Los árboles de Madrid y el bosque de TV3
El sábado, en el Telediario Fin de Semana, nos ofrecían una información de dos minutos de duración que tenía la ciudad de Madrid como protagonista. Ramon Pellicer anunciaba: "En Madrid, las asociaciones vecinales se quejan de las talas de árboles continuadas permitidas por el gobierno de Almeida". Cifraba la cantidad de árboles talados y añadía que "el gobierno autonómico aprobará una modificación de ley para que se pueda pagar por los árboles cortados en vez de plantar nuevos como se exigía hasta ahora". La noticia, entonces, nos transportaba a pie de calle, a Madrid. Se entrevistaba a algunos responsables de estas asociaciones vecinales y se hacían eco de sus protestas. Nos mostraban algunas zonas en conflicto y hablaban de casos concretos de la ciudad, como el de la plaza Santa Ana. Los denunciantes explicaban las negligencias de las autoridades a la hora de gestionar los árboles y espacios verdes de la ciudad y las consecuencias que esto tenía por sus barrios y la gente que vive allí. También se recordaba las manifestaciones que se habían hecho en el paseo del Prado hace años y que contaron con el apoyo de la baronesa Thyssen, Tita Cervera, que llegó a encadenar a un árbol durante las protestas.
De repente, el Telediario de TV3 nos ponía al corriente de los conflictos de la política municipal de Madrid, sin que viniera a cuento, por algo que también ocurre en Catalunya. La noticia no se vinculaba a ninguna situación que también se repita en Barcelona o cualquier otra ciudad catalana. Es posible que unas hipotéticas reivindicaciones vecinales en Tortosa o Palafrugell por una mala gestión de la tala de árboles fueran a parar al Telediario ComarcasSin embargo, en cambio, ahora parece que las protestas de las asociaciones de vecinos de Madrid tienen un lugar en el Telediario por delante de las que nos son propias, que también habrá.
Es inevitable que los informativos de TV3 tengan que pasar por Madrid porque es donde se barajan las cerezas de la actualidad que repercute en la política catalana. Pero la política municipal madrileña, sus protestas vecinales y la gestión de su arbolado quedan algo lejos de las prioridades informativas del Telediario. Se distancia de los valores fundacionales de la televisión pública catalana y de sus criterios periodísticos, que aspiraban a tener una mirada del mundo propia, y no hacer unos Telediario que fueran una sucursal del Telediario o de cualquiera de los informativos españoles que tienen Madrid como epicentro informativo.
La anécdota informativa quizá sea una buena excusa sobre la necesidad de recordar los criterios periodísticos, cada vez más difundidos. La evolución de los medios de comunicación ha obligado a los informativos públicos a reflejarse a menudo en las inercias de las cadenas privadas españolas para ser más competitivos. Pero quizá se olvide que la mirada de un Telediario de la televisión catalana debe mantener unas singularidades para dar un sentido y un valor al servicio público. Que los árboles de Madrid no nos impidan ver el bosque.