Trump dice que se encontrará con Putin en Alaska el viernes 15 de agosto

El Kremlin ha logrado desactivar el ultimátum y ganar tiempo aceptando la reunión

Trump, Putin y Zelesnki
10/08/2025
4 min

MoscúMovimiento inesperado de Vladimir Putin para contrarrestar la amenaza de Donald Trump si no detiene los combates en Ucrania antes de este viernes. El Kremlin informó de que ambos presidentes se reunirán "en los próximos días" en un lugar "ya acordado", pero que "se anunciará un poco más adelante", tal y como había avanzado la Casa Blanca el miércoles. Según el asesor presidencial ruso, Yuri Uixakov, la próxima semana se ha designado como "fecha de referencia" para el encuentro, aunque es "difícil decir cuántos días durará la preparación".

Horas después, Trump ha anunciado a través de Truht Social que el encuentro será en Alaska el próximo 15 de agosto. La Casa Blanca no ha ofrecido más detalles por el momento. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reaccionado a esta noticia afirmando que las decisiones que se toman sin Ucrania son contrarias a la paz y "nacen muertas". "Son decisiones que no pueden funcionar. Y todos necesitamos una paz real y genuina", aseveró. También los líderes de seis países europeos y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, han emitido un comunicado conjunto en el que advierten que el "camino a la paz en Ucrania no puede ser decidido sin Ucrania". El texto está firmado por Von der Leyen, junto con los mandatarios de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Finlandia.

Hasta ahora el líder ruso se había mostrado abierto a verse cara a cara con el presidente de Estados Unidos, pero sus portavoces siempre habían descartado que la reunión fuera inminente con el argumento de que antes hacían falta muchos preparativos para que pudiera ser productiva. "El encuentro llegará sin duda con el tiempo, pero aún no es el momento, hay un trabajo ingente por hacer", decía el secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, hace menos de tres semanas.

Nada indica que en las últimas semanas se haya desbrozado la ingente cantidad de arrecifes previos a la reunión, sino que Moscú ha encontrado una salida de compromiso para evitar nuevamente la ira de Trump, esta vez en forma de aranceles y sanciones secundarias, aunque fuentes de la Casa Blanca no excluyeron. "Las reuniones de este nivel requieren semanas o meses de preparación. No podemos esperar más que declaraciones de intenciones y memorandos", advierte el periodista ruso Anton Barbashin.

No en la reunión con Zelenski

Además, el Kremlin sigue sin ceder a ninguna de las demandas que Volodímir Zelenski ha planteado recientemente: ni un alto el fuego indefinido, ni tampoco una reunión a tres bandas con los presidentes de Ucrania, Rusia y Estados Unidos. Según la CNN, Trump visualizaba el encuentro con el líder ruso como una antesala de la cumbre con los tres, pero el propio Putin se ha apresurado a aguarlo.

"Para llevar a cabo las negociaciones deben crearse las condiciones y todavía queda lejos", ha dicho Putin. Pero la realidad es que el presidente ruso no tiene ninguna intención de sentarse con el líder ucraniano. Por un lado, porque lo estaría legitimando, y por otro, porque el único representante de Kiiv con el que quiere compartir mesa es con lo que esté dispuesto a firmar la rendición.

Sea como fuere, todo apunta a que Putin ha logrado esquivar el choque con Trump y, como ha hecho cada vez que se ha visto acorralado en los últimos seis meses, ha ofrecido a su interlocutor un espejismo de progreso con el que calmar su ansia por resolver el conflicto. La prensa de la órbita del Kremlin describe la jugada como una maniobra "audaz" que ha "roto el juego" y confía en que "la argumentación mordaz de judoka" persuadirá al líder estadounidense sobre lo "justas" que son las razones rusas.

De esta manera, Putin gana tiempo para seguir progresando en el frente, donde está convencido de que, en cuestión de dos o tres meses, puede hacer colapsar las líneas ucranianas. El presidente ruso está decidido a ocupar el 100% de las provincias ucranianas que se anexionó a la Constitución y, en las últimas semanas, está estrechando el asedio sobre varios de los enclaves cruciales de Donetsk: Pokrovsk, Toretsk, Síversk y Kouvansk. Un avance mínimo en estos puntos aislaría a más de mil kilómetros cuadrados de territorio y, según expertos militares, podría desencadenar una reacción en cadena de retiradas.

¿Una oferta estadounidense?

Pese al escepticismo general ante la reunión entre Putin y Trump, una declaración de Uixakov ha levantado las cejas a los periodistas. "Hubo una oferta de la parte americana que la parte rusa considera aceptable", dejó caer el asesor presidencial. Según el diplomático ruso Boris Bondarev, el Kremlin podría utilizar la "persistencia" del líder estadounidense a la hora de "querer ganar el premio Nobel de la Paz" para extraer un acuerdo de paz que le satisfaga.

De todas formas, duda de que Estados Unidos haya entendido la magnitud de las ambiciones de Putin en Ucrania. Este miércoles, el secretario de Estado, Marco Rubio, volvía a poner sobre la mesa la cuestión territorial como un elemento clave de un eventual acuerdo. Ésta ya era la columna vertebral del plan de paz que el emisario de Trump, Steve Witkoff, presentó en Moscú a finales de abril (reconocía la soberanía rusa de Crimea y no devolvía a Ucrania las fronteras previas a la invasión), pero entonces el líder ruso lo rechazó.

Putin ha repetido en incontables ocasiones, la última la semana pasada, que quiere "eliminar las causas fundamentales" del conflicto y que este hito está por encima incluso del deseado deshielo con Estados Unidos. Así pues, o Trump se plantea ceder a las demandas rusas y dejar en la estacada a Zelenski, o Putin confía en seguir ofreciendo muelles a cambio de perpetuar la guerra.

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