Merkel: "Nos tenemos que apresurar en la lucha contra el cambio climático"
Las inundaciones ya han dejado más de 180 muertos y la alerta se desplaza ahora a Baviera
SabadellLa cancillera alemana, Angela Merkel, ha visitado este domingo el land de Renania-Palatinado, en el oeste del país, que ha sido uno de los más afectados por las inundaciones de esta semana. Merkel, que estaba de viaje oficial en Washington cuando el jueves empezó la catástrofe, ha descrito como "surrealistas" y "fantasmagóricas" las imágenes que ha visto en Schuld, un pueblo de unos 700 habitantes que ha quedado prácticamente arrasado y que se ha convertido en uno de los símbolos de la tragedia. Esta pequeña población forma parte del distrito de Ahrweiler, donde viven unas 130.000 personas y donde hasta ahora se han contabilizado 112 víctimas mortales. En total, al menos 157 personas han perdido la vida en Alemania debido a este temporal, el peor desastre natural que ha sufrido el país desde 1962. Las inundaciones también han dejado un mínimo de 31 muertos en Bélgica, de forma que el balance global de víctimas sube de momento a 188. "La lengua alemana apenas tiene palabras para [describir] la devastación que se ha ocasionado", ha dicho Merkel.
Según el alcalde pedáneo de Schuld, Helmut Lussi, el agua del río Ahr llegó a 8,87 metros por encima de su nivel habitual. "Todas las casas del pueblo han quedado afectadas. Algunas quedaron totalmente cubiertas de agua hasta más arriba del primer piso. En cuestión de pocos minutos la gente lo perdió todo", ha explicado Lussi este domingo, entre lágrimas. Se calcula que solo en este pueblo ha habido daños por valor de entre 30 y 40 millones de euros. "Estábamos realmente bien preparados, pero esto tiene una dimensión que no habíamos visto nunca en Alemania. El agua cayó rápidamente y en cantidades gigantescas", ha explicado la presidenta regional, Malu Dreyer.
Merkel ha prometido que este mismo miércoles el gobierno federal aprobará un paquete de ayudas económicas urgentes que llegará "de manera directa y sin burocracia" a los afectados. La cancillera no ha concretado el volumen de estas ayudas, pero el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, ha asegurado en declaraciones al diario Bild que se destinarán más de 300 millones de euros, a los cuales se añadirán "miles de millones" para la reconstrucción de casas, carreteras y puentes. Hay que tener en cuenta que Scholz, actual vicecanciller, es también el cabeza de lista del Partido Socialdemócrata (SPD) –uno de los grandes rivales, junto con los Verdes, de la CDU de Merkel– en las elecciones del 26 de septiembre, y que por lo tanto se encuentra en plena precampaña electoral.
Pero, más allá de esta respuesta inmediata, Merkel ha avisado de que hay que pensar también en el largo plazo, y en este sentido ha vuelto a hacer hincapié en la necesidad de actuar rápidamente para combatir el cambio climático, tal como ya había hecho el jueves el candidato de su partido en las elecciones del otoño, Armin Laschet (que es también el presidente del land del Rin del Norte - Westfalia, la otra región que ha sufrido más los efectos del temporal). "Plantaremos cara a los elementos de la naturaleza a medio y a largo plazo con una política que tenga más en cuenta la naturaleza y el clima, tal como hemos hecho estos últimos años", ha dicho la cancillera, y ha avisado: "Nos tenemos que apresurar en la lucha contra el cambio climático".
Baviera, en peligro
En el oeste de Alemania (y en las regiones limítrofes de Bélgica y los Países Bajos) no se han registrado precipitaciones importantes desde el sábado, y los esfuerzos se centran ahora en la limpieza, la evaluación de los daños, la recuperación de servicios básicos (todavía hay miles de hogares sin electricidad) y la búsqueda de las personas desaparecidas, que todavía se cuentan por centenares (a pesar de que muchas, probablemente, están simplemente incomunicadas y por eso no se sabe nada de ellas desde hace días).
Pero ahora el peligro se ha desplazado unos 500 kilómetros hacia el sudeste, al land de Baviera, donde las lluvias torrenciales que empezaron el sábado al atardecer han provocado el desbordamiento de varios ríos, la inundación de algunas carreteras y corrimientos de tierras. Buena parte de la región está en alerta por riesgo de inundaciones. En el distrito de Berchtesgadener Land (al extremo sur-oriental de Alemania, justo en la frontera con Austria) hay como mínimo un muerto, se han tenido que evacuar 130 vecinos y se teme que algunas casas se puedan hundir. En las calles el agua ha arrastrado los coches, que han quedado amontonados. Más al norte, en la ciudad de Passau, situada también sobre el límite con Austria y justo a la confluencia de los ríos Danubi e Inn, la gran subida de los niveles del agua amenaza con un posible desbordamiento. La previsión es que la lluvia intensa continúe durante la noche pero que el lunes la situación mejore.
El presidente de Baviera, Markus Söder, ha alertado de que los hechos son "un increíble toque de atención" de la naturaleza, a pesar de que ha subrayado que de momento la situación no es comparable a la del oeste del país. Söder también se ha sumado al llamamiento para intensificar la lucha contra el cambio climático y ha recordado que su gobierno se ha fijado el objetivo de que Baviera logre la neutralidad de emisiones de gases contaminantes en 2040, una década antes del plazo que ha marcado el ejecutivo federal para el conjunto de Alemania. "Tendremos que trabajar mucho para conseguirlo", ha admitido Söder, pero ha avisado de que "al fin y al cabo los costes de no hacer nada son mucho más elevados".