Empieza el asedio mediático a las renovables
Nadie cae en la trampa de mirarse las palmas a ver si las tiene rojas y se delata como flatulento culpable del apagón. No, las manos de políticos y energéticas brindan dichos acusadores, en una estampa de reproches cruzados, como una escena de Tarantino con todo el mundo apuntándose unos a otros. Los medios comienzan a tomar partido. El País, por ejemplo, titula "Sánchez señala al sector eléctrico" y dice que el presidente español "carga contra las nucleares". En cambio, elAbc hace suyo el argumentario del PP y abre portada con "La falta de nucleares y el boom de las renovables tumbaron la red eléctrica". Es una afirmación discutible, porque el problema con las nucleares no fue su escasez, sino que las centrales operativas se detuvieron, por seguridad. Y las renovables son efectivamente inestables, pero con la inversión necesaria pueden instalarse los aparatos necesarios para garantizar que no creen desajustes entre producción y demanda.
Existe un debate técnico pendiente, y también económico, pero todo indica que los titulares que se están disparando desde las portadas a los medios habituales responden sobre todo a motivaciones ideológicas. Siguiendo el baile cruzado, La Vanguardia otorga el titular a Red Eléctrica, por decir que "atribuye el apagón a una parada de las fotovoltaicas". ElMundo, en cambio, carga las tintas contra la presidenta de esta empresa (y ex ministra socialista) con el titular "Corredor ignora las alertas sobre las renovables desde hace cinco años". El Periódico y su "El gobierno no se fía del sector". Tanta confusión hace que El Punt Avui se rinda y titule "Poltergeist eléctrico", lo que acerca el asunto al esoterismo y hace encomendarse a Iker Jiménez. Ve que las caras de Bélmez no fueran un aviso del sidral que venía.