Oriente Próximo

Irán ataca al Kurdistán iraquí en la primera muestra de músculo militar contra Israel

Teherán asegura que ha bombardeado un centro de espionaje israelí en Irbil, pero sus misiles de largo alcance han dejado a cuatro civiles muertos

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Una casa destrozada tras el ataque con misiles en el Kurdistán iraquí

BeirutAl menos cuatro personas murieron y otras seis resultaron heridas tras un ataque con misiles balísticos de la Guardia Revolucionaria iraní sobre distintos puntos de Irbil, la capital del Kurdistán iraquí, según las autoridades de la zona. Los lanzamientos se produjeron pocos minutos antes de la medianoche del lunes al martes y, según Irán, se dirigieron a "una de las principales sedes de espionaje del Mosad" en el Kurdistán iraquí. Pero los analistas contradicen la versión oficial y explican que el edificio atacado era la vivienda de un empresario kurdo acusado de exportar petróleo a Israel.

Los ataques deben interpretarse como un aviso a los enemigos de Irán. El cuerpo de élite iraní ha enseñado su músculo, después de tres meses en la retaguardia de la guerra en Gaza. Hasta ahora la República Islámica ha mantenido cierta distancia, dejando que las milicias patrocinadas por Irán abrieran frentes a Irak, Siria, Líbano y Yemen, lanzando ataques con misiles o drones contra bases israelíes y estadounidenses en la región , así como atacando barcos en el mar Rojo, en represalia al apoyo de Washington en Tel Aviv.

Como subraya el periodista libanés Ali Hashem, experto en Irán, el régimen de los ayatolás “ha estado distanciándose de las tensiones durante los últimos meses. Estos ataques son los primeros movimientos audaces de Teherán, y la proximidad del objetivo al consulado de Estados Unidos en Irbil es la cuestión clave”. Con los bombardeos en Idlib, Teherán también ha llevado a cabo el ataque con misiles de mayor alcance que ha hecho nunca, a más de 1.200 kilómetros de distancia de las fronteras.

Irán ha querido acabar así con la imagen que estaba proyectando en el exterior de cierta debilidad, en lugar de mostrarse como una fuerza poderosa y desafiante contra Israel y Estados Unidos. Teherán ha evitado una participación directa para defender a su aliado palestino, Hamás, desde que atacó a Israel el 7 de octubre. Los ataques a líderes proiraníes y los atentados terroristas en el cementerio de Kerman, en el mausoleo del general Qasem Soleimani, que acabó con la vida de más de 80 personas, han expuesto aún más la vulnerabilidad del régimen iraní. Y también el fallo de seguridad interno por la infiltración de grupos extremistas, pese a su formidable capacidad policial y de servicio de inteligencia.

Represalias pero con "objetivos blandos"

La Guardia Revolucionaria ya advirtió de que tomaría represalias por los asesinatos de su alto comandante Sayyed Reza Mousavi, abatido presuntamente con un dron israelí a finales de diciembre en Damasco; del número dos de Hamás, Saleh el Arouri, a principios de enero en Beirut, y del comandante de Hezbolá Wissam al Tawil, unos días después, también con un dron israelí en el sur de Líbano. Lo ha hecho ahora, pero contra "objetivos blandos", no directamente contra objetivos israelíes ni estadounidenses, señala al ARA Mohanad Hage Ali, analista militar. Como explica el analista, la Guardia Revolucionaria sigue un mismo patrón en el que “el régimen de Irán se muestra duro en su discurso, a la vez que tiene especial cuidado para evitar la confrontación directa con enemigos más fuertes”.

Así, la salva de misiles balísticos que impactaron en Irbil cayeron cerca del aeropuerto y del nuevo consulado de Estados Unidos, todavía en construcción. De hecho, en 2022 Irán se atribuyó la responsabilidad de un bombardeo de misiles que impactó en la misma zona cerca del extenso complejo del consulado de Estados Unidos en Irbil, sin causar víctimas estadounidenses, al alegando que la región es utilizada por grupos separatistas iraníes y agentes israelíes.

En el ataque con misiles de este lunes en el Kurdistán iraquí, el cuerpo de élite iraní dijo que tenía como objetivo “la destrucción de los cuarteles de 'espionaje' israelí y "los lugares que los grupos terroristas utilizaron para planificar el ataque suicida con bomba en Kerman". Pero, en realidad, el cuartel de espionaje israelí atacado en Irbil era el domicilio de un empresario kurdo multimillonario, Peshraw Dizayee, a quien Irán acusa de facilitar la exportación de petróleo del Kurdistán iraquí a Israel. En el ataque murieron otros cuatro miembros de su familia.

El gobierno del Kurdistán iraquí ha visto estos ataques como una manera de desestabilizar la región, ya que Irán sigue profundamente involucrado en la política iraquí. Sin embargo, el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al Sudani, ha intentado fomentar la estabilidad interna frenando el poder de las milicias alineadas con Irán, al tiempo que busca la salida de 2.500 soldados estadounidenses del país, describiendo la su presencia como “desestabilizadora” en medio de los efectos regionales de la guerra entre Israel y Hamás.

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