Trump da alas al envío de tropas europeas a Ucrania
El debate sobre enviar una misión europea de mantenimiento de paz a territorio ucraniano gana fuerza en la UE con el retorno del magnate neoyorquino


BruselasEl primero en plantearlo fue el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Entonces, hace casi un año, se vio como un estirabot de un líder desdibujado, y casi ningún aliado occidental le siguió la corriente. Sin embargo, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el miedo de la Unión Europea a ser irrelevante en unas posibles negociaciones de paz entre Kiiv y Moscú han hecho cambiar de opinión a algunos socios europeos y han dado alas a una idea que hasta hace pocos días se veía como un imposible: enviar tropas europeas de paz a Ucrania para garantizar el cumplimiento de un potencial alto el fuego o acuerdo de paz.
De puertas afuera, la gran mayoría de estados miembros siguen oponiéndose. Polonia, que es uno de los países europeos más beligerantes con el régimen de Vladimir Putin, se resiste con fuerza, como Alemania, que es el Estado miembro que más ayudas ha suministrado a las tropas ucranianas. También destaca el rechazo a los socios comunitarios que sienten menos inminente el peligro del expansionismo ruso y son más críticos con la deriva belicista del bloque europeo, como España.
Ahora bien, esta oposición, que hasta ahora era completamente sólida, se ha ido agrietando y algunos de los dirigentes han empezado a abrir la puerta a aceptar la iniciativa. Por ejemplo: pese al rechazo del canciller de Alemania, Olaf Scholz, la ministra germana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, no lo descarta y en una entrevista en el diario Frankfurter Allgemeine respondió que, en cualquier caso, una misión de tropas de paz debería contar con la implicación de los europeos "pero también otros", como pueden ser Estados Unidos.
En España, las contradicciones son similares. Sin embargo, con la diferencia de que fue el presidente español, Pedro Sánchez, quien por primera vez se puso bien en el Foro de Davos. "España siempre está comprometida en proporcionar seguridad a nuestros aliados", respondió cuando le preguntaron por esta cuestión en una entrevista en la CNBC. Y, en cambio, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, repite una y otra vez que es "absurdo" hablar sobre el envío de tropas de paz a Ucrania en este momento de la guerra.
Quien nunca ha escondido su voluntad expresa de desplegar tropas en Ucrania conjuntamente con los aliados europeos y, en caso de que sea posible, de Estados Unidos, es Lituania. Desde el primer momento en que Macron soltó esa idea, el gobierno lituano la ha defendido como nadie. "Lituania es un proveedor de seguridad en la región. [...] Si surge la oportunidad, no duden que la bandera lituana estará ahí", dijo hace dos semanas el ministro de Asuntos Exteriores lituano, Kestutis Budrys.
Así pues, más allá de Francia, la única gran potencia militar europea que ha apoyado esta iniciativa públicamente es el Reino Unido. "Nosotros asumiremos nuestro papel cuando se trate de garantizar la seguridad de Ucrania", prometió el primer ministro británico, Keir Starmer, quien será el gran invitado, junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, de la cumbre europea sobre defensa que se realiza este lunes en Bruselas.
De hecho, el debate sobre el envío de tropas europeas de paz Ucrania ha ganado bastante justo los días previos a esta cumbre europea y, a pesar de que la mayoría de socios creen que es prematuro discutirlo, cada vez son más los Estados miembros que empiezan a verlo con mejores ojos. Este cambio de opinión se debe sobre todo al temor de la UE de que Trump acabe cocinando y cerrando un acuerdo con Putin sin tener en cuenta la voz del blog comunitario. De esta forma, con unas tropas de paz sobre el terreno para dar garantías de seguridad durante las potenciales negociaciones o un alto el fuego, el club europeo cree que tanto Trump como Zelenski y Putin se les escucharían más y se evitaría caer en la irrelevancia en el desenlace del conflicto.
Además, es el escenario que anhela el Kremlin, que siempre desprecia la influencia de la UE e intenta dividirla por todas las vías posibles. "Las negociaciones deben ser entre Rusia y Estados Unidos, sin la participación de países occidentales. No tenemos nada que discutir con Londres o Bruselas", respondió en una entrevista al diario Pravda Nikolai Patrushev, que es consejero de Putin. Esto, claro, hace en estos momentos muy complicado el despliegue de tropas europeas porque debería contar con el visto bueno del Kremlin, que debería estar dispuesto a que los aliados comunitarios se encargaran de garantizar el cumplimiento de los futuribles acuerdos entre Rusia y Ucrania.
El sueño de Zelenski: 200.000 soldados
La iniciativa, por supuesto, cuenta con el apoyo del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que cifró en el Foro de Davos el número de efectivos que se necesitarían en 200.000 soldados. Es decir, muchos más que en el desembarco de Normandía de la Segunda Guerra Mundial, en la que participaron en torno a unos 150.000 efectivos de los aliados. En este sentido, varios medios internacionales y analistas militares aseguran que la cifra que el dirigente de Ucrania planteó es demasiado elevada y estiman que habría que contar con unos 40.000 soldados.
Sin embargo, la vía preferida de Zelenski no es el envío de tropas europeas a Ucrania, aunque las otras opciones que están sobre la mesa en estos momentos todavía parecen menos probables. El sueño de Kiiv sería la adhesión de la OTAN y la presencia de soldados de la Alianza Atlántica en territorio ucraniano. Ahora bien, el rechazo de los aliados a aceptar a Ucrania en la OTAN es absoluto –los mismos tratados prohíben aceptar un nuevo socio en conflicto armado–, y nada hace pensar que Trump esté dispuesto a enviar efectivos a Ucrania. De hecho, según el Wall Street Journal, el presidente de Estados Unidos ya hizo llegar a Macron ya Zelenski en el acto de inauguración de la Notre-Dame reformada que quiere tropas europeas en Ucrania vigilando un potencial alto el fuego entre Kiiv y Moscú.