Putin fía la invasión de Ucrania al general ruso que lideró la intervención en Siria

Johnson se desplaza hasta Kiev para reunirse con Zelenski

Barcelona"Los rusos han aprendido mucho en Siria en términos de combatir la guerra irregular. Toda esta experiencia es útil en su intento de ocupar Ucrania", explicaba hace unas semanas el analista Sasha Ghosh-Siminof, fundador de People Demand Change. Y Vladímir Putin, viendo que una guerra que tenía que ser relámpago se está enquistando, ha recurrido al general que lideró la intervención en Siria, Aleksandr Dvórnikov, para coordinar la invasión de Ucrania. Este sábado, la inteligencia británica confirmaba que la ambición del Kremlin de crear un corredor terrestre hasta Crimea sigue estando frustrada y también fuentes consultadas por la BBC destacaban la falta de coordinación de las tropas rusas. Ante esto, Putin ha reorganizado la cúpula militar y ha puesto a Dvórnikov al frente. Un general que él mismo designó héroe nacional por la intervención en Siria que permitió al régimen de Bashar al-Ásad recuperar buena parte del territorio. Ahora Putin quiere aprovechar la experiencia de Dvórnikov para conseguir en Mariupol la misma victoria que en Alepo. Y lo hará con combatientes sirios que el Kremlin ha reclutado.

La ofensiva final tendrá lugar en el Donbás, que ya se prepara para la batalla inminente: este sábado el gobernador de Lugansk ha instado a la ciudadanía a huir y Odesa ha establecido un toque de queda después del ataque ruso en la estación de tren de Kramatorsk, con al menos 50 civiles muertos. La ONU ya ha elevado a 1.766 los civiles muertos desde el inicio de la guerra, entre los cuales 139 niños. Sin embargo, 14 civiles podrán volver a casa después de un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania. El día siguiente del bombardeo de Kramatorsk, la inteligencia británica pronostica un aumento de la actividad aérea rusa en el Donbás, sobre todo en Mariupol y Mykolaiv, mientras se acercan soldados rusos. Según Estados Unidos, unos 60.000 entre reservistas y militares provenientes de Kiev. En la capital, el Gobierno ucraniano –que ha anunciado un archivo en línea para documentar crímenes de guerra– asegura haber encontrado otro escenario devastador después de la masacre de Bucha: 132 cadáveres en Makariv.

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"Mi instinto dice: «Si esto no es un crimen de guerra, ¿qué es un crimen de guerra?»", se preguntaba este sábado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, después de visitar el viernes Bucha y reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Kiev. Quien también ha viajado hasta Ucrania este sábado sin ningún anuncio previo ha sido el premier británico, Boris Johnson, que se ha encontrado con Zelenski y le ha ofrecido un "nuevo paquete de ayuda financiera y militar". Dentro del paquete hay 120 vehículos blindados y misiles antibuques. Por otro lado, Alemania ha afirmado que sus reservas ya no pueden suministrar más armas a Ucrania. Después de que Kiev haya dejado de estar asediada, Italia ya ha anunciado que reabrirá su embajada en la capital ucraniana después de Semana Santa.

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Aun así, las visitas institucionales también han servido a Ucrania para "avanzar rápidamente" en la solicitud para integrarse en la UE y el Gobierno ucraniano espera que se le otorgue el estatus de candidato en junio. Mientras tanto, la UE ha prometido 1.000 millones de euros destinados a Ucrania y a los países fronterizos, y también sigue avanzando en las sanciones. Por ejemplo, a partir del 16 de abril ningún camión ruso o bielorruso podrá circular por el territorio de la Unión.

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