Grupos mediáticos

La batalla secreta por el futuro del imperio de Murdoch

El patriarca ha cambiado los estatutos del 'trust' familiar para preservar sus medios como fuerza conservadora, mientras parte de los hijos se subleva contra la decisión

Rupert Murdoch
Jim Rutenberg, Jonathan Mahler / The New York Times
02/08/2024
8 min

New YorkRupert Murdoch está enredado en una batalla legal secreta contra tres de sus hijos por el futuro del imperio mediático de la familia, mientras maniobra para preservarlo como fuerza política conservadora tras su muerte, según un documento judicial bajo secreto de sumario obtenido por New York Times. Con 93 años, el empresario activó el culebrón el año pasado, cuando hizo un movimiento sorpresa con el que cambiaba las condiciones del trust familiar para asegurarse de que su primogénito y sucesor, Lachlan, siguiera al cargo de su ingente colección de cadenas de televisión y diarios.

Actualmente, el trust determina que cuando Murdoch muera el control de los negocios familiares sea asumido por los cuatro hijos de mayor edad. Pero él defiende ante el juez que sólo sea Lachlan quien gobierne la compañía, sin la interferencia de sus hermanos, políticamente más moderados, para preservar así su sesgo conservador y proteger el valor comercial de la firma para todos sus herederos. A los otros tres hermanos –James, Elisabeth y Prudence– les sorprendió esta maniobra porque el trust se suponía que tenía un funcionamiento inalterable, y se han unido para detenerlo. Lachlan se ha sumado al bando de su padre. La batalla, sorprendentemente, se ha librado lejos del escrutinio público.

El mes pasado, el comisionado de Nevada que examina el caso determinó que Murdoch podía cambiar los estatutos del trust si podía demostrar que actuaba de buena fe y en beneficio de sus herederos. Se espera que en septiembre se celebre un juicio para determinar si efectivamente el empresario actúa de buena fe. El futuro de una de las compañías mediáticas más influyentes de habla inglesa está en el aire.

Un drama shakespeariano

Pocas historias sobre medios se han seguido de tan cerca como la batalla sucesoria en torno al imperio de Murdoch, tanto por la naturaleza shakespeariana del drama como por la desmedida influencia política del imperio. La decisión, tomada en el 2018, de designar formalmente a Lachlan como heredero puso fin a años de especulación sobre sus deseos para la compañía. Pero no aseguraba que los deseos de Murdoch le sobrevivieran: el actual trust da a los cuatro hermanos mayores un peso equivalente en la toma de decisiones sobre el futuro de la empresa.

La familia Murdoch ya ha sido dividida antes. Hubo un momento en que James y Elisabeth competían entre ellos para, eventualmente, conseguir control de la compañía. Y algunas veces han topado entre ellos, o con su padre. James, que en el pasado había ayudado a dirigir a la empresa con Lachlan, la dejó en el 2019 y ahora supervisa un fondo de inversión. Elisabeth dirige un exitoso estudio cinematográfico, Sister, y durante unos años intentó posicionarse como la Suiza de la familia, manteniendo buenas relaciones con todo el mundo. Prudence, la mayor de los hermanos y la única hija del primer matrimonio de Murdoch, ha sido la que menos se ha involucrado en el negocio familiar y se ha mantenido como la más reservada.

Pero, teniendo en cuenta la edad avanzada de Murdoch, la batalla se adivina como el gran duelo final por el control de los conglomerados mediáticos del clan, que incluyen Fox News, The Wall Street Journal, The New York Post y diarios líderes y cadenas de televisión en Australia y Gran Bretaña. La política y el poder están en el centro de la lucha. Desde que Murdoch fundó el trust hace unos 25 años, los posicionamientos políticos de los miembros de la familia han sido muy divergentes. Durante el auge de Donald Trump, Murdoch y Lachlan se alinearon de cerca con sus intereses, empujando al medio más influyente, Fox News, aún más hacia la derecha, lo que causó una incomodidad creciente en los otros tres hermanos .

