Los 27 segundos de Salman Rushdie

El escritor Salman Rushdie ha concedido la primera entrevista televisiva desde que fue víctima de un grave ataque, en agosto del 2022. Un hombre le propinó más de quince cuchilladas cuando participaba en un festival literario cerca de Nueva York. Se consumaba la fatua que proclamó el ayatolá Jomeini en 1989 por cómo representó a Mahoma y el Corán en Los versos satánicos. Una condena a muerte que lo persiguió durante más de tres décadas y de la que se salvó pese al ensañamiento del criminal. Rushdie ha perdido el ojo derecho y sufre secuelas de las heridas. Y ahora promociona Knife, el libro que ha escrito para hablar de ello.

Anderson Cooper le hizo la entrevista en el legendario 60 minutos de la CBS. Cerca de sesenta años en antena, los domingos por la noche, manteniéndose entre los diez programas más vistos de Estados Unidos. Fue una breve conversación, de trece minutos, y el periodista quiso centrarse en el ataque. Se remontó al sueño que tuvo el escritor un par de días antes, presintiendo la agresión. Cooper profundiza en cómo se desarrollaron los hechos: el momento en el que Rushdie vio a un hombre de negro acercándose al escenario, la intuición de lo que estaba a punto de suceder y la sensación de que el pasado se hacía presente de forma repentina. Rushdie subraya que fueron veintisiete segundos de ensañamiento contra él, y el periodista hace un experimento sobrecogedor. Le anuncia: "Esto son veintisiete segundos". Y toma el cronómetro del móvil y deja que pasen en silencio. Rushdie y Cooper quedan sentados cara a cara sin decirse nada, esperando a que corra el tiempo. Parece una eternidad. En televisión no estamos acostumbrados a las pausas ni a la ausencia de palabra. La idea tiene algo de atroz y poética a la vez. Es contundente y sensible a la vez. Resulta algo turbadora, porque dentro de nuestra cabeza nos estamos imaginando las puñaladas. Periodísticamente también pone énfasis en el rigor del dato, en la duración de los hechos. Veintisiete segundos pueden parecernos muy poco pero vividos desde la absoluta conciencia del paso del tiempo pueden hacerse muy largos. Cuando el cronómetro se detiene, Rushdie dice: "Esto es medio minuto de una extraordinaria intimidad. Cuando la vida se encuentra con la muerte". Cooper le pregunta por sus sensaciones en ese momento: "No tuve ninguna revelación más allá de darme cuenta de que no hay ninguna revelación. Ni cantos celestiales ni las puertas del cielo", comenta con cierto sarcasmo. Sorprende un poco cómo entran en el detalle de las heridas. El presentador, después, sigue interesándose por el asesino, del que Rushdie no quiere escribir ni pronunciar el nombre y, en unas imágenes paseando por Central Park con el periodista, explica las secuelas que le han quedado a nivel físico y psicológico. Confiesa que siente más cerca la presencia de la muerte. Cooper le consulta si cree que ha llegado el final de esta historia que empezó en 1989. "Espero que sea el último giro. Pero no sé. Ya te lo diré". Para los que somos de las generaciones que recordamos el escándalo inicial de Los versos satánicos, esta entrevista del 60 minutos también es como si el pasado volviera a visitarnos.