La Casa Blanca impulsa a Tony Blair para presidir una autoridad internacional transitoria en Gaza

Donald Trump dice que no permitirá que Israel se anexione Cisjordania: "Ya es suficiente, es hora de detenerlo"

Destrucción Gaza
26/09/2025
5 min

LondresTony Blair, exprimer ministro británico (1997-2007), ha emergido una vez más como posible actor clave en un hipotético escenario de posguerra en Gaza, en un papel que evoca el mandato británico sobre Palestina que ya le otorgó la Sociedad de Naciones después de la Primera Guerra Mundial. Horas después de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ofreciera en su intervención virtual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas una Gaza sin Hamás si alguna vez llega la paz, varias informaciones periodísticas difundidas tanto en Estados Unidos como en Reino Unido e Israel apuntan a que la Casa Blanca estudia encargarle a Blair la dirección de una administración internacional provisional en el territorio palestino, ahora prácticamente destruido después de dos años de masacre y genocidio.

De acuerdo con todas estas informaciones, Donald Trump ha discutido las últimas propuestas con los líderes árabes en Naciones Unidas esta semana. Como trasfondo, la idea clave es que Gaza sea dirigida por un ente de transición con el apoyo de la ONU y de los estados del Golfo, antes de ser devuelta al control palestino, quizás durante un período de cinco años.

Washington habría aceptado que Tony Blair lidere esta autoridad. De hecho, hace unas semanas el ex primer ministro discutió en la Casa Blanca varias posibilidades. Fuentes diplomáticas que citan tanto a la BBC como al Financial Times apuntan que esta opción no está cerrada, sino que es una de las que hay sobre la mesa. En cualquier caso sería una alternativa a la interminable destrucción actual, sobre la que muy posiblemente se pronunciará este viernes, a primera hora de la tarde de Catalunya, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuando intervenga, él sí personalmente, ante Naciones Unidas.

Tony Blair en una imagen de archivo.

Anoche Netanyahu se reunió con Trump en la Casa Blanca. El presidente de EEUU ha dejado muy claro que no permitirá que Israel se anexione partes de Cisjordania, como quisieran algunos ministros israelíes. "No pasará. Basta. Es hora de detenerlo", ha dicho desde el Despacho Oval. En la práctica, los asentamientos israelíes han crecido en tamaño y número desde que Israel invadió Cisjordania en la guerra de 1967, extendiéndose profundamente en el territorio con un sistema de carreteras y otras infraestructuras bajo control israelí, dividiendo aún más la tierra. Un plan de asentamiento israelí conocido como proyecto E1, que dividiría la Cisjordania ocupada y la separaría de Jerusalén Este, recibió en Israel la aprobación final en agosto, informa Reuters. Atravesaría así el territorio del supuesto futuro estado palestino.

Los planes de Washington con Blair en el centro cuentan con el apoyo del Reino Unido. Por su parte, Arabia Saudí exige que cualquier plan de posguerra conduzca de forma irreversible al establecimiento de un estado palestino. Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal han sido los últimos países en reconocer oficialmente el estado palestino, justo antes del inicio de la Asamblea General de la ONU, para tratar de facilitar la salida de ambos estados. Pero estas iniciativas han sido duramente condenadas por Israel. Netanyahu ha advertido que el estado de Palestina "nunca existirá" y ha anunciado que continuará con los asentamientos ilegales en Cisjordania.

Blair, de 72 años, ha trabajado durante meses a través del suyo think tank, el Tony Blair Institute, en una propuesta para el "día después", que él mismo ha presentado en Washington y en las capitales árabes. Su idea central es la creación de la Autoridad Internacional Transitoria de Gaza (Gita), una estructura avalada por la ONU que ejercería de "suprema autoridad política y legal" durante el período ya citado de hasta cinco años. El modelo, según los documentos consultados, se inspira en las administraciones provisionales que acompañaron a las transiciones de Timor Oriental y Kosovo hacia el estado propio.

Propuestas europeas

El plan de Trump coincide en varios puntos con la iniciativa de Blair, pero también incorpora elementos de otras propuestas europeas y árabes, según los medios que hablan. Plantea el establecimiento de un comité palestino de tecnócratas con supervisión internacional, el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional –con mayoría de países árabes– y el compromiso explícito de que no habrá desplazamientos forzosos de la población gaziana. El objetivo es llegar a un alto el fuego permanente y liberar a los últimos rehenes que Hamás mantiene vivos, una veintena aproximadamente.

En este esquema, Israel debería replegar las tropas en las posiciones de la tregua temporal de enero-marzo pasado y retirarse del todo una vez que la fuerza de estabilización internacional esté operativa. Hamás quedaría excluida de cualquier papel en el gobierno. La Autoridad Palestina (AP) tendría alguna función en la transición, pero varios actores –desde algunos estados árabes hasta la propia AP– reclaman que tenga un rol mucho más amplio para evitar que la nueva estructura sea percibida como una ocupación colonial encubierta.

El mecanismo de gobierno propuesto por la Gita es complejo. Incluiría un consejo de siete a diez miembros, con al menos un palestino, representantes de la ONU, figuras internacionales con experiencia ejecutiva o financiera y fuerte presencia de miembros musulmanes. Un secretariado de hasta 25 personas y un consejo ejecutivo de cinco comisarios dirigirían ámbitos clave: asuntos humanitarios, reconstrucción, legislación, seguridad y coordinación con la AP. En paralelo, una Autoridad Ejecutiva Palestina (PEA) gestionaría ministerios tecnocráticos –salud, educación, infraestructuras, finanzas, justicia y bienestar social–, y policías reclutados y verificados profesionalmente mantendrían el orden público. También se prevé un órgano judicial dirigido por un jurista árabe y una "unidad de preservación de derechos de propiedad" para garantizar que ninguna salida voluntaria de palestinos suponga la pérdida del derecho a devolver o de la titularidad de bienes.

Obstáculos

Sin embargo, la iniciativa provoca fuertes reticencias. La Unión Europea y varios estados árabes defienden una transición más rápida hacia el control de la AP, recogida en la reciente Declaración de Nueva York, avalada por más de 140 países en la Asamblea General de la ONU. La propuesta alternativa apuesta por un gobierno tecnocrático de un año de duración y después la transferencia inmediata de poder a una AP reformada, con nueva Constitución y elecciones.

En cuanto al papel de Tony Blair, genera una polémica particular. Por un lado, tiene apoyos potentes dentro de la Casa Blanca: Jared Kushner, yerno y exasesor de Trump, y Steve Witkoff, emisario especial del presidente, le han defendido como opción óptima para liderar la administración provisional. Además, Blair tiene una relación privilegiada con varios líderes del golf. Por otra parte, muchos palestinos le ven con hostilidad, ya que le acusan de haber bloqueado sus aspiraciones estatales durante su etapa como enviado del Cuarteto (2007-2015) y tienen presente su implicación en la Guerra de Irak.

En el centro del debate está también Benjamin Netanyahu. El primer ministro israelí ha prometido reiteradamente "destruir a Hamás" y rechaza cualquier papel para la Autoridad Palestina. Netanyahu rompió su última tregua en marzo, y actualmente dirige una nueva ofensiva contra Ciudad de Gaza, que quiere definitiva. La respuesta que dé hoy al plan de Trump será clave y pondrá a prueba hasta qué punto el presidente estadounidense está dispuesto a presionar a Israel.

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