Netanyahu pacta el futuro de Gaza con Trump y amenaza con "acabar el trabajo" si Hamás no lo acepta
El plan de paz propone una especie de protectorado estadounidense para la Franja y establece que no habrá desplazamientos forzados
WashingtonLa última vez que el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Donald Trump, comparecieron conjuntamente desde la Casa Blanca fue para anunciar los planes de convertir la Franja en una especie de complejo turístico. Este lunes ambos mandatarios han vuelto a comparecer para anunciar el plan que han pactado para poner fin al conflicto, pero sin tener aún el sí de Hamás, a quien presionan ahora para que acepte. De no hacerlo, o romper el pacto una vez logrado, Netanyahu ha amenazado con "acabar el trabajo" en la Franja y Trump aseguró que Israel contará con "apoyo total" de Estados Unidos para ello. La cuarta visita del dirigente sionista a Washington se produjo cuando el genocidio en Gaza ya se cobró la vida de 66.000 palestinos.
Asimismo, el futuro que plantea el plan para la población palestina sigue siendo difuso e incierto. La ausencia de concreciones sobre cómo será la vida de los gazatinos al día siguiente de la guerra ya augura qué lugar ocuparán en la lista de prioridades para reconstruir la Franja. Lo único que quedaría garantizado, según el texto, es que "nadie será obligado a abandonar Gaza, y quienes deseen abandonarla son libres de hacerlo así como de volver". La aceptación del estado palestino queda en condicional, aunque sí se reconoce como "aspiración". De cumplirse todo el proceso -incluida la reforma de la Autoridad Palestina- "las condiciones podrían finalmente dar lugar a un camino creíble hacia la autodeterminación y el estado propio de los palestinos".
Según la agencia Reuters, el primer ministro de Qatar y el jefe de la inteligencia de Egipto han hecho llegar la propuesta a Hamás, y los negociadores del grupo palestino han dicho que revisarán el documento "con buena voluntad" y darán su respuesta.
Trump y Netanyahu cierran filas para poner el foco de las presiones sobre el grupo armado, aunque el acuerdo aún debe ser aceptado también por Israel. El texto que la Casa Blanca ha enviado poco antes de la rueda de prensa, hace uso del condicional para ambos lados. Netanyahu ha afirmado que los 20 puntos que expone el documento son "consistentes con los cinco principios" que su gobierno de coalición ha establecido para poner fin a la guerra y cómo debería ser el escenario posterior.
"Gaza será desmilitarizada –ha explicado Netanyahu–. Israel mantendrá la responsabilidad de seguridad, incluido un perímetro de seguridad para el futuro previsible. Y, por último, Gaza tendrá una administración civil pacífica que no estará en manos ni de Hamás ni de la Autoridad Palestina". En redes, Benny Gantz, una de las principales figuras de la oposición parlamentaria en Tel Aviv, ya ha dado el visto bueno al texto: "El plan de Trump para Gaza debe aplicarse".
Un protectorado estadounidense
Trump ha confirmado que al día siguiente del fin del conflicto se establecerá una administración de transición que gobernará la Franja y que el ex primer ministro británico, Tony Blair, formará parte. Pero quien estará al frente de este organismo será el propio Trump, quien ha asegurado que "los líderes del mundo árabe y de Israel, y todo el mundo que está implicado" le han pedido.
Bajo este tipo de protectorado estadounidense, Washington colaborará con los socios árabes e internacionales para crear unas fuerzas de seguridad alternativas temporales, bajo el nombre de Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), que se desplegará inmediatamente en Gaza y que, a medida que vaya ampliando su alcance. Las tropas, según el texto, "se retirarán en base a normas, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización que se acordarán entre el IDF, el ISF, los garantes y Estados Unidos".
