Netanyahu se queda sin excusas por no aceptar un alto el fuego en Gaza
El gobierno israelí estudia rechazar la propuesta para una tregua en la Franja aceptada por Hamás y que garantiza buena parte de sus demandas
BarcelonaEl gobierno de Benjamin Netanyahu ha dicho que está estudiando la última propuesta de alto el fuego planteada por Egipto y Qatar -y aceptada por Hamás-, en la que el grupo palestino se comprometía a liberar a la mitad de los rehenes que tiene retenidos en la Franja a cambio de una tregua de 60 días. Ésta es la postura oficial. En cambio, desde la Oficina del primer ministro se aseguró que Israel sólo aceptará un acuerdo integral que incluya la liberación de todos los 50 rehenes, aunque Qatar aseguró que el plan era exactamente idéntico a la propuesta de tregua que habían hecho Estados Unidos para detener los combates ya la que Tel Aviv había dado luz.
"La política de Israel es coherente y no ha cambiado. Israel exige la liberación de los 50 rehenes de acuerdo con los principios establecidos por el gabinete para poner fin a la guerra. Estamos en la etapa decisiva final de Hamás y no dejaremos ningún rehén atrás", decía esta fuente anónima.
La propuesta que planteaban esta vez los países mediadores, con el apoyo de Estados Unidos, incluye la liberación de 200 presos palestinos cautivos en Israel, a cambio de 10 rehenes vivos y 18 muertes de Gaza. Es decir, la mitad de los 50 rehenes que todavía continúan en la Franja, de los que 20 todavía están vivos. Además, implicaría el compromiso de Israel de retirar a las tropas del norte y del centro del enclave, y la entrada de ayuda humanitaria para mitigar la grave crisis humanitaria que sufre la población.
Los esfuerzos diplomáticos para detener la guerra se reanudaron la semana pasada, después de que Israel anunciara que tiene la intención de iniciar una nueva ofensiva para tomar el control de la ciudad de Gaza, donde viven cerca de 1 millón de palestinos, e incrementara la campaña de bombardeos aéreos. Este lunes, al saberse que Hamás había aceptado la propuesta de alto el fuego, los dos ministros ultras de la coalición de gobierno la rechazaron de entrada. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, reaccionó al anuncio diciendo que el único motivo por el que Hamás aceptaba volver a sentarse en la mesa de negociaciones era la amenaza de Israel con conquistar la Ciudad de Gaza. "La sangre de nuestros soldados no es inútil. Tenemos que llegar hasta el final. Destruid a Hamás", exclamó. Igualmente, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, argumentó que "Hamás está bajo una gran presión" por el plan de conquistar Gaza "porque entiende que esto le eliminará y pondrá fin a la historia".
Por su parte, según afirma el diario The Times of Israel, de puertas adentro Netanyahu parecía haber desestimado la propuesta y había asegurado que la operación de su ejército para tomar el control de la mayor ciudad de Gaza y forzar la evacuación de la población hacia el sur seguía adelante. "Podemos ver claramente que Hamás está bajo una presión inmensa", dijo Netanyahu, según el mismo medio.
En caso de que finalmente se confirmen los augurios e Israel acabe rechazando la propuesta, el primer ministro israelí se enfrentará a una nueva ola de reproches por parte de las organizaciones de familiares de los rehenes, que reunieron casi un millón de israelíes en Tel Aviv este domingo en una manifestación por reclamar un alto el fuego. La mayor de estas, el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, ha exigido este martes a Netanyahu que se siente a negociar este borrador: "El pueblo no permitirá que el primer ministro torpedece otro acuerdo".
En este sentido, la estrategia del primer ministro para rechazar el alto el fuego sin decepcionar a Washington ya la vez tratar de navegar las presiones internas es —como ya ha hecho en otras ocasiones— exigir demandas inaceptables que no den margen para trabajar al equipo negociador.