Efecto bumerán

Murdoch ha asegurado que su intento de cambiar el trust es una reacción para evitar que hubiera un conflicto familiar cuando falleciera, según una persona cercana de la familia. Pero ha surtido el efecto opuesto.

Después de tramitar la petición para subsanar los estatutos del trust, Murdoch se encontró por separado con Elisabeth y Prudence en Londres, con la esperanza de obtener su apoyo, según detalla esta fuente. Por el contrario, ambas se enfadaron. Y Elisabeth le espetó a su padre una corrua de tacos.

Días después, el 6 de diciembre, los representantes legales de Murdoch siguieron con la moción para aplicar los cambios en un encuentro del trust convocada con poca antelación en Reno, Nevada. Los representantes de los tres hermanos intentaron aplazar la reunión y bloquearon los cambios propuestos, pero no salieron adelante, según la decisión judicial. La lucha ha hecho que Murdoch vea cómo tres de sus hijos le dan la espalda en los años finales de su vida. Ninguno de los tres acudió a su boda con Elena Zhukova, su quinta esposa, celebrada el pasado mes en California. Lachlan sí fue.

Aunque el trust es irrevocable, contiene una letra pequeña que permite cambios si se realizan de buena fe y con el único propósito de beneficiar a todos sus miembros. Los abogados de Murdoch argumentan que está intentando proteger a James, Elisabeth y Prudence asegurándose de que no puedan moderar la línea editorial de Fox o interferir en la gestión de la empresa con luchas constantes por su liderazgo.

Según la decisión del tribunal, Murdoch estaba preocupado por que la “falta de consenso” entre sus hijos “impactara en la dirección estratégica de ambas compañías, incluyendo una potencial reorientación de la línea editorial y los contenidos”. Y declara que su intención era "consolidar la decisión de dejar el poder de decisión en manos de Lachlan y darle a él control permanente y exclusivo".

Tres hermanos unidos

El documento deja claro que las acciones de Murdoch han empujado a Elisabeth, Prudence y James a tener una postura única contra él. Los hermanos comparten asesoramiento legal y luchan por mantener la voz y el voto en el futuro de la compañía, argumentando que su padre está intentando desempoderarlos. Y defienden que la maniobra de Murdoch viola el espíritu del trust inicial, basado en "la gobernanza entre iguales", y que se ha tomado sin seguir el principio de buena fe.

El trust posee las acciones de la familia en el emporio de Murdoch, que actualmente está dividido sobre todo en dos empresas: Fox, que incluye Fox News y la red de emisoras Fox, y News Corp, donde se encuentran sus principales diarios. Los seis hijos de Murdoch tienen un paquete equivalente de acciones en el trust. Esto incluye también a Chloe y Grace, las dos hijas que tuvo con su tercera mujer, Wendi Deng. Pero ambas no tienen derecho a voto.

Por ahora, los derechos de voto están repartidos entre el padre y los cuatro hijos mayores, pero Rupert Murdoch tiene el control último de la compañía y no puede ser desbancado con votos contrarios. Cuando muera, Lachlan, James, Elisabeth y Prudence tendrán cada uno un voto. El empresario se explicó así en una entrevista con Charlie Rose emitida en el 2006: "Si mañana me atropella un autobús, serán ellos cuatro los que tendrán que decidir quién lidera entonces".

La revisión de hechos elaborada por el comisionado muestra que Murdoch quiere expandir el poder de voto de Lachlan para asegurarle una mayoría que no pueda ser discutida. Sin embargo, los cambios no afectarían al porcentaje de acciones de los hermanos. Para reforzar el argumento de que está aplicando estas modificaciones en beneficio todos sus herederos, Murdoch ha sustituido a dos de sus representantes más veteranos en el trust y ha colocado a dos personas con perfiles más independientes. Uno es William P. Barr, un fiscal general bajo las presidencias de George HW Bush y Trump, que fue también uno de los invitados de la boda más reciente de Murdoch.

