Texas levanta la obligación de llevar mascarilla y reabre al 100% a partir de la semana que viene

Misisipi también elimina la mascarilla mientras el gobierno de Biden advierte de que todavía no es el momento

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, en una imagen de archivo.
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"Es hora de abrir al 100%", ha dicho el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, este martes por la noche, cuando ha anunciado el fin de la obligatoriedad de llevar mascarilla y la reapertura a pleno rendimiento de empresas y comercios a partir de la semana que viene. Mientras el gobierno de Joe Biden todavía pide paciencia ante la bajada progresiva de contagios en un país que acumula más de medio millón de muertos por covid-19, el gobernador republicano ha puesto la directa y ha aprobado el levantamiento de medidas de restricción más drástico de todo el país. Al poco del anuncio de Abbott, el gobernador de Misisipi, Tate Reeves, también ha salido a anunciar que levanta la orden de llevar mascarilla a partir de este mismo miércoles.

Un desafío de los gobiernos republicanos al gobierno de Joe Biden, que justamente el martes anunciaba que a finales de mayo confía en tener suficientes dosis para vacunar a toda la población adulta del país. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, más de 51 millones de americanos, el 15% de la población total, han recibido al menos una dosis de la vacuna del covid. Desde este centro se advierte, sin embargo, de que "todavía no es momento de levantar las restricciones".

La orden del gobernador de Texas para levantar el requisito de llevar mascarilla en todo el estado y reabrir empresas se aplicará a partir del 10 de marzo. Abbott argumenta que Texas, el tercer estado más poblado del país, ya ha vacunado a 5,7 millones de personas de sus 29 millones en total, y a finales de marzo toda la gente mayor que quiera recibir la vacuna lo podrá hacer.

Preguntada en la rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha dejado claro que el gobierno norteamericano cree que todavía son necesarias restricciones para contener la pandemia: "Todavía estamos en guerra contra el virus, y el presidente, por supuesto, sigue transmitiendo esto públicamente y también en privado en sus conversaciones". En las últimas semanas los Estados Unidos han visto como caía progresivamente el número de casos diarios hasta los 68.000 aproximadamente, un 27% de la media diaria máxima del 7 de enero. Más de 28,6 millones de norteamericanos se han contagiado hasta ahora y 515.000 personas han muerto.

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