicepresidencia de Estados Unidos con muchas expectativas: era la primera mujer, la primera afroamericana y la primera persona de ascendencia asiática que asumía ese cargo. Dentro del partido demócrata se esperaba que la segunda del presidente Joe Biden tendría buena acogida entre el ala más progresista y acapararía portadas. Nada más lejos de la realidad. Durante esos años Harris ha tenido un perfil bajo. Pero ahora parece que esto está cambiando.

La vicepresidenta se ha puesto bajo el foco esta semana cuando ha hecho una llamada al alto el fuego en Gaza, en el discurso más contundente de la administración estadounidense contra su socio, Israel. Aunque Harris ha sido el rostro de algunas de las luchas de la administración Biden –como la de la defensa de los derechos reproductivos–, muchos de sus logros no han tenido mucha repercusión. La contundente crítica a Tel Aviv llega en un momento en el que la situación de hambruna en la Franja es extrema y la popularidad de Biden está cayendo por su apoyo incondicional a Israel, que incluso le está causando desgaste electoral. Las declaraciones sirvieron de preludio para que cuatro días después Biden anunciara la creación de un puerto provisional en la costa de Gaza para poder enviar ayuda humanitaria. Después de haberse reunido en la Casa Blanca con el ministro israelí Benny Gantz, en una visita no autorizada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, esta madrugada Harris ha insistido, en una entrevista en la CBS, en que "es importante distinguir entre el pueblo de Israel y su gobierno: es el pueblo quien tiene derecho a la seguridad".

Relanzarse

Más allá de hacer de contrapeso cara a los votantes que se alejan de Biden por su complicidad con Israel, las palabras de la vicepresidenta también buscaban marcar perfil. "Quiere enseñar que ella puede ser una buena líder", explica Peter Slevin, profesor de periodismo de la Northwestern University y autor de la biografía Michelle Obama: a life. Cuenta que, con la posibilidad en el horizonte de que Biden sea reelegido para un segundo mandato, Harris está intentando relanzar y mejorar su imagen.

Cuando intentó disputarle la nominación a Biden en el 2020 no hizo una campaña especialmente buena y durante esta legislatura ha protagonizado algunas escenas que le han salido muy caras. Una fue la visita a Guatemala en el 2021, en la que pidió a la población que no intentara ir a Estados Unidos. "No vengáis". Una afirmación que le valió muchas críticas externas y dentro de las mismas filas del partido, como fue el caso de Alejandría Ocasio-Cortez. La vicepresidencia siempre es un cargo que queda relegado a un papel secundario y el hecho de que Harris la asumiera en medio de la pandemia tampoco la ayudó.

Como vicepresidenta hay una idea que ya hace tiempo que se preguntan los medios estadounidenses: si Biden reedita un nuevo mandato y no puede acabarlo por motivos de edad, le tocaría a ella sustituirlo. Forma parte del rol de vicepresidenta. De ser así, se convertiría en la primera mujer afroamericana presidenta de Estados Unidos. Biden tiene ahora 81 años y acabaría la legislatura con 85. Por eso, con una potencial reelección sobre la mesa, Harris "tiene un gran reto". "Debe demostrar que está preparada para ser presidenta de Estados Unidos. Y por eso deja claro que es fuerte en la política exterior", apunta Slevin.

Más allá de las declaraciones sobre Gaza, recientemente Harris ha asumido papeles más visibles, como la visita a Europa para la Conferencia de Seguridad de Múnich. Allí se encontró con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y otros líderes europeos. Además de ser la cara visible de la lucha por el derecho al aborto (durante el discurso del Estado de la Unión Biden se encargó de otorgarle el mérito), ahora también se encarga de la carpeta de la Prevención de Violencia de Armas de Fuego.

Parece que Harris se siente cómoda con el nuevo protagonismo y con la idea de cuál será su papel en el futuro. En una entrevista en Wall Street Journal le preguntaron si la preocupación que tienen los votantes sobre la edad de Biden significa que ella debe convencerles de que está preparada. Ella respondió: "Estoy preparada. No hay ninguna duda". La exposición de la vicepresidenta no solo responde al deseo de mostrar al electorado que puede confiarse en el tándem Biden-Harris. "A largo plazo ella también está pensando en su futuro como política", apunta Slevin.

Uno de los rumores sobre la candidatura de Biden a raíz de la nominación republicana es la posibilidad de que a última hora sea sustituido por otra persona del partido. Uno de los nombres que ha sonado en varias ocasiones es el de Michelle Obama, aunque se trata de un rumor infundado. "Te aseguro que Michelle no tiene ningún interés", explica Slevin, que se dedicó meses a seguir a la ex primera dama para escribir el libro. ¿Y Harris? ¿Existiría la posibilidad de que en la convención demócrata de agosto se produjera el cambio? "La única posibilidad de que el nombre de Harris aparezca en la convención es que Biden, una vez elegido, decida dar un paso al lado", expone Slevin, quien asegura que eso tampoco está previsto que ocurra. "Todo el mundo del equipo de Biden dice que él está convencido de que quiere concurrir a las elecciones de noviembre".

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