Guerra Israel-Palestina

"Disparan directamente a la cabeza": el clima de guerra se contagia a Cisjordania

Desde el 7 de octubre han muerto 95 palestinos en manos del ejército y colonos israelíes y más de mil han sido detenidos

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Una mujer palestina lleva piedras durante los enfrentamientos con las tropas israelíes en la entrada norte de la ciudad de Ramallah en Cisjordania.

Enviada especial a RamalaUn río de gente sigue los dos cuerpos envueltos con banderas palestinas por las estrechas callejuelas del campo de refugiados de Jalazone, uno de los más grandes de Ramala, en Cisjordania. Los hombres delante, las mujeres detrás: sobresalen sus gritos. "Vuestra muerte no será en vano". Algunos con lágrimas en los ojos, otros en silencio, caminan hasta el cementerio. Entre el cortejo hay banderas de Al Fatá, el viejo partido de Yasir Arafat, y algunas de Hamás.

"A las cinco de la madrugada soldados y tanques israelíes entraron para detener a activistas en su casa y la gente del campo se enfrentó a pedradas para impedirlo, como ocurre cada día desde el principio de la guerra", relata en el ARA una mujer que vive en el campo. Los dos chicos, Mahmoud Saif, de 20 años, y Mohamed Nidal, de 22, murieron por disparos de balas reales. Las fuerzas israelíes dejaron a 20 heridos, cuatro en estado grave, según fuentes del hospital de Ramala. Desde el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó el ataque sorpresa desde Gaza, han muerto en Cisjordania 95 palestinos a manos del ejército y los colonos israelíes, según la Autoridad Palestina, probablemente el balance más mortífero en dos semanas desde la segunda Intifada, y han arrestado a más de un millar.

"Israel ha puesto en marcha una guerra no sólo contra Gaza, sino también contra Cisjordania, y disparan directamente a la cabeza: al primer chico le dispararon cuando estaba en el coche y al segundo cuando fue a socorrerlo", dice Amal, que vive en el campo y lleva una bandera de Fatah. También asegura que los soldados impidieron el acceso a las ambulancias, durante horas, para atender a los heridos.

Muchas criaturas siguen el funeral asomadas a los balcones de las casas destartaladas de este campo, donde viven 16.500 refugiados, según los datos de la ONU. Son los que fueron desplazados de 36 localidades palestinas en las regiones de Lydd, Ramleh, Haifa y Hebrón en 1948, cuando se fundó el estado de Israel. Viven hacinados en una superficie de 0,2 kilómetros cuadrados. Una densidad de población que triplica a la de Barcelona.

Incursiones militares diarias

En un comunicado, el ejército israelí asegura que la incursión se hizo para detener a unos sospechosos y que la gente del campo les tiró piedras y artefactos explosivos desde las azoteas, a las que respondieron "con fuego real". Dicen que de los 15 detenidos (que según la Autoridad Palestina son 20), 10 eran "operativos de Hamás".

La guerra está en Gaza, donde este lunes se han superado los 5.200 muertos, pero la tensión en Cisjordania va en aumento. Las incursiones militares en ciudades, pueblos y campos son diarias. Los refugiados palestinos de Jalazone también temen a los colonos del asentamiento de Beit El, situado al lado este del campo. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, ha impulsado armarlos, rebajando los requisitos para llevar armas. La semana pasada, la comisión de Seguridad de Knesset, el Parlamento israelí, aprobó la nueva regulación tras recibir nuevas 41.000 solicitudes de licencia de armas desde el ataque de Hamás. Ben Gvir declaró que "esta guerra demuestra que debemos armar a nuestros ciudadanos, además de tener una potente fuerza policial".

Soldados israelíes vigilando desde la distancia a los palestinos durante los enfrentamientos en la entrada norte de la ciudad de Ramala, en Cisjordania.

Fuentes de organizaciones de derechos humanos palestinas temen el rápido deterioro de la situación y prevén que la escalada va a durar tiempo. Bajo el estado de emergencia, los palestinos pueden ser detenidos durante ocho días antes de llevarse ante un juez. El tribunal decide entonces si mantenerlos en la llamada detención administrativa –que no requiere ninguna acusación formal durante seis meses prorrogables– o si acepta procesarlos por algún cargo.

Detenciones en casa

Según apuntan abogados palestinos consultados por el ARA, la mayoría de los detenidos estos días ya habían pasado antes por prisión y son arrestados en su casa, porque es más fácil que los tribunales acuerden el encarcelamiento de quienes ya tienen antecedentes. También hay menores y detenidos por participar en manifestaciones o simplemente por haber expresado opiniones o colgado imágenes de los bombardeos en Gaza en las redes sociales.

También los palestinos que viven dentro de Israel con una ciudadanía que les concede derechos limitados están sufriendo la represión en el clima de miedo generado desde el 7 de octubre. Hay muchos casos de detenciones, despidos e incluso ataques físicos, bajo la acusación de simpatizar con Hamás o de incitación a la violencia, sólo por publicar citas del Corán a favor de la paz o por expresar horror por las criaturas muertas en Gaza.

Es el caso de Abed Samara, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Hasharon de Petah Tikva, que fue despedido la semana pasada por uno post en Facebook, según explicó la dirección del centro, en el que trabajaba desde hacía quince años. También le denunciaron a la policía. Le acusan de haber publicado la bandera de Hamás y "de expresar palabras de apoyo a la organización terrorista", cuando lo que tenía como imagen de perfil desde hace dos años era la shahda, la declaración musulmana de fe "No hay otro dios que Alá y Mahoma es su profeta", acompañada de una imagen de una paloma con una hoja de olivo en el pico. Según explica el diario israelí Haaretz, muchos hospitales están adoptando medidas similares contra médicos y enfermeras.

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