Polonia reprime con agua a presión a los migrantes que intentan cruzar la frontera
Miles de personas llevan una semana atrapadas en medio de una "guerra híbrida" entre Bielorrusia y la UE
BarcelonaLa policía polaca ha reprimido este martes el intento de un grupo de migrantes de atravesar la frontera entre Bielorrusia y Polonia con cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras. Según unas imágenes de la televisión bielorrusa e informaciones de la agencia estatal BELTA, los migrantes han lanzado piedras a los militares y han intentado romper la valla mientras los agentes de seguridad polacos hacían uso de la fuerza para pararlos. La tensión se ha rebajado al cabo de unas horas y los migrantes han vuelto a sus tiendas de campaña. En total se han contabilizado 224 intentos de pasar la frontera en las últimas 24 horas y ha habido 29 expulsiones de personas que habían conseguido atravesarla.
Ya hace una semana que miles de migrantes están atrapados en la frontera y la situación empeora día a día. El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, ha declarado que en la conversación telefónica que tuvo el lunes con la canciller alemana en funciones, Angela Merkel, hablaron de posibles soluciones. Según ha dicho, Merkel pidió tiempo para debatir la propuesta con el resto de miembros de la UE. "Pero el problema recae en el hecho de que si no salvamos a esta gente, perderemos: Bielorrusia y más aun la Unión Europea, que no ha permitido la entrada de estos refugiados. Por eso hace falta que resolvamos inmediatamente la situación de estas personas", declaró el presidente bielorruso, que, según Bruselas, está utilizando la desesperación de estas personas como un arma política contra la UE.
Valoraciones opuestas según quien las hace
Mientras la tensión crecía en la frontera, Lukashenko y Putin han hablado por teléfono. Durante la conversación, los dos líderes han abordado la crisis en la frontera y las acciones conjuntas que pueden tomar para defenderla, según ha explicado la agencia estatal bielorrusa.
El relato es muy diferente según quien lo explica. El ministro de Asuntos Extranjeros de Rusia, Serguéi Lavrov, ha afirmado en rueda de prensa que Rusia "hace todo lo posible" por ayudar a resolver la crisis migratoria en la frontera. También ha aprovechado para expresar su rechazo hacia "la violación de todas las normas imaginables del derecho humanitario", refiriéndose a la actuación de hoy de los militares polacos. "El sentido común tiene que prevalecer en el lado polaco de la frontera", ha pedido.
La Unión Europea considera que se trata de una "guerra híbrida" declarada por Lukashenko con el objetivo de desestabilizarlos por haber dado apoyo –y asilo– a la oposición bielorrusa. Una opinión compartida por Polonia, tal como ha expresado el vicepresidente del gobierno polaco, Jaroslaw Kaczynski, que ha afirmado que no ve una "guerra armada en el horizonte". El lunes, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró que "no basta con expresar públicamente nuestra preocupación; ahora necesitamos medidas concretas y el compromiso de toda la alianza", en referencia a una posible solicitud a la OTAN de activar el artículo 4 del Tratado de la Alianza y solicitar así asistencia militar.