Rusia aumenta la presión en el Donbás en la vigilia del día de la victoria contra los nazis

Al menos dos muertos y 60 desaparecidos en un ataque ruso a una escuela de Lugansk que servía de refugio

BarcelonaVladímir Putin lanzó una invasión que pensaba que sería relámpago y es ahora, en el 74.º día de guerra, cuando necesita que lleguen todos los adelantos que sus tropas no han conseguido en dos meses y medio. Y todo porque el 9 de mayo, el día que Rusia celebra la victoria ante los nazis, el presidente ruso también necesita vender una victoria en Ucrania. Para hacerlo, el Kremlin ha aumentado todavía más la presión sobre el Donbás, con misiles de largo alcance y con artillería desde el terreno. Los primeros han golpeado una escuela de la región de Lugansk que refugiaba a 90 personas. De estas, 30 pudieron ser rescatadas, pero dos civiles han perdido la vida y 60 más están desaparecidos. "Probablemente, las 60 personas que están sepultadas han muerto", ha afirmado el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai. Además, los cohetes rusos también han dejado cuatro muertos en Donetsk y han destruido cuatro aviones, cuatro helicópteros, tres drones y una lancha de Ucrania, según el ministerio de Defensa ruso. Por tierra, Rusia también ha elevado las ofensivas y ha golpeado 123 espacios fortificados y ha matado a 420 soldados ucranianos en las últimas horas, según Moscú.

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Pero los adelantos llegan con cuentagotas. Rusia ha conseguido pequeñas ganancias alrededor de Severodonetsk, una de las principales ciudades del Donbás, y también ha forzado a las tropas ucranianas a retirarse de Popasna, una pequeña ciudad de 20.000 habitantes de Lugansk. En el sur, aparte de Jersón, que ya está en manos del Kremlin, Mariupol es la única gran ciudad que Rusia podría hacer suya a pesar de que la resistencia ucraniana aguanta en la planta de Azovstal: "Lucharemos mientras estemos vivos", ha dicho el capitán Sviatoslav Palamar, comandante del regimiento de Azov. Que Rusia centre esfuerzos en el sudeste ha provocado que las tropas de Kiev hayan podido reforzarse en el nordeste. Y esto ya tiene efectos. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, think tank norteamericano, los soldados ucranianos están haciendo progresos significativos alrededor de Járkov y el instituto pronostica que en unos días o en unas semanas avanzarán hacia la frontera rusa.

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"El mal ha vuelto"

Mientras Rusia conmemora la victoria ante los nazis el 9 de mayo, Europa lo hace un día antes por una cuestión horaria: cuando Alemania firmó la rendición, a las 22.45 h, en Rusia ya era la madrugada del día siguiente. Varios líderes europeos han recordado aquella fecha con la mirada puesta en Ucrania y Volodímir Zelenski también lo ha rememorado, el día que lo hace Europa, diciendo que "el mal ha vuelto": "En una forma diferente, bajo diferentes lemas, pero con la misma finalidad". También Putin, a pesar de que su principal discurso se producirá este lunes, ha felicitado a los líderes y a los ciudadanos de varios países exsoviéticos por la victoria contra los nazis. Eso sí, de Ucrania solo ha felicitado a la población, no a los líderes políticos y en cambio se ha dirigido a los gobernantes de las repúblicas populares prorrusas de Donestk y Lugansk para animarlos a seguir luchando "igual que sus abuelos" por "liberar a su tierra de la inmundicia nazi". "La victoria, como en 1945, estará del lado de Rusia", ha dicho.

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Pero en 1945, la Unión Soviética estaba en el mismo bando que los aliados occidentales y ahora en cambio Rusia tiene a los aliados en contra y junto a Ucrania. Este domingo se han producido nuevas muestras con los viajes a Kiev del primer ministro canadiense; Justin Trudeau, de la presidenta del Parlamento alemán, Bärbel Bas, el retorno de los diplomáticos norteamericanos a la capital y la visita sorpresa de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, al oeste de Ucrania, donde se ha encontrado con su homóloga ucraniana, Olena Zelenska. Además, Zelenski ha participado telemáticamente en la reunión de los líderes del G7. La jornada de visitas en Kiev ha transcurrido bajo la banda sonora de U2, con Bono, el cantante, y The Edge, el guitarrista, ofreciendo un concierto "por la paz" en el metro de la capital ucraniana. Han sonado los grandes hits de la banda de Dublín, pero también el Stand By Me de Ben E. King después de que el hashtag #StandWithUkraine️ sea el trending topic de la guerra.