Sin expectativas en Estambul: las conversaciones arrancarán sin Putin ni Zelenski

MoscúRusia y Ucrania finalmente no se reunieron este jueves en Estambul, después de un día en el que las conversaciones colgaron de un hilo. Se espera que se reúnan el viernes, ya que ambas delegaciones permanecen en Turquía. Después de que Vladimir Putin se negara a reunirse en persona con Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano ha confirmado, el jueves por la tarde, que enviaría una delegación a negociar con Moscú, aunque ha criticado a los representantes "de bajo nivel" que ha enviado el Kremlin. Él no participará, pero la comitiva la encabezará el ministro de Defensa, Rustem Umérov.

Pero tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como su secretario de Estado, Marco Rubio, ya han empezado a echar agua al vino y ambos han remarcado que sin la implicación directa de Putin y Trump no se esperan grandes avances de este encuentro. "No creo que tengamos ningún avance aquí hasta que el presidente Trump y el presidente Putin interactúen directamente al respecto", ha dicho Rubio, tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en el sur de Turquía.

En una rueda de prensa en Ankara horas antes, después de encontrarse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Zelenski lamentó que el Kremlin "no se tomara en serio" las conversaciones enviando a representantes de poco peso político. "Por respeto a Trump, enviaremos una delegación", añadió, aunque aseguró que el bajo perfil de los enviados rusos es una "falta de respeto", no sólo a él, sino también a los presidentes de Estados Unidos y de Turquía.

Además, el líder ucraniano duda del poder de decisión de los emisarios de Putin. "Necesitamos entender cuál es el nivel de la delegación rusa, cuál es su mandato y si son capaces de tomar decisiones por sí mismos porque todos sabemos quién toma las decisiones en Rusia", ha dicho. Desde Moscú le respondieron el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, que le calificó de "patético", y la portavoz del mismo ministerio, Maria Zajarova, que le soltó: "Habla de personas honradas un payaso y un perdedor".

El empuje de Trump ha sido fundamental para que Zelenski no plantara de entrada la delegación rusa. El presidente estadounidense se ha vuelto a desmarcar de la posición de fuerza occidental y ha evitado atacar a Putin por no haber ido a Turquía o por haber enviado segundas espadas a las conversaciones. Es más, se ha mostrado comprensivo con su ausencia. "¿Por qué debería ir él si yo no estoy?", se preguntó frente a los periodistas en Qatar. Más tarde, antes de aterrizar en Dubai, añadió que no habrá ningún adelanto en las conversaciones de paz sobre Ucrania hasta que él no se reúna con el líder del Kremlin.

El responsable de la delegación rusa, Vladimir Medinski, ha comparecido tras las acusaciones de Zelenski en un intento de dejar clara su autonomía y capacidad de decisión. Este ucraniano, que ya fue el negociador con Ucrania en las conversaciones de Estambul de marzo de 2022, es el actual presidente de la Unión de Escritores de Rusia, fue ministro de Cultura y es uno de los ideólogos del revisionismo histórico de Putin, además de uno de sus más leales colaboradores. Fue el artífice de la reescritura de los libros de texto de historia para justificar la invasión en Ucrania, llegó a calificar al país vecino de "fantasma histórico" y suscribe la idea de que Rusia, Ucrania y Bielorrusia son un solo pueblo y que su separación fue artificial y perjudicial para millones de familias.

En una declaración escrita de dos minutos y medio aseguró que la comitiva "ha sido aprobada por orden del presidente Putin y tiene todas las competencias y poderes necesarios para llevar a cabo negociaciones". También ha insistido en el mantra en que la voluntad de la delegación rusa es "establecer, tarde o temprano, una paz a largo plazo eliminando las causas fundamentales del conflicto", es decir, la destitución de Zelenski, la imposición de un gobierno afín al Kremlin, la desmilitarización de Ucrania y su estatus neutral.

Puntos de partida irreconciliables

Ambos países plantean objetivos difícilmente reconciliables que poco invitan al optimismo en cuanto a posibles progresos en las conversaciones si se acaban produciendo. Según Medinski, es necesario trabajar a partir de las negociaciones de Estambul de hace tres años, que terminaron en un fracaso. Aquellos documentos, debatidos antes de las contraofensivas ucranianas del verano del 2022, con el ejército ruso ocupando mucho más territorio que ahora, implicaban de facto la capitulación de Ucrania: limitaban la dimensión del ejército y no le garantizaban la seguridad frente a una nueva invasión rusa.

Kiiv, en cambio, sólo quiere negociar una tregua de treinta días. De hecho, Zelenski ha reclamado mayor presión a Putin de sus aliados si durante la cita se demuestra la falta de voluntad de Moscú para negociar. "Si no hay alto el fuego, pedimos las sanciones adecuadas". Los aliados europeos le han recogido el guante y han amenazado con endurecer sanciones si del encuentro en Estambul no sale el compromiso de Rusia de arrestar los combates. Desde Antalya, también en Turquía, donde coincidieron los ministros de Exteriores de la OTAN, el titular francés, Jean-Noël Barrot, habló de "sanciones masivas", mientras que el alemán, Johann Wadephul, advirtió a Putin de que está "tensando demasiado la cuerda".

La madrugada del jueves, horas antes de las conversaciones, Rusia disparó 110 drones contra las regiones ucranianas de Kiiv, Sumi, Dnipró, Poltava e Ivano-Frankivsk. El presidente ucraniano también reiteró que no quieren debatir la cesión de los territorios ocupados, incluida la península de Crimea. "Crimea es ucraniana, no reconocemos que sea rusa. No podemos discutir cuestiones territoriales", aseveró.