Los rebeldes marcan ya el camino de la transición a Siria: "Hay que construir el futuro"
La caída del régimen ha modificado el equilibrio de poderes en la región y el mundo está pendiente de cómo se produce la transición en el país
El CairoA medida que Siria va digiriendo el rápido colapso del régimen del expresidente Bashar el Asad, los rebeldes que lideraron la operación militar que precipitó su caída están redoblando esfuerzos para llenar el vacío de poder y mantener una estructura de gobierno temporal en funcionamiento que permita evitar el caos y empezar a definir el incierto proceso de transición que se abre en el país.
Una de las prioridades del principal grupo de la oposición, Hayat Tahrir al-Sham (HTS), es garantizar la seguridad en las zonas del país que ahora controlan. La dirección de operaciones militares que dirigen ha declarado que están "a punto de terminar de tomar el control de la capital", y anunció una "amnistía general" para los militares que se encontraban realizando el servicio obligatorio. El domingo habían decretado un toque de queda en Damasco y su líder Ahmed al Sharaa, conocido como Abu Mohamed el Julani, pidió a los rebeldes que volvieran a los cuarteles.
La milicia HTS se está esforzando por mostrarse ante el mundo como un aliado fiable y capaz de garantizar una transición pacífica en el país, con el objetivo de reducir las tentaciones de las potencias regionales de inmiscuirse en el proceso. Con esta intención, la coalición insurgente ha pedido este lunes a los millones de sirios que se vieron forzados a abandonar el país a volver para "contribuir a la construcción del futuro". En un breve mensaje a su cuenta en Telegram, el Mando de Operaciones Militares de la alianza ha invitado a todos los sirios que tuvieron que abandonar "su patria" a volver y contribuir en "la construcción del futuro" del país. "Crearemos las condiciones adecuadas para garantizar un entorno seguro y estable para recibirlos", añadió.
Precisamente por eso los rebeldes se están apresurando a nombrar un gobierno de transición. Pese a que Al Sharaa es hoy por hoy el hombre fuerte del país, medios locales y regionales han informado este lunes de que la figura escogida para dirigir el nuevo ejecutivo temporal será Mohammed al-Bashir, el jefe del Gobierno de Salvación Sirio (GSS) , que gobernaba la mayor parte de la provincia de Idlib, el único territorio controlado por la oposición hasta noviembre. En ciudades como Alepo el GSS ya ha asumido el gobierno.
Una transición a definir
Quien cederá formalmente el relevo a Al-Bashir será el último primer ministro que nombró a Al-Assad como parte de su gobierno, Mohamed Ghazi al-Jalali, quien, a diferencia del expresidente, no ha huido y aceptó el encargo de HTS de permanecer en el cargo hasta que se pudiera realizar el traspaso de poderes. escoltado por hombres armados saliendo de su oficina. En una grabación posterior, Al-Jalali, que fue sancionado por la Unión Europea en el 2014 por su responsabilidad en la represión de civiles en el país, afirmó que no tiene intención de irse de Siria e hizo un llamamiento a garantizar de forma pacífica la continuidad de los poderes públicos y las instituciones del Estado y la seguridad y protección de todos los ciudadanos. Al-Arabiya, Al-Jalali se mostró a favor de celebrar unas elecciones libres.
También ha dicho la suya sobre la transición política en el país Hadi al-Bahra, el presidente de la Coalición Nacional Siria (CNS), una alianza de grupos opositores en el exilio muy cercana a las autoridades turcas. En su caso, Al Bahra ha declarado a varios medios que el período de transición en el país debería durar dieciocho meses, durante los cuales debería redactarse una nueva constitución en medio año y preparar entonces el terreno para poder organizar unas elecciones libres. Al Bahra consideró igualmente que el periodo de transición debería ir en línea con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2015 que definía una hoja de ruta política para Siria. El texto defiende un proceso que establezca una gobernanza creíble, inclusiva y no sectaria en el país en seis meses, que fije un calendario para elaborar una nueva constitución, y organice elecciones libres. Aunque el grado de influencia de Al Bahra y otras figuras de la oposición en el devenir de la transición en el país todavía está por ver, el presidente de la CNS también ha pedido preservar las instituciones estatales de Siria, incluido todo el funcionariado, y ha hecho un llamamiento a proteger e impulsar la economía y la mejora de los servicios públicos para inyectar estabilidad en el proceso. El lunes el Banco Central de Siria declaró que todos los depósitos y fondos en bancos del país están seguros.
El papel de los kurdos en el horizonte
Sin embargo, la relación con el pueblo kurdo en el norte de Siria podría convertirse en uno de los principales elementos de fricción y de violencia en el país. Así, Al Bahra aseguró que la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, liderada por los kurdos, sólo puede ser incluida en la transición si rompe relaciones con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que Ankara considera una organización terrorista, y si se convierte en una organización completamente siria. La CNS que lidera Al-Bahra fue fundada en Doha, Qatar, y mantiene su sede en Estambul.
En esta línea, pese a que las operaciones militares hayan concluido en casi todo el país, en los frentes de las zonas controladas por la administración kurda tiene lugar una escalada militar y de ataques de fuerzas turcas y del Ejército Nacional Sirio (ENS), una alianza rebelde apadrinada por Ankara, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En uno de los golpes más fatídicos, un ataque de un dron turco contra una casa de una localidad en el norte de Raqqa, en el noreste del país, mató la madrugada del lunes a once civiles, incluidos seis niños.