México plantea "pausar" las relaciones con España, a quien acusa de "saqueo"

El presidente mexicano acusa los anteriores ejecutivos de "promiscuidad económica y política"

ARA
y ARA

BarcelonaEl presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha planteado este miércoles hacer "una pausa" en las relaciones con el gobierno español y con las empresas españolas, argumentando que ahora "no son buenas". "Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben", ha dicho en su rueda de prensa diaria, y ha acusado a España de ver México como una "tierra de conquista y de saqueo". El mandatario mexicano no ha concretado en qué se traduce esta "pausa", y el ejecutivo español no ha hecho ningún comentario.

López Obrador ha acusado, como ha hecho otras veces, a las empresas españolas de aprovecharse de México –especialmente a partir de la reforma al sector energético del 2013, que lo abrió a actores privados– y ha comparado sus acciones con los saqueadores de la época colonial. Ha afirmado que ha habido una "promiscuidad económica y política" a las cúpulas de los gobiernos anteriores de México y de España, durante "tres sexenios seguidos" en los cuales el país centroamericano se llevaba la peor parte porque era "saqueado".

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"Así que vale más que nos demos un tiempo, que hagamos una pausa", ha reiterado. En particular, el mandatario mexicano ha hecho referencia a compañías del sector de la energía y de la construcción que firmaron contratos con las administraciones de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018). Precisamente uno de los grandes proyectos que López Obrador prometió en la anterior campaña electoral, el junio de 2021, era una reforma energética, que tendrá que pactar con la oposición.

Varias veces, López Obrador ha criticado la negativa de España de ofrecer disculpas a los pueblos indígenas de México. La primera enganchada diplomática por esta cuestión llegó en 2019, cuando el presidente mexicano envió una petición al rey de España, Felipe VI, para que pidiera perdón por los "abusos" cometidos por los conquistadores españoles a la llegada a América, petición que recibió el rechazo generalizado de los partidos españoles, y también del gobierno de Pedro Sánchez. El año pasado el enojo de López Obrador se intensificó por unas palabras del expresidente José María Aznar, que se burló del mandatario mexicano: "¿Cómo se llama? Andrés por la parte azteca, Manuel por la maya , López por la inca...".