La envainada de la fachosfera católica con León XIV
Infovaticana es un medio ultramontano que hace años resulta un grano incómodo en la Santa Sede, hasta el punto de que les tuvieron que pedir que hicieran el favor de dejar de utilizar simbología que podía inducir a hacer creer –ay, la fe– que se trataba de una web oficial de la Iglesia. Y no es el caso: ese panfleto ultra digital lo fundó el hijo de Julio Ariza, impulsor de Intereconomía, y se le pueden trazar varios lazos que la atan con Vox, para sorpresa de nadie. Durante las últimas semanas, Infovaticana se ha distinguido por intentar hacer campaña contra el cardenal Prevost para impedir que accediera al cargo de Papa. Como explicaba el camarada Albert Llimós, le han intentado empudegar en un caso de encubrimiento de abusos que, en cuanto a su persona, ya se investigó y rechazó.
El caso es que, con la misma efectividad que sus primos Abogados Cristianos, no han salido adelante y Robert Prevost es ya León XIV. Y el editorial con el que le saludaban era de una hipocresía que ni la de los mercaderes del templo. Escribían: "Sabemos que Dios guía la historia, que la barca de Pedro no es nuestra y que no somos nosotros los que llevamos el timón. Hay un Dios, y no somos nosotros". Hay que tener barra para escribir esto cuando has publicado un dossier con evidente intención difamatoria, aplicando la vieja conocida disciplina del nacionalcatolicismo de aroma franquista: a Dios rogando, y con el mazo dando. Tras dejar a Prevost como un paño sucio, hasta el punto de abordarlo en Roma y aprovechar que no entró en el fondo del asunto para titular "no desmiente las acusaciones" en un artículo hecho con voluntad de torcer el curso de los acontecimientos, ahora invocan el espíritu santo y se marcan una marcha atrás que ni con tres padrenuestros y cuatro avemaries deberían poder.