Irreversible, o no

El documento judicial muestra que Barr es quien lidera el esfuerzo de Murdoch por modificar los estatutos. Y cita la declaración de su representante según la cual el empresario "conoce a las empresas y al entorno mejor que a nadie otro y cree que Lachlan está en la mejor posición para mantener esta estrategia de éxito". Las líneas maestras del trust se remontan al segundo divorcio de Murdoch, junto a Anna Murdoch Mann, madre de James, Elisabeth y Lachlan. Preocupada por los efectos potencialmente destructivos de una lucha dinástica por la sucesión, Mann insistió en que los cuatro hijos recibieran un control equivalente sobre el imperio. Como parte del acuerdo de separación, Murdoch bloqueó esta provisión de forma permanente y creó éste trust irreversible.

Pero Murdoch ha acabado considerando que la medida es insostenible, después de haber colocado a Lachlan a cargo de Fox y News Corp desde el 2019. Una de las fuentes de problemas ha sido su hijo más joven, James, que había sido dejado a un lado en favor de Lachlan. En años recientes, personas cercanas a James y su esposa Kathryn han afirmado que tras la muerte de Murdoch considerarían unirse a Elisabeth y Prudence para arañar poder de control a Lachlan y domesticar los instintos más salvajes de la empresa en favor de la derecha.

James y Lachlan compartieron responsabilidades operativas sobre la empresa entre 2015 y 2019, en una relación que se tensionó durante el gobierno de Trump, ya que estaban divididos sobre el tratamiento amable que la cadena dispensaba al expresidente. Lachlan y su padre intentaron borrar las preocupaciones de James recordándole las audiencias récord que estaba consiguiendo la cadena. James abandonó el negocio después de que Lachlan fuera ascendido a presidente y ejecutivo jefe en 2019 y abandonó el consejo de administración de News Corp en 2020, por “desacuerdos sobre determinado contenido editorial publicado por los medios de la compañía”.

James y su esposa, Kathryn –una veterana activista contra el cambio climático– critican ocasionalmente, y con cautela, el imperio familiar. Después de que los incendios forestales arrasaran Australia a principios de 2020, compartieron su “frustración con parte de la cobertura de News Corp y Fox” sobre el cambio climático, según una declaración publicada por The Daily Beast, haciendo notar "el persistente negacionismo entre los medios australianos". Tras los disturbios del 6 de enero en el Capitolio, en Washington, James criticó de forma indirecta a Fox News diciendo, sin mencionarla, que determinados “medios que propagan mentiras a su audiencia” habían “liberado fuerzas insidiosas e incontrolables que nos acompañarán en los próximos años”.

En la primavera del 2019, los hijos de Murdoch –incluidos los dos que tuvo con Deng– recibieron unos 2.000 millones de dólares cada uno por la venta de los estudios cinematográficos y otros activos en la Walt Disney Company. James y Kathryn aseguraron entonces que dedicarían parte de esa fortuna a causas como el cambio climático ya combatir “el antiliberalismo high tech”.

Resentimiento por los ataques

Según varios asociados suyos, Murdoch está resentido por las críticas de James y le sabe mal que critique el imperio familiar que él construyó casi en solitario y que les ha convertido, a él ya sus hermanos, en multimillonarios. El documento judicial muestra que los representantes de Murdoch se refieren a ello, en comunicaciones internas, como el “beneficiario problemático”.

James había discrepado de su padre y de su hermano sobre Fox News argumentando que hacerle el juego a Trump pensando en las audiencias y el corto plazo podía limitar las perspectivas de futuro a largo plazo de la empresa matriz, en una lucha que perdió antes de romper con ellos. Desde que abandonó el conglomerado, James ha estado gestionando su abanico de inversiones, con un paquete de control en la compañía que opera Art Basel y paquetes destacados en compañías de medios de la India.

Siempre ha sido complicado saber a ciencia cierta lo serio que era el intento de James de desbancar a Lachlan o si lograría el apoyo de sus hermanas. El hecho de que se hayan aliado para proteger el espíritu fundacional del trust sugiere que ahora los tres están alineados sólidamente contra Lachlan y que podrían intentar derribarle o, al menos, intentar influir en el rumbo de la empresa cuando muera su padre. Si tienen poder para ello, lo determinará en breve un juzgado de Reno.

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