¿Decir la nacionalidad de los detenidos o su renta?

Reino Unido ha cambiado una ley según la cual ahora resultará más fácil a la policía dar información sobre los detenidos, incluido el origen. El cambio lo ha motivado el caso del apuñalamiento múltiple del pasado año que se saldó con tres niñas muertas. Corrió la berrea que el detenido era un solicitante de asilo que había llegado en patera, algo que la policía estaba escondiendo por agenda política. Esto derivó en altercados en varias localidades británicas hasta que se supo que el acusado era un joven radicalizado nacido en Reino Unido. Ahora la policía tendrá más herramientas legales para decidir cómo administra esta información, aunque el equilibrio será delicado: siempre habrá quien discutirá su criterio, y la tensión entre el derecho a garantizar al detenido un juicio justo sin apriorismos y el derecho a la libre expresión no suelen ser fáciles de conjugar.

En todo caso, hago notar que siempre que se habla de la información sobre los detenidos en realidad nos estamos refiriendo a un solo dato: la nacionalidad de origen. Es la que se utiliza como arma arrojadiza en el necesario pero demasiado a menudo demagógico debate sobre el encaje de la inmigración. Ahora, puestos a especular, yo más que el origen de los detenidos lo que quisiera saber es el nivel de renta. Ve que no sea éste y no el color de la piel el gran factor que explica el porqué de la delincuencia que afecta más a pie de calle. ¿O quizás nos hemos olvidado de cómo, hace treinta, cuarenta años, hablábamos de los quinquis y la gran mayoría eran made in Spain? Un enfoque económico del asunto permitiría encarar mucho mejor las soluciones, porque, por ahora, tenemos montado un sistema que se basa en la importación de mano de obra barata procedente de países menos desarrollados y no asumimos las tensiones que esto puede acarrear (agravadas por la distorsión de datos que algunos están bien dispuestos a efectuar).