Mustafa Barghouti: "Reconocer el estado palestino es importante, pero son necesarias sanciones contra Israel"

BarcelonaMustafa Barghouti (Jerusalén, 1954) fundó en 1979 una organización médica que atiende a más de un millón de palestinos cada año. También es el secretario general del partido Iniciativa Nacional Palestina, que se presentó en las elecciones de 2005 contra el presidente Mahmud Abbas y obtuvo el 20% de los votos. En 2007 fue ministro de Información de la Autoridad Palestina y ahora es miembro del Parlamento palestino. Ha visitado Barcelona procedente de Ramala.

Esta mañana el gobierno español ha reconocido el estado de Palestina. ¿Qué significa para el pueblo palestino?

— Es importante porque confirma que Palestina es un estado bajo empleo. Niega la validez de todas las actuaciones israelíes en los territorios ocupados, incluida la construcción de los asentamientos. Y recuerda al mundo que los palestinos tenemos derecho a ser libres y autodeterminación. Pero la situación actual es tan mala que no es suficiente con un reconocimiento. Israel ha entrado en una deriva muy peligrosa de fascismo, y sus crímenes en Palestina son horribles. Hay una resolución del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU que exige que se detenga el ataque a Rafah. El Tribunal Penal Internacional acusa a Netanyahu ya su ministro de Defensa de crímenes de guerra. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió un alto el fuego… Y Netanyahu no escucha. Lo necesario es un embargo inmediato y sanciones contra Israel, para detener las atrocidades. Es vergonzoso que todavía existan acuerdos de cooperación comercial y económica entre la UE e Israel. Esto es apoyar el genocidio contra el pueblo palestino.

¿Israel está ganando la guerra en Gaza?

— El régimen y el ejército están cometiendo los peores crímenes de guerra de la historia moderna. Pero no están ganando, porque Netanyahu no ha logrado ninguno de los objetivos que se marcó. No pudo erradicar la resistencia a Gaza ni imponer su control militar: los palestinos luchan incluso en los lugares donde hay tanques israelíes desde hace ocho meses. Tampoco puede recuperar a los prisioneros israelíes en Gaza sin un intercambio. Pero lo más importante es que el objetivo principal de la operación israelí ha fracasado: querían echar a todos los palestinos de Gaza, llevar a cabo una limpieza étnica completa y obligarles a ir a Egipto. ¿Cuál es la solución para Netanyahu? ¿Dos estados? No quiere dos estados. ¿Un estado? No quiere un estado. Para ese gobierno fascista, la única solución es la limpieza étnica. Y como están fracasando, se están volviendo aún más agresivos. Los quemados del ataque a las tiendas de Rafah no pueden ser tratados porque no queda ninguna unidad para atenderles. Morirán con agonía porque tampoco permiten entrar anestésicos en Gaza.

¿Cómo ve la crisis política dentro de Israel?

— Es una crisis por la falta de cohesión de la sociedad y también en el establishment israelí. Y ahora se acentúa por sus fracasos. Existe la lucha entre los religiosos laicos y los más fundamentalistas, entre asquenazitas y sefardíes. También entre la generación más joven y la mayor. Pero lo más importante es que los colonos afincados en el territorio ocupado de Cisjordania, que sólo eran 121.000 cuando se firmó el Acuerdo de Oslo [1993], son ahora más de casi 800.000. Y se han convertido en una importante fuerza política, como el ministerio de Hacienda y el de Seguridad Interior. Y eso se debe a que Netanyahu está con ellos: ha dedicado toda su carrera política a destruir cualquier posibilidad de compromiso o solución de dos estados. La raíz de todo es la ocupación de Palestina. Es el cáncer que se comerá Israel.

La invasión de Gaza está eclipsando la situación en Cisjordania.

— Vivimos en una situación horrible porque todo el país está bajo empleo militar. Han dividido a Cisjordania en 224 pequeños guetos, separados por 670 puntos de control militares, donde el ejército tiene licencia para matar. Los colonos se han convertido en bandas de grupos terroristas que están atacando a comunidades y pueblos palestinos, quemando casas, quemando coches. Se comportan como si fueran un ejército que perpetra una limpieza étnica. Hasta ahora, más de 33 comunidades de Cisjordania han sido desalojadas de su casa y sus tierras. En Gaza pagamos un precio muy alto, pero la batalla se libra en Cisjordania, porque el objetivo de Israel es anexionarla.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, no convoca elecciones desde el 2005 y es muy impopular. ¿Qué propone para la Autoridad Palestina?

— Una alternativa democrática, sin corrupción y separación de poderes. El funcionamiento de la Autoridad Palestina es ahora inaceptable. Necesitamos un liderazgo palestino unido contra el empleo y sobre la base de una participación democrática. Es necesario incorporar todos los sectores de la Organización para la Liberación de Palestina, crear un gobierno de consenso nacional que pueda mantener Gaza y Cisjordania unidas y preparar unas elecciones democráticas y libres. Por eso me presenté contra Abbas en 2005. Tenemos que luchar de todas las formas posibles. A mí me han herido nueve veces en protestas no violentas, atendiendo a heridos. Si queremos sobrevivir, no tenemos otra opción que luchar por nuestros derechos, por la libertad, por la independencia, por liberarnos de este sistema de opresión.

¿Aún cree en la solución de los dos estados?

— Israel ha matado la solución de ambos estados. Por tanto, la única solución es un solo estado democrático. Pero si pasara un milagro y Bernie Sanders fuera presidente de EE.UU., si con los países europeos le dijeran a Israel que debe acabar con la ocupación y permitir un estado palestino con capital en Jerusalén y el derecho al regreso de los refugiados… yo no me opondría. Francia o Estados Unidos dicen estar de acuerdo con ambos estados: me parece una hipocresía para dar tiempo a Israel para acabar de anexionarse Cisjordania.