¿Puede Trump atribuirse el mérito (o el fracaso) del alto el fuego en Gaza?

La administración de Joe Biden y la del inminente del presidente electo han trabajado estrechamente para enmudecer las armas

Donald Trump
16/01/2025
3 min
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BarcelonaTal y como han reconocido los asesores de Joe Biden y de Donald Trump, ambos equipos trabajaron estrechamente para presionar a los principales actores del conflicto en Gaza y hacer posible un acuerdo de alto el fuego que se había mostrado esquivo durante más de un año. Su colaboración es más bien inédita en la historia de las transiciones presidenciales en EE.UU. entre líderes de diferente color político. Ahora bien, este espíritu de cooperación no ha evitado que, alcanzado el acuerdo, tanto el presidente en funciones, Joe Biden, como sobre todo el presidente electo, Donald Trump, lo hayan reclamado como suyo.

"Este alto el fuego épico sólo puede haber sucedido como resultado de nuestra Victoria Histórica en noviembre, que envió una señal al mundo entero de que mi Administración buscaría la paz y negociaría acuerdos para garantizar la seguridad de todos los americanos y de nuestros aliados", escribió Trump en su red social Truth, y se adelantaba al anuncio oficial de la administración Biden y de las mismas partes del conflicto.

La propensión de Trump a la hipérbole, especialmente cuando se trata de mencionar los aciertos o virtudes propios, hace que sus palabras deban tomarse siempre con pinzas. De hecho, es innegable que los parámetros del acuerdo son los que presentaron el pasado mes de mayo a ambas partes los negociadores elegidos por Biden, junto a su coordinador para Oriente Próximo, Brett H. McGurck, a la cabeza. Sin embargo, parece difícil concluir que las presiones de Trump no han tenido nada que ver con el anuncio del acuerdo cuando estuvo sobre la mesa durante siete meses, pero sólo se hace realidad días antes de la toma de posesión del nuevo presidente .

Estos días nadie ha pasado por alto la amenaza que hizo Trump hace una semana en caso de que Hamás no hubiera liberado a los rehenes israelíes antes de su regreso a la Casa Blanca. "Las puertas del infierno se abrirán en Oriente Próximo", advirtió el político populista, una amenaza similar a las que ya había hecho algunas semanas antes durante la campaña electoral. No está nada claro hasta qué punto estas palabras pueden haber afectado a los líderes de Hamás, ya que es difícil imaginar qué castigo puede aplicar Trump a un pueblo que, según ONG internacionales como Amnistía Internacional y expertos de la ONU, está sufriendo un genocidio .

Los cálculos de Netanyahu

En cambio, sí es más probable que haya alterado los cálculos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien aspira a mantener con Trump una alianza tan estrecha como en el primer mandato del magnate estadounidense. Entonces, el polémico presidente de EEUU hizo realidad unos viejos deseos de la derecha israelí, como el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén o el reconocimiento oficial de la anexión de los Altos del Golán. Sin embargo, la relación entre ambos se deterioró hacia el fin de la presidencia Trump, y sobre todo cuando Netanyahu llamó a Biden en el 2020 para felicitarle por su victoria electoral, que aún hoy Trump niega.

El deseo de Netanyahu de congraciarse con el presidente electo se hizo evidente cuando le llamó antes que a Biden para agradecerle su intervención. De hecho, en un comunicado público anunciando el acuerdo, elpremierisraelí agradece a Trump "sus comentarios sobre la colaboración entre EEUU e Israel para garantizar que Gaza nunca será un refugio terrorista". En cambio, Biden sólo es mencionado de paso en el cuarto párrafo para agradecerle "también" su ayuda.

Dicho esto, también hay que tener en cuenta que, aparte de la llegada de Trump a la Casa Blanca, existen otros elementos del contexto político que no estaban presentes en el mes de mayo, cuando se presentaron las líneas maestras de el acuerdo. Entonces, el ejército israelí aún no había matado al líder de Hamás en Gaza, y presunto cerebro de los ataques del 7 de octubre, Yahya Sinwar.

Asimismo, durante estos meses, Israel también ha descabezado el liderazgo de Hezbollah y ha forzado a la milicia islamista chií a aceptar un alto el fuego en términos desfavorables para sus intereses. Con estos triunfos en la faja, es más fácil para Netanyahu poner fin a la guerra, siendo consciente de que probablemente esto llevará a la salida del gobierno al menos de alguno de sus integrantes de extrema derecha, y por tanto a su consiguiente caída, sin embargo, con estas victorias en el campo de batalla, el incombustible primer ministro hebreo tendrá unas mejores perspectivas de victoria en unas elecciones anticipadas, lo que ha sido siempre la su prioridad.

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