¿Por qué están atascadas las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania?

Putin no quiere un alto el fuego ni reunirse con Zelenski, que no puede aceptar las exigencias del Kremlin

Moscú"No se pueden esperar avances milagrosos", advertía el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, antes de una nueva ronda de conversaciones directas entre Kiiv y Moscú, en Estambul, este miércoles. Las expectativas eran mínimas, casi inexistentes, porque nada se había movido desde los dos primeros encuentros entre ambas delegaciones a finales de mayo y principios de junio. Y el pronóstico se ha cumplido punto por punto.

Una vez más, las partes sólo han sido capaces de llegar a acuerdos humanitarios. En las anteriores reuniones se pactó el intercambio de todos los prisioneros jóvenes, enfermos y heridos, y de los cadáveres de miles de soldados, además del compromiso de la delegación rusa de estudiar el regreso de más de trescientos niños ucranianos deportados ilegalmente a Rusia. En esta ocasión, a propuesta de Rusia, sólo se ha acordado la permuta de otros 1.200 prisioneros por bando y la entrega de otros 3.000 cuerpos de militares ucranianos muertos. Nada más.

Cargando
No hay anuncios

De hecho, si se analizan los progresos del último medio año, se puede concluir que hoy estamos igual de lejos de una resolución del conflicto que antes de que Donald Trump volviera a la presidencia de Estados Unidos. La razón principal es que a Vladimir Putin aún no le interesa que acabe la guerra y utiliza el anzuelo de las negociaciones para ganar tiempo mientras retuvo la rasgada relación con los estadounidenses.

En Estambul, los emisarios del Kremlin maquillan su inflexibilidad con argumentos técnicos. Aparentemente, todo es una cuestión del orden de los factores: los enviados de Zelenski reclaman un alto el fuego "inmediato", tal y como ha repetido este miércoles el presidente ucraniano, para después discutir cualquier otro punto, mientras que los delegados rusos insisten en que, antes de detener los combates y los bombardeos, es necesario abordar las "el conflicto".

Cargando
No hay anuncios

Estas causas fundamentales sonlas que expuso Rusia en el memorando de paz entregado a Ucraniaa principios de junio. Entre otras exigencias, el Kremlin pide el reconocimiento internacional de los territorios ucranianos anexionados, el fin de la ayuda militar occidental a Kiiv, su renuncia a ingresar en la OTAN, la reducción de su ejército, la destitución de Zelenski y la ilegalización de los partidos nacionalistas ucranianos. Es decir, condiciones inasumibles para Ucrania.

Una reunión Putin-Zelenski, imposible

Otro callejón sin salida es la petición ucraniana de organizar una cumbre entre presidentes, que ha vuelto a ponerse sobre la mesa en Estambul, esta vez antes de finales de agosto. Zelenski sabe que para Putin es una línea roja porque no le considera legítimo, y el Kremlin, aunque se escuda de nuevo tras objeciones técnicas ("Hay que prepararla bien", "Primero deben acordarse los memorandos"), es consciente de que sus demandas previas son un brindis al sol.

Cargando
No hay anuncios

La estrategia de enterrar bajo condiciones imposibles cualquier propuesta para avanzar en la desescalada ha sido constante por parte de Rusia desde que Trump empezó a ejercer de mediador. Por ejemplo, cuando Kiiv y Washington plantearon un alto el fuego de treinta días, Putin opuso todo tipo de resistencias sin negarse formalmente. O cuando la Casa Blanca recuperó la iniciativa de una tregua en el mar Negro, el presidente ruso tampoco la rechazó, pero reclamó que se levantaran las sanciones a cambio.

Por el contrario, Putin ha hecho varios gestos inocuos de cara a la galería para probar su presunta disposición a la paz, como dos treguas unilaterales de pocas horas, un alto el fuego sobre las infraestructuras energéticas durante un mes o la oferta de conversaciones directas en Turquía. Todos ellos con la intención de ganarse el favor de Trump.

Cargando
No hay anuncios

Objetivo: convencer a Trump

La amenaza norteamericana de imponer aranceles secundarios en Rusia si el líder del Kremlin no se aviene a negociar la paz antes del 2 de septiembre ha sido el desgarrador de esta tercera ronda de contactos entre Kiiv y Moscú. Zelenski, después de asegurarse de que recibirá armas defensivas estadounidenses, ha querido convencer al presidente de Estados Unidos de que no se haga ilusiones, de que Putin no cederá, y el presidente ruso ha tratado de seguir escenificando una plena voluntad de diálogo, pese a las invectivas de Trump.

Cargando
No hay anuncios

En Moscú nadie se cree el ultimátum de la Casa Blanca, y noticias como la que publicaDer Spiegel, que informa que las baterías antiaéreas prometidas por Washington no llegarán a Kiiv hasta la primavera del 2026, espolean Putin. El ejército ruso no sólo es capaz de lanzar más de 700 drones contra las ciudades ucranianas en una sola noche, sino que avanza sobre el terreno y en los últimos días ha apretado el círculo sobre Pokrovsk, una ciudad clave en el objetivo de conquistar Donetsk.