Netanyahu, tras romper la tregua en Gaza: "Esto es sólo el principio"
El ultra Ben-Gvir volverá al gobierno de Israel tras la reanudación de los ataques indiscriminados en la Franja, que han causado más de 400 muertes
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BarcelonaIsrael rompió la frágil tregua y este martes bombardeó masivamente la Franja de Gaza, de norte a sur, después de dos meses de alto el fuego. Hasta mediodía se han contabilizado 404 muertos y más de un millar de heridos. Según las autoridades sanitarias locales, gestionadas por Hamás, más del 40% de las víctimas eran niños. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha dejado claro que tiene intención de mantener los bombardeos: "Esto sólo es el principio". En un mensaje televisado este martes por la noche ha prometido "una acción creciente" y "más intensidad" en su guerra contra Hamás. "Las negociaciones continuarán sólo bajo el fuego", ha dicho.
El objetivo es forzar a los islamistas a aceptar sus términos. Netanyahu quiere ampliar la primera fase de la tregua, que expiró el 1 de marzo y que prevé el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, en vez de poner en marcha la segunda, que debería sentar las bases para una paz duradera. Desde hace tres semanas, Israel bloquea la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y ha cerrado también el suministro de electricidad, algo que ha vuelto a poner al límite la situación humanitaria ya disparar los precios de los alimentos.
"Están bombardeando sin parar: he salido de casa para tener mejor cobertura y enviaros fotos y mensajes de audio, pero entonces ha explotado un coche que tenía al lado y he tenido que regresar", explica al ARA, en un mensaje de WhatsApp desde Jabalia, Fayes Elemare, trabajador. "Si vuelve a empezar la guerra sólo podremos resistir, aquí al norte, y alejarnos tanto como podamos del peligro, como hicimos antes de la tregua", dice. Pero al mismo tiempo alerta de que llueve sobre mojado: "No hay edificios para refugiarse y llevan semanas sin entrar alimentos, ni medicinas ni placas solares, porque Israel mantiene la política de asfixiar a nuestro pueblo y arrebatarnos nuestra tierra: es un genocidio y tiene el apoyo total de Estados Unidos".
"Los hospitales están llenos de cadáveres y de heridos: no queda espacio", explica en el ARA desde Ciudad de Gaza Amjad Shawa, director de la red que agrupa a 30 ONG palestinas de la Franja. "Los equipos médicos están desbordados, con muy pocos recursos y sin suministros, después de diecisiete días de bloqueo de la entrada de materiales básicos –añade–. Cientos de familias han huido de nuevo sin lugar seguro donde ir, porque el ejército ha ordenado nuevas evacuaciones", añade. E insta a los actores que tengan capacidad de influencia sobre Israel a "actuar ahora para evitar el genocidio". No está claro si estas órdenes de evacuación, como las que dictaron los militares israelíes al inicio de la ofensiva tras los ataques palestinos del 7 de octubre del 2023, son el preludio de una invasión por tierra.
En un comunicado, Hamás ha acusado a Netanyahu ya sus socios de ultraderecha de "tomar decisiones para poner fin al acuerdo de alto el fuego y exponer a los prisioneros [los rehenes israelíes] a un destino desconocido". La organización confirmó la muerte de cuatro altos cargos civiles en la Franja, entre ellos Issamm al-Dalis, jefe de obras públicas, además altos responsables de seguridad interior, en lo que parece un intento de erosionar la capacidad de gestión del gobierno. Yihad Islámica también ha confirmado la muerte del portavoz de su brazo armado, Abu Hamza.
Samir Zaqout, director de la entidad de defensa de derechos humanos Al Mezán de Gaza, comparte con este diario el asombro de la gente de Gaza: "Los responsables israelíes siempre han hablado de volver a la guerra, pero aquí no nos lo acabábamos de creer, sobre todo porque en 15 meses no han conseguido ninguno de los suyos. podrán liberar a los rehenes por la fuerza". Cuenta que se han despertado a las dos y media de la madrugada con los bombardeos masivos. "La mayoría de la gente había vuelto a casas medio destrozadas y había empezado a buscar agua, comida... Y ahora les ordenan volver a marcharse", lamenta.