La administración de transición planteada por Trump no se diferencia tanto del anuncio que realizó en la conferencia de prensa de hace siete meses junto a Netanyahu, donde ya insinuó la idea de que Estados Unidos se haría "cargo" de la Franja de Gaza. "Nos apoderaremos [de Gaza] y seremos responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin estallar y otras armas en el territorio, allanar el terreno, derribar los edificios destruidos, crear un desarrollo económico que proporcione una cantidad ilimitada de puestos de trabajo y viviendas para alguna gente, para hacer el trabajo escandalizó a toda la comunidad internacional con la idea.
Trump ha agradecido a Netanyahu "estar de acuerdo con el plan" y permitir que se pueda "poner fin a la muerte y destrucción" que ha sufrido la región, al tiempo que ha sacado pecho de su labor para devolver "la paz" a Oriente Próximo, con la mirada puesta en el Nobel de la Paz. A su vez, el primer ministro israelí también le ha agradecido la implicación: "Bajo tu liderazgo, estamos dando el siguiente paso para ganar la guerra y ampliar la paz".
El plan establece que, si Hamás acepta la propuesta, todos los rehenes deberán liberarse "inmediatamente, y no más tarde de 72 horas". En caso de no aceptarla, Trump ha dicho que Israel tendrá "el apoyo completo" para poner fin a Hamás. El mandatario estadounidense ha utilizado la misma fórmula que Netanyahu empleó en la Asamblea de la ONU cuando dijo que debía "acabar el trabajo en Gaza". "Si Hamás rechaza el acuerdo, que siempre es posible, ellos serán los únicos que quedarán (sin hacerlo) [...] Pero si no, como sabes, Bibi [Netanyahu], tendrías un apoyo lesivo para hacer lo que deberías hacer".
Retirada de tropas gradual
Según la propuesta presentada por la Casa Blanca, "si ambas partes" la aceptan, "la guerra terminará de inmediato". Este cese de las hostilidades comportará que "las fuerzas israelíes se retirarán hasta la línea acordada para preparar la liberación de los rehenes" y durante ese tiempo "todas las operaciones militares [...] quedarán suspendidas" y las líneas de combate quedarán "congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada escalonada completa". En el mapa adjunto al plan, la línea de retirada del ejército israelí se sitúa a la altura de Rafah.
Durante el encuentro con Netanyahu, Trump también ha organizado una llamada con el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jasim Al Thani. Durante la conversación a tres bandas, Netanyahu ha mostrado su arrepentimiento a Al Thani por elataque contra Qatar a principios de septiembre con el objetivo de eliminar a miembros de Hamás.
Rechazo internacional
La posibilidad del fin de las hostilidades flotaba en el ambiente desde hacía días, aunque en la ONU Netanyahu hizo explícito que debe "acabar el trabajo" en Gaza y que no piensa aceptar la existencia de un estado palestino. Las palabras las pronunció ante una Asamblea prácticamente vacía, en la que su comitiva intentaba llenar con aplausos las sillas que el resto de países habían dejado vacías en símbolo de protesta. Las palabras del israelí contrastaban con las de Trump, que poco antes había asegurado que podía "haber un acuerdo" y que "habrá paz". Incluso el republicano dijo el jueves que no permitiría que Israel se anexionara Cisjordania.
Desde ese momento de desacuerdo visible, la maquinaria diplomática había seguido trabajando el fin de semana para intentar acercar a Netanyahu al plan del presidente para poner fin al conflicto. El enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, se reunió el domingo con el primer ministro israelí en el hotel donde se aloja en Washington. En la reunión, que duró cerca de dos horas según Times of Israel, Witkoff quería conseguir que Netanyahu apoyara el plan de Trump, pese a las reticencias del primer ministro israelí en cuanto al papel de la Autoridad Palestina y el desarme de Hamás.
Quien también participó en la reunión, según explica el medio israelí, fue Jared Kushner, el yerno de Trump. Kushner es propietario de una empresa inmobiliaria y en varias ocasiones ha hecho comentarios sobre la oportunidad de negocio que ve en la Franja una vez acabe la guerra. En una charla en marzo, destacaba lo "valiosos" de los terrenos de Gaza que están en primera línea de costa.