Dalmases niega cualquier “amenaza” al 'FAQS', pero admite el error de mantener “esa conversación”
Varios grupos convocan la Comisión del Estatuto de los Diputados para ver si vulneró el código de conducta
BarcelonaLa comparecencia de Francesc de Dalmases en el Parlament para explicar la bronca que tuvo en Tv3 con una periodista del FAQS no ha servido para mover la posición del diputado, que ha insistido en la tesis de que el episodio fue solo “una discusión” pero que “no existió ninguna amenaza”. Pero varios grupos políticos ya han iniciado los trámites para convocar la Comisión del Estatuto de los Diputados para que examine si el parlamentario de Junts violentó el código de conducta de la Cámara. Susanna Segovia, representante de los comuns en la comisión de control de la CCMA, le ha pedido que presente la dimisión.
Los hechos se remontan a julio, cuando Laura Borràs fue entrevistada en el infoshow político del canal público. Dalmases había pactado una serie de condiciones que, a su parecer, no se cumplieron. A partir de aquí, la periodista que había hecho el enlace con el programa se quedó sola con el diputado, Borràs y dos personas más de su equipo. Según el relato del entorno del FAQS y la productora, Dalmases dio golpes al mobiliario, gritaba, la cogió del brazo y dijo que se trataba de “un programa de mierda” con “una presentadora patética”.
Dalmases niega que hubiera coacción, puesto que, según ha defendido, no había ningún beneficio concreto a conseguir. “De una entrevista que se ha acabado y de un programa que había anunciado su fin, ¿qué rédito político queréis sacar? ¿Qué sentido tendría? Las personas que tratan de mover los hilos de medios, y las hay, ¿lo hacen después de una discusión de un programa? La respuesta es no”, ha explicado durante la sesión, en un intento de desescalar lo que ha considerado “una bola de nieve”. Según su relato, él favoreció que el FAQS pudiera entrevistar a la entonces presidenta del Parlament, Laura Borràs, “en contra de miembros de su equipo de comunicación”.
El diputado ha intentado justificar también esa conversación –que ha admitido que no tendría que haber tenido lugar– por su manera de ser. “Yo no puedo ni sé callar –ha dicho–. Es mucho más plácido no ser incómodo, pero pocas cosas aprecio más en este mundo que el periodismo. Y precisamente porque los aprecio, sobre todo a los medios públicos, soy enormemente crítico”.
Minutos antes, el que era director del programa, Pere Mas, ha ofrecido su relato sobre los hechos. Era un testimonio relevante, que justificó la existencia de unas negociaciones previas a la entrevista, asegurando que el debate no comportaba “una imposición”. El periodista ha revelado que una periodista de su equipo lo informó de lo que estaba pasando “temblando y nerviosa, porque no podía acceder a la sala donde estaba sucediendo el incidente” (Dalmases, por el contrario, recuerda que la puerta del otro extremo estaba "abierta de par en par" en todo momento). Y detalló también por qué, en una entrevista antes de que trascendiera el caso a la prensa, minimizó el caso, puesto que la víctima pidió que no trascendiera. “Había miedo. No estábamos hablando de una persona cualquiera. Y había una situación de vulnerabilidad personal. Era un programa que se acababa y había incertidumbre sobre el futuro de los profesionales que trabajaban en él”, ha explicado el director.
Mas ha concluido su intervención con un tono duro: “Lo que pasó no tiene nada que ver con el incumplimiento de unos pactos que existiesen o dejasen de existir. Tiene que ver con una intimidación inaceptable que posiblemente se podría haber corregido con unas disculpas al día siguiente en vez de persistir en desmentir los hechos”.
En el tono de preguntas de los grupos, Beatriz Silva le ha recordado a Dalmases la necesidad de ejemplaridad. “Los hechos son graves y usted se reafirma en que no son como fueron descritos. Es su palabra contra la palabra de muchas personas”, le ha espetado. Desde Vox, se lo ha censurado por “la habitual dialéctica lacrimógena”. Y Xavier Pellicer, de la CUP, le ha preguntado cuál habría sido su reacción como miembro de la comisión de control de la Corporación, si fuera el portavoz de otro partido el que hubiera protagonizado el caso. Desde Esquerra, Raquel Sans ha afirmado que la relación de confianza que mantenía con la periodista afectada no justifica la escena. “¿Cuándo se producen la mayoría de casos de violencia? Precisamente cuando hay conocimiento”, ha dicho, y ha avalado “la necesidad de convocar la Comisión del Estatuto de los Diputados”.