Francia

La prohibición de las corridas de toros en la Catalunya Nord divide a Francia

La Asamblea Nacional vota hoy si elimina la excepción vigente y los partidos dan libertad de voto

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La plaza de bravos de Nimes, en Francia, en una imagen de archivo

ParísEn Nimes, en Occitania, cada año se celebran dos ferias, una fiesta popular inspirada en las ferias de Andalucía en las que los toros y las corridas son los protagonistas. Forma parte del reclamo turístico de la ciudad y, según el Ayuntamiento, la tauromaquia supone unos ingresos para el municipio de 60 millones de euros anuales. En Francia las corridas de toros –y cualquier otro espectáculo que implique maltrato animal– están prohibidas, pero la ley hace una excepción para las "tradiciones locales ininterrumpidas", como es el caso de las corridas en el sur de Francia, sobre todo en Nimes, Arles o Besiers, pero también en ciudades de la Catalunya Nord como Ceret o Perpiñán. Si prospera la propuesta de la izquierda las corridas se acabarán pronto también en el sur del país.

La Asamblea Nacional votará este jueves por la noche la propuesta de La Francia Insumisa (LFI) para eliminar la excepción para hacer que las corridas estén prohibidas en todo el territorio francés. El espectáculo de origen español cuenta cada vez con menos público y más oposición ciudadana, pero genera una profunda división política entre quienes defienden que la excepción no tiene ningún sentido y quienes creen que hay que preservar las corridas. Sus defensores aseguran que también son patrimonio cultural del país. Aunque el hecho histórico no es muy conocido, las corridas las introdujo en Francia en 1853 una española, Eugenia de Montijo, nacida en Granada, mujer de Napoleón III. "Son una tortura", afirma contundente el ponente, el insumiso Aymeric Caron. "Es hora de que Francia prohíba las corridas", insiste.

La propuesta fue rechazada en la comisión de leyes la semana pasada, pero el sentido del voto en comisión no implica necesariamente que tenga que ser tumbada en el pleno, sobre todo porque la mayoría de formaciones han dado libertad de voto a sus diputados. La división es tan grande que partidos como LFI, impulsora de la propuesta, o la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional, han sido incapaces de ponerse de acuerdo internamente y han optado por dejar que cada diputado vote lo que le parezca.

Macron, en contra de la prohibición

El gobierno francés, no obstante, ha dejado claro que no apoyará la propuesta, y el presidente de la República, Emmanuel Macron, ha asegurado este miércoles que no es el momento de abolir los toros en todo el territorio: "No habrá prohibición mañana. Tenemos que ir hacia una conciliación, un intercambio. No es una prioridad ahora mismo". Pese a las palabras de Macron, la cuestión genera una cierta división en la calle –en los últimos días ha habido en diferentes ciudades protestas a favor y en contra de las corridas–, pero las encuestas revelan que una gran mayoría de franceses, siete de cada diez, no quieren corridas en Francia.

Sin embargo, la votación corre el riesgo de no realizarse por la estrategia de diputados de diferentes grupos –favorables a las corridas– de presentar un alud de enmiendas para evitar que haya tiempo de celebrar la votación. El punto está al final del todo de la orden del día y la votación decaerá si llega a medianoche y no se han votado todas las enmiendas. Muchas de las enmiendas presentadas, 566, con un texto cortísimo, son absurdas. Diputados de LFI han denunciado la maniobra política, que califican de "obstrucción antidemocrática", y advierten de que esta actitud es "peligrosa".

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