Negociaciones en paro
Las negociaciones sobre la segunda fase del acuerdo de alto el fuego, que debía llevar a la retirada total del ejército israelí de Gaza, una tregua permanente y la liberación de los 60 rehenes israelíes que siguen secuestrados en Gaza (muchos, fallecidos), estaban en un impasse. Sin embargo, las delegaciones israelí y palestina continuaban trabajando con los mediadores, Egipto y Qatar. Hasta ahora, Hamás había liberado a 35 rehenes a cambio de casi 2.000 prisioneros palestinos. Israel no declaró explícitamente que rompa el alto el fuego, pero dejó claro que los ataques continuarán.
Netanyahu también ha amenazado a los houthis de Yemen, a los que ha asegurado que derrotarán con la ayuda de Estados Unidos. La portavoz de la Casa Blanca ha dicho que Israel ha consultado con Donald Trump la reanudación de los bombardeos en la Franja.
Las autoridades israelíes han justificado la reanudación de los bombardeos en Gaza como un ataque contra la nueva dirección de Hamás y han asegurado que así liberarán a más rehenes. Los familiares de los secuestrados rechazan este argumento y han convocado una protesta en Jerusalén: "El gobierno ha elegido abandonar a los rehenes", han dicho en un comunicado.
¿Qué busca Netanyahu?
En estos dos meses de pausa frágil –el ejército israelí mató a 150 personas en Gaza desde el inicio del alto el fuego, el 19 de enero– han cambiado dos cosas: el ejército israelí se ha rehecho y Netanyahu necesita el apoyo de los partidos de la ultraderecha para asegurar su supervivencia.
Militarmente, Israel ha rellenado los arsenales con el apoyo incondicional de Donald Trump, ha reparado los aviones y ha dado descanso a sus tropas, cuando mostraban signos tan evidentes de agotamiento que tuvieron que ser reclutados los ultraortodoxos contra su voluntad. También ha identificado a los nuevos líderes de la organización Hamás que han tomado el relevo tras el asesinato de la vieja guardia de Yahya Sinwar.
En el plano político, Netanyahu afronta varias votaciones importantes en el Parlamento en los próximos días, como la ratificación de los presupuestos. El primer ministro israelí necesita restablecer ahora su coalición de gobierno tras el regreso del ultra Itamar Ben Gvir al ministerio del Interior, cargo del que dimitió en protesta por el alto el fuego. Así se asegura la aprobación del presupuesto y la estabilización del gobierno.
Además, la crisis entre el aparato político y el de seguridad se agrava: el domingo Netanyahu anunció que había perdido la confianza en el jefe del Shin Bet (los servicios de seguridad interior), Ronen Bar, cuando ya se había tomado la decisión de reanudar los bombardeos, según apunta la prensa israelí. Detrás de la disputa está la investigación oficial sobre la política de Netanyahu de permitir la financiación de la administración de Gaza por parte de Qatar, que ha llevado a algunos sectores del aparato militar y de seguridad a cuestionar al jefe de gobierno. Tras el anuncio del domingo ya se habían convocado protestas en Israel contra la destitución.
Además, Netanyahu está inmerso en un juicio acusado de corrupción que podría llevarle a prisión. La reanudación de la guerra en Gaza ha hecho que este martes el tribunal le autorizara a posponer la declaración.
Por todo ello, el periodista del Haaretz Amos Harel apunta: "El auténtico objetivo de Netanyahu es cada vez más evidente: un giro paulatino hacia un régimen autoritario que intentará sobrevivir con una guerra perpetua en múltiples frentes. Y, por este motivo, los familiares de los rehenes han salido en tromba a denunciar a los bombardeos, al menos hasta que salgan sus familiares de Ga."