La suerte de los calvos: una administración de Sant Boi ha repartido ocho millones

Con un tercer y cuarto premio, la localidad vuelve a estar tocada por la suerte en un sorteo de Navidad que se ha olvidado de Catalunya

El propietario de la Administración nº 5 de Sant Boi celebart el premio repartido hoy
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Sant Boi de LlobregatLa suerte de los calvos. La administración de lotería número 5 de Sant Boi de Llobregat, rebautizada como "la de los calvos", se ha ganado por méritos del azar un puesto en el mapa de la lotería. En el sorteo de Navidad de este lunes ha repartido unos ocho millones de euros. La suerte tocó por partida doble: primero salió el 90.693, el tercer premio, dotado con 50.000 euros el décimo: se despacharon 7,5 millones de euros por ventanilla y entre clientes de un bar cercano. Cuando todavía se estaba en plena celebración, con el perceptivo regado de cava, los niños de Sant Ildefons han cantado uno de los cuartos premios, el 25.508, del que en Sant Boi se ha vendido una serie. Por billete son 20.000 euros.

El imán de los calvos ha hecho que esta administración atraiga a más de la mitad de los 12,5 millones de euros que ha arañado a Catalunya en esta rifa de Navidad. La propietaria del local, Miriam Vázquez, apenas se lo creía, porque en un año y medio que lleva regentando el negocio ya tiene un historial respetable de grandes premios: en la rifa de hace un año dio el segundo premio, que dejó en la localidad unos siete millones de euros.

Vázquez no podía esconder la satisfacción de poder repartir "alegrías" entre los vecinos del barrio y atribuía la buena suerte "a los calvos". Publicista de profesión, el año pasado se sacó de la manga un sorteo entre personas sin pelo, una iniciativa que tuvo tanto éxito que este año han contado con Raúl, un hombre calvo que se deja restregar los billetes por el ancho fondo. A principios de diciembre, y para calentar las ventas de la lotería, Vázquez organizó el Calvos Fest, que contó con un DJ calvo y un barbero que rapaba gratuitamente. "Incluso una mujer se peló por completo", apunta Mila Gabiño, orgullosa madre de la propietaria que ha venido expresamente de Cádiz, la ciudad de la que es originaria la familia, para ayudar a la hija en la administración.

El personal de la administración roza números de lotería en la calva de Raúl, el calvo oficial del negocio.

El poder materno

La presencia de Gabiño no pasa desapercibida. Vestida con una camiseta de color amarillo para anunciar la fiesta de los calvos, reivindica su poder de "bruja" para iluminar a la administración familiar. "El año pasado vi que tocaría el segundo premio y este año he llegado diciendo que un tercero", ríe en medio del alboroto orquestado por los periodistas que cubren la celebración del premio.

La esquina de la ronda de Sant Ramon donde se encuentra la administración Gaia –el nombre oficial, aunque ya se la conoce como "la de los calvos"– es una gran fiesta. Hay muchos vecinos que se acercan atraídos por los gritos de alegría. Los que han tenido la suerte de llevarse una pizca están muy emocionados. Magdalena Cañizares lleva un décimo del tercer premio. "Me han tocado 50.000 euros, no creo", explica. Todavía no ha tenido tiempo de comunicarlo a la familia y admite que tampoco sabe lo que hará. Quizás algún viaje, algún capricho. "Estoy en paro, así que irá bien".

Un hombre se ha sumado a la celebración, sin importarle que le salpicen las gotas de cava que salen disparadas de una botella sacudida. Ha ganado 50.000 euros, que serán unos pocos menos después de los impuestos, pero apenas se inmuta. En cambio, el rostro de Miguel Ángel es toda alegría. Pasaba por delante de la administración y, al ver el revuelo, se ha acercado y ha descubierto que el décimo que comparte con otros tres amigos de toda la vida ha resultado agraciado con el tercer premio. Por ninguna, 12.000 euros. "No está mal, no".

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