Esta semana TV3 ofrece a los espectadores una sobredosis de recetas de cocina después del Telediario mediodía y la información del tiempo. Cuatro recetas del Cocinas durante una hora, para dilatar la tarde y retrasar el inicio del Como si fuera ayer. Para esponjar la parrilla. Pasa una hora entera entre que termina el informativo y comienza la serie de sobremesa. Y ver cómo preparan platos ya es distraído, pero llega un momento en que acabas empalagado. No es un programa que vaya por trabajo. Varias elipsis gastronómicas más no irían mal. Se entretienen en cortarlo todo en trocitos: que si juliana, que si brunoise, que si palillos, que si cuadritos. El arte de manejar el cuchillo es parte del espectáculo. Los índices de audiencia deben ser de la gente que pesa higos frente a la televisión. El lunes empezamos con unos ñoquis de escalivada de la Jazmín Caramés. Por suerte, la mayoría de patatas estaban ya peladas, pero participamos de la ralladura. Y contemplamos la preparación de la masa y hacer cada bolita de pasta. Observamos atentamente cómo cortaban el tomate seco y, sobre todo, fuimos testigos, por enésima vez, del vaciado de semillas de la piparra. Venga, meleta de romero. Luego el Pim pam, una ensalada de tomate con ajo y burrata que parecía preparada a cámara lenta. A continuación, y tras una retahíla de publicidad, la cadena recuperó del archivo un arroz con costillas y azafrán que Marc Ribas ya nos había contado el año pasado, donde incluso, a media receta, se iba a la montaña para explicarnos cómo averiguan las flores de azafrán y ponen los pistilos secos dentro de una botellita. Sin prisa. Y para rematarlo, otro Pim pam de Arnau París, con todo bien cortadito y picadito para la ensalada rusa. Cuando empezó el Como si fuera ayer, ya parecía mañana.
El martes, otra vez el empacho de cocinas, en ese furor gastronómico de la cadena en el que en todo momento hay alguien en la pantalla cortando verduras en taquitos. Jazmín Caramés preparaba un bikini de cola de vaca y queso, y lejos de tener la carne preparada, empezamos por los huesos crudos. El sándwich más lento de la cocina. En el Pim Pam según un cuscús de coliflor. Y venga, más virtuosismo de cuchillo: desmenuzar la verdura, las cerezas, las nueces, rayar el pomelo... Para hacerlo más agónico, Marc Ribas aparecía anunciando la siguiente receta, pero después te llenaban una tanda de anuncios eterna. Más que expectativa, era tortura. Y de por medio, varias autopromociones de la cadena y anuncios de la campaña electoral. Cuando llegaban los buñuelos de jamón, otra emisión reaprovechada del año pasado, en un dejà vu insoportable volvías a ver cómo desmenuzaban más nueces. Y una vez hecha la pila de buñuelos, ¡los tuvo que freír todos! Pero aún no había terminado el arreglo. Tocaba otro Pim pam de Arnau París con una cazoleta de tomates y queso para promocionarnos la cocina delairfryer. Aunque los que ya estábamos bien fritos éramos los espectadores, empalagados de tanta farda. Un tedio televisivo que invita a las mejores siestas.