Mueren la madre embarazada y su bebé, símbolos del ataque contra un hospital en Mariúpol

Habían sobrevivido al bombardeo de una clínica maternoinfantil de la ciudad

Cristina Domingo Dorado
14/03/2022

BarcelonaUna de las embarazadas del bombardeo al hospital de Mariúpol y su bebé han muerto, según explica la agencia de noticias Associated Press (AP). Las imágenes de la mujer, que se cogía la barriga mientras la trasladaban en una litera, rodeada de humo y edificios arruinados, se convirtió en un símbolo del horror indiscriminado de los ataques rusos en esta guerra. Un equipo de AP fue testigo de las consecuencias del bombardeo que el día 9 de marzo impactó en el hospital maternoinfantil de Mariúpol, en el sur de Ucrania, y localizó a las víctimas y supervivientes que habían trasladado a otros centros. Los equipos de emergencia consiguieron llevar a la mujer hacia un hospital a las afueras de la ciudad, todavía más cerca de la línea del frente. Allá los médicos la recibieron con vida, pero con la pelvis aplastada y una cadera dislocada. El cirujano Timur Marin explica a AP que el bebé nació por cesárea, pero que no dio señales de vida. "¡Matadme ya!", dijo la mujer al saber que el hijo no había sobrevivido. El equipo médico intentó reanimarla durante más de media hora, sin resultados. Madre y bebé murieron. El marido de la mujer y padre del bebé fue a recoger los restos mortales al hospital. "Al menos ha venido alguien y los cuerpos no han acabado en la fosa común de la ciudad", dijeron los médicos.

Son dos nuevas víctimas mortales que se suman al balance que había hasta ahora del ataque ruso al hospital, donde ya habían muerto tres personas más, una de ellas un niño. Al menos 17 personas más fueron heridas.

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Otra de las embarazadas que también se hizo tristemente conocida por las imágenes posteriores al ataque tuvo a su hija dos días después, según explicó un familiar de la chica a la periodista Olga Tokariuk, del Center for European Policy Analysis. La joven fue identificada como Marianna Vishegirskaya, una influencer de moda y maternidad. Ella y su hija "están bien, pero hace mucho frío en Mariúpol y los bombardeos no han parado", decía Tokariuk en Twitter.

El reflejo del dolor que causa este asedio "catastrófico" y "apocalíptico", como lo han definido Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja Internacional, quedó grabado en los rostros transfigurados de un padre y una madre desolados ante la muerte de su bebé de 18 meses, que resultó gravemente herido por uno de los bombardeos en Mariúpol.

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Acusaciones de crímenes de guerra

Ante las acusaciones de crímenes de guerra, Rusia justifica el bombardeo del hospital diciendo que había sido evacuado, que allí no quedaban ni médicos ni pacientes y que el centro había sido tomado por tropas del ejército ucraniano, en concreto por parte del batallón neonazi Azov. Los embajadores rusos en Londres y en las Naciones Unidas incluso alegaron que las imágenes que demuestran que había civiles en el edificio son "falsas" y que habían sido escenificadas con actrices.

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Desde el inicio de la guerra, la OMS ha documentado 31 ataques contra centros sanitarios. "Atacar a los más vulnerables: bebés, niños, mujeres embarazadas y aquellos que ya sufren enfermedades, y los trabajadores sanitarios que arriesgan sus propias vidas para salvar vidas, es un acto de crueldad inadmisible", escribía la Unicef en un comunicado de este domingo.

Más de 430.000 personas viven en Mariúpol, que está siendo rodeada por las tropas rusas, con un asedio de características medievales. Los diversos intentos de establecer corredores humanitarios que permitan, por un lado, la evacuación de civiles y, por otro, la entrada de ayuda humanitaria, han fracasado. El último, este domingo, cuando un convoy humanitario que llevaba comida, agua y medicamentos tampoco pudo llegar, debido al bombardeo a que sometían las tropas rusas la vía de acceso. Según ha informado este lunes el consejero de la presidencia, Olexí Arestovich, citando fuentes de la administración de la ciudad, desde el inicio de la invasión han muerto más de 2.500 residentes. En los últimos días han aparecido imágenes de fosas comunes que se están habilitando para enterrar a las víctimas mortales del asedio.