Una victoria más estremecida de lo que nunca admitirán
La derrota sin paliativos del PSOE en Extremadura, antiguo feudo socialista, ha sido aprovechada como era de prever por los diarios de la caverna para sentenciar el fin de la Gran Era Oscura Sanchista. De hecho, leyendo algunas portadas, incluso parece ser él quien se ha presentado a las elecciones: "Sánchez sufre una derrota histórica en Extremadura" (La Razón) o "Sánchez lleva al PSOE al colapso y el PP gana sin librarse de Vox" (El Mundo). Evidentemente, los avatares extremeños interesan entre poco y nada a Madrid. ElAbc titula también proyectándose en el tiempo: "Histórica victoria de la derecha en Extremadura". Sin embargo, viendo los resultados quizá habría que enfriar un poco el entusiasmo. Porque la apuesta clara de los tres medios era el PP, por lo que en estos días han estallado nada sorprendentemente casos que empañaban la reputación de los de Abascal. Ahora bien, Vox ha subido como un trueno y, de hecho, mirando las portadas cuesta leer una constatación sobrecogedora: la candidata popular María Guardiola ha ganado, sí, pero ha logrado mejorar sólo un triste y solitario escaño respecto a los que ya tenía, pese al apoyo mediático recibido. O, en otras palabras, la mayoría de los diputados que liberado el PSOE les ha pescado Vox (que no quiere decir que sean los propios votantes, algo que algunos entusiastas analistas parecen olvidar: algún día debemos hablar de las presuntas transferencias de votos de Demoscopilandia).
El otro aspecto ya clásico de comentar es que los tres diarios de la derecha siguen sin incluir "ultra" en sus primeras páginas, para que la parroquia no se asuste. Sí ponen "extrema" y "dura", claro, pero como una sola palabra y para designar a la comunidad autónoma. Por lo demás, normalidad democrática y aquí no pasa nada por pactar con un partido arraigado en las políticas del odio.